lunes, 7 de mayo de 2012

Mensaje 17 de Abril 2012



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María Santísima intercede por cada uno de sus hijos. Ella misma como una madre amantísima, esta intercediendo por cada uno de sus hijos, escuchemos sus ruegos. Oh Padre, mira que ella es una madre amantísima, que ama con el mismo amor, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, porque en ella mora el amor. El amor de María Santísima es el mismo amor, de la Santísima Trinidad.  María Santísima está orando e intercediendo por cada de ustedes. Dichosos todos mis hijos que se sienten muy amados de María Santísima. Benditos sean mis hijos que dicen.  > Jesucristo es Mi Señor.  - Dichosos los que saben que Yo soy el salvador, dichosos los que confían en Mí. Pues aquel que os con fe espera de su Señor Jesús, reciben de Mí, por la fe y esperanza  que tienen en su Señor Cristo Jesús. Muchos fueron hoy llamados, pero muchos tuvieron que hacer. Este es un encuentro con Dios vivo y verdadero. Una cita de amor que nos damos, benditos  ustedes que en espíritu vienen a entregarse, al espíritu mismo que tanto les ama, el Espíritu de Yavhé. El Espíritu Santo que os dió Jesucristo a su pueblo. Oh Padre aquí están  mis hijos muy amados, os míralos en Mí, y gloríate de cada uno de ellos. Vengo con  cada uno de ustedes y les llamo, y les beso. Soy vuestro Señor Jesús.

 > Hijas, hijos, soy vuestra Madre María Santísima, les amo, crean.  Mi Hijo está con  ustedes y os quiere estar en ustedes.  El quiere estar dentro de ustedes con su Espíritu, y el espíritu en el suyo, os ha venido a formar una sola  iglesia. A dar su espíritu a cada una de sus hijos unificando a toda su iglesia en un mismo espíritu, en un mismo cuerpo y en un solo Señor Jesús. Todos una iglesia con un solo Padre, os Yahvé el Señor. Soy vuestra Madre María Santísima, son mis chiquitos, mis niños, mis muy amados. Benditos chiquitos, les hablo a ustedes aquí, os recen el Santo Rosario, que no les de flojera, recen el Santo Rosario. Recen y oren en meditación la coronilla de la  Divina Misericordia. Sean perseverantes en esta visita al Santísimo, en adoración a la sagrada Pasión de mi Hijo tan querido, donde se gloría en tener ese diálogo con ustedes. Os el Señor espera ese momento en el cual hay una cita de amor en su casa santa. Donde dialoga y os espera el dialogo con sus hijos. El Señor se entristece por tantos pecadores, y muchos que  no os escuchan  su llamado. Os dice;  - Ven, te hago el llamado, arrepiéntete de tus pecados. Quiero que vivas.   > Ahora estoy Yo con ustedes, aunque  para muchos no soy visible. Pero me mirarán, con Mi Hijo muy querido  Jesús. Mi querido Hijo esta muy próximo a venir, y Yo os vendré con Mi amado Hijo. Os vendremos y ustedes me contemplarán la venida de Mi Hijo tan  querido Jesús de Nazaret, con todo su pueblo será visible para todos. Descenderá acompañado de los Ángeles que vendrán anunciando la venida del Rey, con trompetas, tamboriles, flautas, y panderos.  Será una gran fiesta celestial, os entre cánticos  de Santos y Ángeles os vendrá el muy amado. Será una alegría grande  para los que le aman, para otros mas, será motivo de espanto, de terror.  Pues sepan que el mal tiene  miedo, un miedo infinito, terror  al Señor Dios Jesús, que les ha redimido a todos ustedes. Y que es terrible para su enemigo. Yo les amo mucho, soy vuestra Madre María Santísima. Ciertamente vienen tiempos terribles para muchos, pues os les digo que el hombre quiere imponer su voluntad sobre todo el pueblo. Mas bendito sea el pueblo de Dios que se abandona en el Querer  de Dios, vuestro Dios que tanto les ama y no les dejará. Pues Dios es el Todopoderoso que os envió  el Maná,  a su muy amados, a los que sacó de la esclavitud y os llevó lejos del Faraón. Aunque estos mis hijos, algunos, no alcanzaron a llegar a la tierra prometida por su pecado, por su desobediencia y maldad. Mas les digo, benditos los que hacen, lo que el Señor les ha pedido, y  os les dice, esta con ustedes. La tierra prometida la ha ganado el Señor para todos ustedes, el Reino de los cielos en Cristo Jesús.  El mismo es guía, es pastor, el mismo Señor, el mismo es Dios, el mismo es Padre y Señor. Oro e intercedo por ustedes, en Mí no se van a perder, les prometo, en Mí no se pierden, soy vuestra Madre María Santísima que intercedo ante Mi Hijo tan querido. Y Mi Hijo  os se duele de mis lágrimas y os dice.  - Oh Madre tan querida, no te  puedo negar nada por tus lágrimas. Mira Madre, fue un gran pecador.  > Y Yo le diré,  Os Hijo, acuérdate que se reunía por amor  a ti, en adoración a tu sagrada Pasión tan dolorosa.  Tu fuiste disminuyendo su pena temporal en el purgatorio. Os no vaya al infierno Hijo amado. No ves que ellos te amaron y te aman. Perdónales sus pecados, y como tu me los has entregado como mis hijos,  Yo como su madre, y ellos  que me han llamado Madre mía, Yo no quiero dejar a mis hijos fuera. Os mira mis lágrimas que derramo por mis hijos, Que no se pierdan, sálvalos. Tu ya los has redimido, sálvalos  y perdónales.  -Os Madre mía, ciertamente Yo te los entregué en esta agonía tan dolorosa, en la santa cruz. Pasa pues con ellos Madre mía, pues  ciertamente eres su madre, y ellos tus hijos. Pasa con ellos Madre mía, ciertamente os no se perderán,  porque Yo ya los redimí.  Y porque tu me lo pides Madre mía, mas ellos irán al lugar que les corresponde, según sus obras de misericordia y su obediencia. > Yo intercedo por ustedes hijos amados, Yo os amo y en verdad les digo, que si os estuvieran en el último lugar por su desobediencia, por su pecado el cual ustedes arrepentidos confesaran. Porque les digo que les asistiré en el último día para que reciban los Sagrados Sacramentos. Y no se vayan sin Mi Hijo muy amado Cristo Jesús, y os ustedes en Mi Hijo tan querido. Yo os les digo vuestra Madre María Santísima, en Mí no se perderá ni uno de ustedes. Yo os amo mucho este grupo de oración, Jesús Eucaristía. Este grupo no fue fundado por nadie, no fue formado por hombre alguno, sino por el Dios vivo, Dios verdadero, Jesucristo, Mi Hijo tan querido, y que planes ha tenido y os tiene. Muchos de mis hijos en su falta de fe, os han hecho de este grupo de oración,  motivo para que os critiquen, y para que otros más os digan.  > ¿El Señor ciertamente hablará?.  > Ahora les digo, orad por todos aquellos que le abren la puerta al mal. El mal quiere hacer su obra destructiva en aquel que busca seguir adelante. Seguirán bajo la protección y amparo de Jesús, y María. Os les amo a todos, soy vuestra Madre María Santísima, y todo el que este en obediencia a su Señor, os les digo. La obediencia es grata al Señor. Dichoso el que no critíca a su hermano. Dichoso el que no es juez de su hermano, porque Yo les digo, por su misericordia, el Señor será misericordioso. Mas aquel que es juez de su hermano será juzgado. No juzguen pues, para que no sean juzgados. Os amen. A Dios vivo le gusta que se amen en su mismo amor. Ámen hijos amados, soy vuestra Madre María Santísima, les amo.

 - Yo estoy con mis hijos, con  Mi pueblo que tanto amo. Pero hijos Yo quiero ser en ustedes, os quiero que Mi Espíritu sea morada en ustedes, Soy vuestro Señor Jesús, os Mi Espíritu os doy. No rechacen pues, al  Espíritu de Dios, no rechacen al Espíritu Santo. El quiere quedarse en ustedes, y darles vida. Quiere guiarles, e instruirles. El Espíritu  Santo en ustedes, os aleja a las tinieblas. En su docilidad, en su obediencia, en su entrega, y dando su Fiat, al Espíritu Santo. Que en el permanecerán en perfecta obediencia. El Espíritu Santo se duele de un alma humilde. Soy vuestro Jesús, les doy Mi Espíritu, reciban Mi Espíritu. Cómo esta su morada, No Recibirán al Espíritu Santo, en un espíritu sucio, pestilente. Dichosos los que están en gracia de Dios, y en los que el Espíritu Santo os dice; Son mis  muy amados y Yo soy su pastor y guía. Soy vuestro Dios, Yo me glorió de todos ustedes. Soy Dios con ustedes, y en ustedes.

En esta tarde nos hemos dado una cita de amor. Mas quiero que se arrepientan de todo corazón de su pecado, os quiero que se arrepientan haciendo examen de conciencia. Arrepiéntanse hijos.  Os quiero dar sanidad interior, la he dado una y otra vez, pero mis hijos se siguen  llenando de lepra por el pecado. Os arrepiéntanse.

Aquí están mis Ángeles, y donde estoy Yo están mis santos. Donde está el Señor están los suyos, y os les digo, ustedes que están en comunión con  su Dios y Señor, con ustedes siempre hay Ángeles. Siempre en esa comunión de los  Santos, Yo permito que mis hijos dialoguen con ustedes. Yo permito que vengan. Oh hijos amados esta es una gracia muy especial que os permito, y es la que doy algunos. Mas estén despiertos, vigilantes porque el mal está al acecho, y en todo momento os trata de confundirles. Hay muchos falsos profetas,  muchos os hablan anunciando la buena  nueva según el hombre, y no según el Espíritu Santo. Os cuidaos mis hijos. Permito la comunión de los Santos. Hijos que las Sagradas Escrituras siempre estén con ustedes. Oren y mediten con las Sagradas Escrituras. Las Sagradas Escrituras  siempre con ustedes, pidiendo al Espíritu Santo, el don de la Palabra.

Esta tarde es de sanidad, Yo soy el Divino médico, de Mi les viene toda sanidad. Yo doy salud en el espíritu, doy salud en el alma, y en el cuerpo. Yo quiero que os cuiden de su salud.  No se embriaguen, no tomen ese vicio de fumar, os les hace daño. Les he hablado tanto que no tomen esos refrescos negros, os les hacen daño, no tomen aquello que tanto les hace daño. Os toman tanto refresco. No lo tomen, ciertamente se que ustedes como los niños, buscan siempre lo que es agradable al paladar, a su lengua. Os hijos pueden tomarlos, porque os ustedes viven en el mundo.  Mas con tristeza veo que algunos toman tanto refresco, que os me aflige. Porque ustedes enfermarán su cuerpo.  Hay tantos que enferman porque descuidan  su cuerpo, y su carne.  Ustedes mismos, cuídense,  tomen mucha agua, pueden tomar agua de frutas, coman verduras. Miren que Yo lo he creado todo para bien de ustedes. Mas mucho ha sido contaminado por el hombre, el hombre al usar esos químicos que os  ponen a las plantas, esos herbicidas para matar  la plaga, eso es daño para todos. Quiero que todos se cuiden porque les amo, y Yo hoy les he dicho, quiero darles salud.

Hagan una ofrenda de lo que tienen, de todo aquello que poseen, de sus familias, y ustedes mismos háganse ofrenda a Dios. Alegraos y como hijos de Dios, y María Santísima levanten sus manos, como el niño que pide a su padre diciéndole.  > Vengo enfermo, sáname.   - El enfermo os toma la medicina, el médico prescribe lo que debe de hacer el enfermo en orden. Si éstos están en orden, sanarán. Mas si están en desorden, enfermarán mas. Yo quiero que ustedes con fe pidan y reciban. Algunos los he tomado como un medio, para traer almas a Mi.  Os les digo, no sean almas victimas. En verdad les digo, que con su ofrenda, y por medio de ustedes,  Yo quiero sacar muchas almas del purgatorio, para que quede saldado ya su tiempo en ese lugar de purificación, y salgan. Yo  el Señor le digo, estas almas que salen del purgatorio, están intercediendo  continuamente por ustedes y por los suyos, os por su descendencia, y por las  generaciones venideras. Porque son almas muy agradecidas, son almas de amor, porque ya están juzgadas. Y al entrar al Reino de los cielos, siguen intercediendo constantemente por sus bienhechores. Igualmente ustedes que se ofrecen como almas victimas, aun con el trabajo que es arduo, y no renegando, sino antes bien, ese trabajo ofreciéndolo a vuestro Dios. El Señor os toma esa ofrenda, uniéndola a la Sagrada Pasión tan dolorosa dándole merito. En Cristo os pueden ser luz del mundo, sin salir de su casa, solamente con  la ofrenda de su enfermedad. Ofreciendo con amor su enfermedad, su trabajo, la mujer ofreciendo el cansancio de sus quehaceres. Cada uno en el ofrecimiento de abstenerse de  lo que mas le gusta; de ver Televisión, de ponerse aquel vestido que tanto les gusta. Yo a toda ofrenda le doy merito, aun sin darse cuenta, ustedes ya son luz del mundo. Porque Yo el Señor tomo su ofrenda en Mi, la unifico en Mi, le doy merito Redentor en Mí.  Para muchas almas las cuales están en el destierro, y ellas vuelven al camino de la verdad. Hijos su alegría será grande en el Reino, por su ofrenda de amor. Yo  el Señor los preservo de la pena en el purgatorio, porque les amo mucho, soy vuestro Jesús, y quiero que mis hijos en Mí sean en este mundo, y en Mi lleguen al Padre Celestial. Os amo, Dios con ustedes.

Yo vengo a ustedes, vengo buscando corazones dispuestos. Cada uno de ustedes son mis hijos, son mis muy amados y a cada uno les digo; Mi muy amado, Mi muy amada, pidan por su salud espiritual, por una conversión de  sus familias. Pidan porque sus familias sanen en el fuego, el fuego del amor. Cada uno os tiene diferente padecimiento, otros mas os dicen. > Yo estoy sano.   - Mas en todos veo  enfermedad, no hay uno solo sano. Se que presurosos me piden la salud de su cuerpo, quiero que me ofrezcan su enfermedad, por la salud de su espíritu. Mas Yo la tomo como una ofrenda. Qué me piden, que haga con su ofrenda. Piénsenlo por un momento. Que es lo que me entregan, y que es lo que me piden. Aunque es poco lo que me ofrecen, pero cuando sale del corazón, para Mí es una ofrenda muy hermosa. Muchos dicen.  > ¿Señor que te ofrezco?   - Y te digo, ofréceme  tu respiración, ofréceme tu voz, tu oído.  Ofréceme tu pensamiento, ofréceme tu corazón, ofréceme tu vida.  Ofrece tus pensamientos, ofréceme todo, porque quiero que tu mismo me ofrezcas tu todo. Y Sabes, Yo tomo tú todo en Mi.  Me gusta que de todo corazón se ofrezcan a Mí, como una ofrenda. Muchos piden por sus hijos, otros mas me piden por aquellos los que están lejos de ustedes. Y Yo les digo que para Mi no hay distancia, Yo  estoy con cada uno de mis hijos, y me gusta mucho que me confíen a sus hijos. Que los esposos se confíen los unos a los otros, al Señor. Me gusta tanto que los esposos oren el uno por el otro. Me gusta tanto cuando los veo besarse en un amor santo. Me gusta tanto el amor entre los matrimonios. Me gusta ver el amor entre hermanos, entre padres e hijos. Entre amigos, y entre la comunidad. Soy Dios, el Dios del amor, el Espíritu Santo. Ahora piensa solamente en Mi, toco tu interior. En unos encuentro heridas, en otros mas cicatrices, que no han cicatrizado bien. Muchos de mis hijos han perdonado a medias, todo lo que necesitan os lo doy. Aunque son peregrinos en este mundo, mas en  este peregrinar quiero darles pensamientos santos, deseos santos, anhelos santos. El que ustedes  sean misericordiosos en el Espíritu Santo, esto es lo que quiero. Benditos hijos tan queridos, algunos les doy salud en el cuerpo, pero a todos les doy salud en el espíritu. Aquel que no perdona no esta sano, y el que no quiere perdonar, Yo le respeto pero seguirá en esa enfermedad. Os les digo que esa enfermedad te llena de cáncer en tu espíritu, y  en tu cuerpo.
Derramo en este momento misericordia en ustedes, al estar intercediendo. Ahora quiero que oren los unos  por los otros, aquí estoy con ustedes, soy el buen pastor. Cuido de mis ovejitas tan amadas, que Yo sano sus heridas.

Mi amantísimo corazón está abierto para todos ustedes. Yo el Señor traigo a todos mis hijos a Mi. Les hago grupo de  oración en Mi, quiero que caminen en Mi, y Yo en ustedes. Les he hablado de viva voz, algunos de ustedes han sanado. Os algunos mas irán sanando, mas también  tomo como medio a los médicos de este mundo, para dar salud. Soy el Padre Yahvé, hijitos que se reúnen en Mi Santo  Nombre, en el Nombre de Cristo, y en el Nombre del Espíritu Santo, os les llamo Trinitarios. Os están con nosotros y nosotros con ustedes.  Somos la Trinidad  Santa con ustedes. Benditos hijos, ustedes ya no son del mundo, les he hablado de viva voz, y les hablo, vengan a Mi, sus días están contados. Ustedes no son  de este mundo, su peregrinar está por terminar, e iniciar una nueva  vida en Cristo, en el Reino de los cielos donde estarán eternamente. Mas les digo, busquen ser campeones, no sean mediocres, y digan. > Quiero un rinconcito en el cielo. El último lugar, no mas con que no me pierda.  - Asi no pueden llamarse guerreros de Dios, aspiren a lo mas grande, aspiren a estar junto al Padre celestial. Ustedes lo  pueden en Cristo, lo pueden en el Espíritu Santo, aspiren a ser unos grandes santos. Ustedes están siempre tentados, en ese momento cuando satanás quiera hacerles caer en la tentación, presuroso hablen y digan.  > Ayúdame Señor, no me dejes caer. MaríaSantísima, protégeme soy tu hijo. Oh Señor asiste a mi hijo, que son tuyos. Tu me los has prestado, tu sabrás lo que haces de ellos, no permitirás que se pierdan. Aquí esta mi esposo que anda en mal camino, tu lo traerás, tu lo has unido a mi, somos una sola carne.  Señor Dios, si quieres tomar mi carne  para sanar su espíritu, Yo te la ofrezco. Con tu ayuda puedo, porque sola soy débil.  > Aquí esta mi esposa, tiene un carácter fuerte,  y por su carácter me exalto. Señor te entrego su carácter, para que en tu carácter, mi esposa sea santa.  - Me gusta mucho que oren y que me hablen con sencillez, con amor, esperando siempre de Mí. Sepan que Yo estoy con ustedes y que Yo quiero que ustedes y Yo, seamos uno. Les he hablado tanto de los Sacramentos, de que Yo soy Jesús Sacramentado, del valor de los Sacramentos que son vida para ustedes. A muchos  los he escuchado que dicen.  >  Jesús habla muy repetitivamente.  - Y Yo les seguiré hablando si es necesario, porque  los Sacramentos es la vida para ustedes. Empiecen una vida nueva, muchos de mis hijos os dicen.  > Soy pecador y no recibo a Cristo.  - Eso  no viene de Mi, viene de Satán. Yo estoy  para perdonarles sus pecados.

Yo quiero un pueblo  Santo, y quiero que sean todos ustedes en Mi mismo amor. Os ustedes les llamo miembros de Mi cuerpo, y os les digo, Yo soy  cabeza de ustedes. El cuerpo y la cabeza están unidos, y todos forman un solo cuerpo. Alégrense, alégrate pueblo de Dios, que está contigo. Yo estoy dialogando  con ustedes de viva voz.
Enlacen en el Santo Rosario a toda la delincuencia organizada, enlácenla con fe, y átenlos para que ellos no puedan caminar mas,  hacia el mal. Antes bien, se queden enlazados en el Santo rosario de María Santísima. Quiero que mis hijos queden enlazados en el santo rosario, que ellos alcancen la conversión, y el arrepentimiento de sus pecados, que no se pierdan.

Vengan hijos que el mal les quiere llevar a ese lugar donde el mal, les hará sufrir mucho. YO SOY Jesús, vengan, Yo he pagado por ustedes, y si han pecado, sepan que Yo quiero que se arrepientan de el, para darles vida nueva.

 Estoy aquí con ustedes, yo he venido a quitar la venda de sus ojos. Que hace aquel, al que le son quitadas las vendas de los ojos. No podrán ver mis pequeños, porque  apenas se les han quitado las vendas, una vez que se van  adaptando a la luz, y sus ojos  van tomando fuerza, se alegra grandemente de la luz. Eso pasa en el espíritu, también tiene  sentidos, también ve. Muchos ven con los ojos de la  carne, mas muchos ya ven con los ojos del espíritu, porque les han sido quitadas las vendas.  Apenas empiezan a ver algunos, ciertamente ay a quien se le quiere quitar las vendas, pero prefiere ser ciego. Y  tiene ojos, pero no quiere ver. Me da tristeza  profunda, cuando Yo el Señor he venido a liberarlos, a quitar las vendas de los  ojos, a quitar la mordaza de su boca, y quieren seguir mudos, quieren seguir sordos. Os quieren seguir paralíticos en el espíritu. Ahora les pregunto a ustedes que les he quitado las vendas, Qué es lo que ven. Ustedes dirán presurosos, Vemos las cosas del mundo Señor. Y Yo les digo, es tiempo de que ya vean con los ojos del espíritu. Yo les he hablado de viva voz, ya es tiempo de que ustedes ya dejen la ceguera. Acaso ustedes dirán.  > Yo vivo en el mundo.  - Si, vives en el mundo ciertamente eres carne y eres espíritu, pero sabe que  Yo ya no te quiero en los del mundo. Si te hablo es porque Yo te  he dado poder, para que domines al que te quiere dominar, con  la tentación que te pone. Haciéndote caer en el pecado y  para que vayas al mundo, y a las  cosas del mundo. Han sido liberados, ustedes ya ven, ya escuchan, y ya hablan, han sido liberados de la parálisis. No sigan pues, mudos, ciegos, sordos y paralíticos, porque han  sido liberados, soy vuestro Jesús.


Les amo   

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