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María Santísima intercede por
cada uno de sus hijos. Ella misma como una madre amantísima, esta intercediendo
por cada uno de sus hijos, escuchemos sus ruegos. Oh Padre, mira que ella es
una madre amantísima, que ama con el mismo amor, del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo, porque en ella mora el amor. El amor de María Santísima es el
mismo amor, de la
Santísima Trinidad.
María Santísima está orando e intercediendo por cada de ustedes.
Dichosos todos mis hijos que se sienten muy amados de María Santísima. Benditos
sean mis hijos que dicen. >
Jesucristo es Mi Señor. - Dichosos los
que saben que Yo soy el salvador, dichosos los que confían en Mí. Pues aquel
que os con fe espera de su Señor Jesús, reciben de Mí, por la fe y
esperanza que tienen en su Señor Cristo
Jesús. Muchos fueron hoy llamados, pero muchos tuvieron que hacer. Este es un
encuentro con Dios vivo y verdadero. Una cita de amor que nos damos,
benditos ustedes que en espíritu vienen
a entregarse, al espíritu mismo que tanto les ama, el Espíritu de Yavhé. El
Espíritu Santo que os dió Jesucristo a su pueblo. Oh Padre aquí están mis hijos muy amados, os míralos en Mí, y
gloríate de cada uno de ellos. Vengo con
cada uno de ustedes y les llamo, y les beso. Soy vuestro Señor Jesús.
> Hijas, hijos, soy vuestra Madre María
Santísima, les amo, crean. Mi Hijo está
con ustedes y os quiere estar en
ustedes. El quiere estar dentro de
ustedes con su Espíritu, y el espíritu en el suyo, os ha venido a formar una
sola iglesia. A dar su espíritu a cada
una de sus hijos unificando a toda su iglesia en un mismo espíritu, en un mismo
cuerpo y en un solo Señor Jesús. Todos una iglesia con un solo Padre, os Yahvé
el Señor. Soy vuestra Madre María Santísima, son mis chiquitos, mis niños, mis
muy amados. Benditos chiquitos, les hablo a ustedes aquí, os recen el Santo
Rosario, que no les de flojera, recen el Santo Rosario. Recen y oren en
meditación la coronilla de la Divina Misericordia.
Sean perseverantes en esta visita al Santísimo, en adoración a la sagrada
Pasión de mi Hijo tan querido, donde se gloría en tener ese diálogo con
ustedes. Os el Señor espera ese momento en el cual hay una cita de amor en su
casa santa. Donde dialoga y os espera el dialogo con sus hijos. El Señor se
entristece por tantos pecadores, y muchos que
no os escuchan su llamado. Os
dice; - Ven, te hago el llamado,
arrepiéntete de tus pecados. Quiero que vivas.
> Ahora estoy Yo con ustedes,
aunque para muchos no soy visible. Pero
me mirarán, con Mi Hijo muy querido
Jesús. Mi querido Hijo esta muy próximo a venir, y Yo os vendré con Mi
amado Hijo. Os vendremos y ustedes me contemplarán la venida de Mi Hijo
tan querido Jesús de Nazaret, con todo
su pueblo será visible para todos. Descenderá acompañado de los Ángeles que
vendrán anunciando la venida del Rey, con trompetas, tamboriles, flautas, y
panderos. Será una gran fiesta
celestial, os entre cánticos de Santos y
Ángeles os vendrá el muy amado. Será una alegría grande para los que le aman, para otros mas, será
motivo de espanto, de terror. Pues sepan
que el mal tiene miedo, un miedo
infinito, terror al Señor Dios Jesús,
que les ha redimido a todos ustedes. Y que es terrible para su enemigo. Yo les
amo mucho, soy vuestra Madre María Santísima. Ciertamente vienen tiempos
terribles para muchos, pues os les digo que el hombre quiere imponer su
voluntad sobre todo el pueblo. Mas bendito sea el pueblo de Dios que se
abandona en el Querer de Dios, vuestro
Dios que tanto les ama y no les dejará. Pues Dios es el Todopoderoso que os
envió el Maná, a su muy amados, a los que sacó de la
esclavitud y os llevó lejos del Faraón. Aunque estos mis hijos, algunos, no
alcanzaron a llegar a la tierra prometida por su pecado, por su desobediencia y
maldad. Mas les digo, benditos los que hacen, lo que el Señor les ha pedido,
y os les dice, esta con ustedes. La
tierra prometida la ha ganado el Señor para todos ustedes, el Reino de los
cielos en Cristo Jesús. El mismo es
guía, es pastor, el mismo Señor, el mismo es Dios, el mismo es Padre y Señor.
Oro e intercedo por ustedes, en Mí no se van a perder, les prometo, en Mí no se
pierden, soy vuestra Madre María Santísima que intercedo ante Mi Hijo tan
querido. Y Mi Hijo os se duele de mis
lágrimas y os dice. - Oh Madre tan
querida, no te puedo negar nada por tus
lágrimas. Mira Madre, fue un gran pecador.
> Y Yo le diré, Os Hijo,
acuérdate que se reunía por amor a ti,
en adoración a tu sagrada Pasión tan dolorosa.
Tu fuiste disminuyendo su pena temporal en el purgatorio. Os no vaya al
infierno Hijo amado. No ves que ellos te amaron y te aman. Perdónales sus
pecados, y como tu me los has entregado como mis hijos, Yo como su madre, y ellos que me han llamado Madre mía, Yo no quiero
dejar a mis hijos fuera. Os mira mis lágrimas que derramo por mis hijos, Que no
se pierdan, sálvalos. Tu ya los has redimido, sálvalos y perdónales.
-Os Madre mía, ciertamente Yo te los entregué en esta agonía tan
dolorosa, en la santa cruz. Pasa pues con ellos Madre mía, pues ciertamente eres su madre, y ellos tus hijos.
Pasa con ellos Madre mía, ciertamente os no se perderán, porque Yo ya los redimí. Y porque tu me lo pides Madre mía, mas ellos
irán al lugar que les corresponde, según sus obras de misericordia y su
obediencia. > Yo intercedo por ustedes hijos amados, Yo os amo y en verdad
les digo, que si os estuvieran en el último lugar por su desobediencia, por su
pecado el cual ustedes arrepentidos confesaran. Porque les digo que les
asistiré en el último día para que reciban los Sagrados Sacramentos. Y no se
vayan sin Mi Hijo muy amado Cristo Jesús, y os ustedes en Mi Hijo tan querido.
Yo os les digo vuestra Madre María Santísima, en Mí no se perderá ni uno de
ustedes. Yo os amo mucho este grupo de oración, Jesús Eucaristía. Este grupo no
fue fundado por nadie, no fue formado por hombre alguno, sino por el Dios vivo,
Dios verdadero, Jesucristo, Mi Hijo tan querido, y que planes ha tenido y os
tiene. Muchos de mis hijos en su falta de fe, os han hecho de este grupo de
oración, motivo para que os critiquen, y
para que otros más os digan. > ¿El
Señor ciertamente hablará?. > Ahora
les digo, orad por todos aquellos que le abren la puerta al mal. El mal quiere
hacer su obra destructiva en aquel que busca seguir adelante. Seguirán bajo la
protección y amparo de Jesús, y María. Os les amo a todos, soy vuestra Madre
María Santísima, y todo el que este en obediencia a su Señor, os les digo. La
obediencia es grata al Señor. Dichoso el que no critíca a su hermano. Dichoso
el que no es juez de su hermano, porque Yo les digo, por su misericordia, el
Señor será misericordioso. Mas aquel que es juez de su hermano será juzgado. No
juzguen pues, para que no sean juzgados. Os amen. A Dios vivo le gusta que se
amen en su mismo amor. Ámen hijos amados, soy vuestra Madre María Santísima,
les amo.
- Yo estoy con mis hijos, con Mi pueblo que tanto amo. Pero hijos Yo quiero
ser en ustedes, os quiero que Mi Espíritu sea morada en ustedes, Soy vuestro
Señor Jesús, os Mi Espíritu os doy. No rechacen pues, al Espíritu de Dios, no rechacen al Espíritu
Santo. El quiere quedarse en ustedes, y darles vida. Quiere guiarles, e
instruirles. El Espíritu Santo en
ustedes, os aleja a las tinieblas. En su docilidad, en su obediencia, en su
entrega, y dando su Fiat, al Espíritu Santo. Que en el permanecerán en perfecta
obediencia. El Espíritu Santo se duele de un alma humilde. Soy vuestro Jesús,
les doy Mi Espíritu, reciban Mi Espíritu. Cómo esta su morada, No Recibirán al Espíritu
Santo, en un espíritu sucio, pestilente. Dichosos los que están en gracia de
Dios, y en los que el Espíritu Santo os dice; Son mis muy amados y Yo soy su pastor y guía. Soy
vuestro Dios, Yo me glorió de todos ustedes. Soy Dios con ustedes, y en ustedes.
En esta tarde nos hemos dado una
cita de amor. Mas quiero que se arrepientan de todo corazón de su pecado, os
quiero que se arrepientan haciendo examen de conciencia. Arrepiéntanse
hijos. Os quiero dar sanidad interior,
la he dado una y otra vez, pero mis hijos se siguen llenando de lepra por el pecado. Os
arrepiéntanse.
Aquí están mis Ángeles, y donde
estoy Yo están mis santos. Donde está el Señor están los suyos, y os les digo,
ustedes que están en comunión con su
Dios y Señor, con ustedes siempre hay Ángeles. Siempre en esa comunión de
los Santos, Yo permito que mis hijos
dialoguen con ustedes. Yo permito que vengan. Oh hijos amados esta es una
gracia muy especial que os permito, y es la que doy algunos. Mas estén
despiertos, vigilantes porque el mal está al acecho, y en todo momento os trata
de confundirles. Hay muchos falsos profetas,
muchos os hablan anunciando la buena
nueva según el hombre, y no según el Espíritu Santo. Os cuidaos mis
hijos. Permito la comunión de los Santos. Hijos que las Sagradas Escrituras
siempre estén con ustedes. Oren y mediten con las Sagradas Escrituras. Las
Sagradas Escrituras siempre con ustedes,
pidiendo al Espíritu Santo, el don de la Palabra.
Esta tarde es de sanidad, Yo soy
el Divino médico, de Mi les viene toda sanidad. Yo doy salud en el espíritu,
doy salud en el alma, y en el cuerpo. Yo quiero que os cuiden de su salud. No se embriaguen, no tomen ese vicio de
fumar, os les hace daño. Les he hablado tanto que no tomen esos refrescos
negros, os les hacen daño, no tomen aquello que tanto les hace daño. Os toman
tanto refresco. No lo tomen, ciertamente se que ustedes como los niños, buscan
siempre lo que es agradable al paladar, a su lengua. Os hijos pueden tomarlos,
porque os ustedes viven en el mundo. Mas
con tristeza veo que algunos toman tanto refresco, que os me aflige. Porque
ustedes enfermarán su cuerpo. Hay tantos
que enferman porque descuidan su cuerpo,
y su carne. Ustedes mismos,
cuídense, tomen mucha agua, pueden tomar
agua de frutas, coman verduras. Miren que Yo lo he creado todo para bien de
ustedes. Mas mucho ha sido contaminado por el hombre, el hombre al usar esos
químicos que os ponen a las plantas,
esos herbicidas para matar la plaga, eso
es daño para todos. Quiero que todos se cuiden porque les amo, y Yo hoy les he
dicho, quiero darles salud.
Hagan una ofrenda de lo que
tienen, de todo aquello que poseen, de sus familias, y ustedes mismos háganse
ofrenda a Dios. Alegraos y como hijos de Dios, y María Santísima levanten sus
manos, como el niño que pide a su padre diciéndole. > Vengo enfermo, sáname. - El enfermo os toma la medicina, el médico
prescribe lo que debe de hacer el enfermo en orden. Si éstos están en orden, sanarán.
Mas si están en desorden, enfermarán mas. Yo quiero que ustedes con fe pidan y
reciban. Algunos los he tomado como un medio, para traer almas a Mi. Os les digo, no sean almas victimas. En
verdad les digo, que con su ofrenda, y por medio de ustedes, Yo quiero sacar muchas almas del purgatorio,
para que quede saldado ya su tiempo en ese lugar de purificación, y salgan.
Yo el Señor le digo, estas almas que
salen del purgatorio, están intercediendo
continuamente por ustedes y por los suyos, os por su descendencia, y por
las generaciones venideras. Porque son
almas muy agradecidas, son almas de amor, porque ya están juzgadas. Y al entrar
al Reino de los cielos, siguen intercediendo constantemente por sus bienhechores.
Igualmente ustedes que se ofrecen como almas victimas, aun con el trabajo que
es arduo, y no renegando, sino antes bien, ese trabajo ofreciéndolo a vuestro
Dios. El Señor os toma esa ofrenda, uniéndola a la Sagrada Pasión tan
dolorosa dándole merito. En Cristo os pueden ser luz del mundo, sin salir de su
casa, solamente con la ofrenda de su
enfermedad. Ofreciendo con amor su enfermedad, su trabajo, la mujer ofreciendo
el cansancio de sus quehaceres. Cada uno en el ofrecimiento de abstenerse de lo que mas le gusta; de ver Televisión, de ponerse
aquel vestido que tanto les gusta. Yo a toda ofrenda le doy merito, aun sin
darse cuenta, ustedes ya son luz del mundo. Porque Yo el Señor tomo su ofrenda
en Mi, la unifico en Mi, le doy merito Redentor en Mí. Para muchas almas las cuales están en el
destierro, y ellas vuelven al camino de la verdad. Hijos su alegría será grande
en el Reino, por su ofrenda de amor. Yo
el Señor los preservo de la pena en el purgatorio, porque les amo mucho,
soy vuestro Jesús, y quiero que mis hijos en Mí sean en este mundo, y en Mi
lleguen al Padre Celestial. Os amo, Dios con ustedes.
Yo vengo a ustedes, vengo
buscando corazones dispuestos. Cada uno de ustedes son mis hijos, son mis muy
amados y a cada uno les digo; Mi muy amado, Mi muy amada, pidan por su salud
espiritual, por una conversión de sus
familias. Pidan porque sus familias sanen en el fuego, el fuego del amor. Cada
uno os tiene diferente padecimiento, otros mas os dicen. > Yo estoy
sano. - Mas en todos veo enfermedad, no hay uno solo sano. Se que
presurosos me piden la salud de su cuerpo, quiero que me ofrezcan su
enfermedad, por la salud de su espíritu. Mas Yo la tomo como una ofrenda. Qué
me piden, que haga con su ofrenda. Piénsenlo por un momento. Que es lo que me
entregan, y que es lo que me piden. Aunque es poco lo que me ofrecen, pero
cuando sale del corazón, para Mí es una ofrenda muy hermosa. Muchos dicen. > ¿Señor que te ofrezco? - Y te digo, ofréceme tu respiración, ofréceme tu voz, tu
oído. Ofréceme tu pensamiento, ofréceme
tu corazón, ofréceme tu vida. Ofrece tus
pensamientos, ofréceme todo, porque quiero que tu mismo me ofrezcas tu todo. Y
Sabes, Yo tomo tú todo en Mi. Me gusta
que de todo corazón se ofrezcan a Mí, como una ofrenda. Muchos piden por sus
hijos, otros mas me piden por aquellos los que están lejos de ustedes. Y Yo les
digo que para Mi no hay distancia, Yo
estoy con cada uno de mis hijos, y me gusta mucho que me confíen a sus
hijos. Que los esposos se confíen los unos a los otros, al Señor. Me gusta
tanto que los esposos oren el uno por el otro. Me gusta tanto cuando los veo
besarse en un amor santo. Me gusta tanto el amor entre los matrimonios. Me gusta
ver el amor entre hermanos, entre padres e hijos. Entre amigos, y entre la
comunidad. Soy Dios, el Dios del amor, el Espíritu Santo. Ahora piensa
solamente en Mi, toco tu interior. En unos encuentro heridas, en otros mas
cicatrices, que no han cicatrizado bien. Muchos de mis hijos han perdonado a
medias, todo lo que necesitan os lo doy. Aunque son peregrinos en este mundo,
mas en este peregrinar quiero darles
pensamientos santos, deseos santos, anhelos santos. El que ustedes sean misericordiosos en el Espíritu Santo,
esto es lo que quiero. Benditos hijos tan queridos, algunos les doy salud en el
cuerpo, pero a todos les doy salud en el espíritu. Aquel que no perdona no esta
sano, y el que no quiere perdonar, Yo le respeto pero seguirá en esa enfermedad.
Os les digo que esa enfermedad te llena de cáncer en tu espíritu, y en tu cuerpo.
Derramo en este momento
misericordia en ustedes, al estar intercediendo. Ahora quiero que oren los
unos por los otros, aquí estoy con
ustedes, soy el buen pastor. Cuido de mis ovejitas tan amadas, que Yo sano sus
heridas.
Mi amantísimo corazón está
abierto para todos ustedes. Yo el Señor traigo a todos mis hijos a Mi. Les hago
grupo de oración en Mi, quiero que
caminen en Mi, y Yo en ustedes. Les he hablado de viva voz, algunos de ustedes
han sanado. Os algunos mas irán sanando, mas también tomo como medio a los médicos de este mundo,
para dar salud. Soy el Padre Yahvé, hijitos que se reúnen en Mi Santo Nombre, en el Nombre de Cristo, y en el
Nombre del Espíritu Santo, os les llamo Trinitarios. Os están con nosotros y
nosotros con ustedes. Somos la Trinidad Santa con ustedes. Benditos
hijos, ustedes ya no son del mundo, les he hablado de viva voz, y les hablo,
vengan a Mi, sus días están contados. Ustedes no son de este mundo, su peregrinar está por
terminar, e iniciar una nueva vida en
Cristo, en el Reino de los cielos donde estarán eternamente. Mas les digo,
busquen ser campeones, no sean mediocres, y digan. > Quiero un rinconcito en
el cielo. El último lugar, no mas con que no me pierda. - Asi no pueden llamarse guerreros de Dios,
aspiren a lo mas grande, aspiren a estar junto al Padre celestial. Ustedes
lo pueden en Cristo, lo pueden en el
Espíritu Santo, aspiren a ser unos grandes santos. Ustedes están siempre
tentados, en ese momento cuando satanás quiera hacerles caer en la tentación,
presuroso hablen y digan. > Ayúdame
Señor, no me dejes caer. MaríaSantísima, protégeme soy tu hijo. Oh Señor asiste
a mi hijo, que son tuyos. Tu me los has prestado, tu sabrás lo que haces de
ellos, no permitirás que se pierdan. Aquí esta mi esposo que anda en mal
camino, tu lo traerás, tu lo has unido a mi, somos una sola carne. Señor Dios, si quieres tomar mi carne para sanar su espíritu, Yo te la ofrezco. Con
tu ayuda puedo, porque sola soy débil. >
Aquí esta mi esposa, tiene un carácter fuerte,
y por su carácter me exalto. Señor te entrego su carácter, para que en
tu carácter, mi esposa sea santa. - Me
gusta mucho que oren y que me hablen con sencillez, con amor, esperando siempre
de Mí. Sepan que Yo estoy con ustedes y que Yo quiero que ustedes y Yo, seamos
uno. Les he hablado tanto de los Sacramentos, de que Yo soy Jesús Sacramentado,
del valor de los Sacramentos que son vida para ustedes. A muchos los he escuchado que dicen. >
Jesús habla muy repetitivamente. -
Y Yo les seguiré hablando si es necesario, porque los Sacramentos es la vida para ustedes.
Empiecen una vida nueva, muchos de mis hijos os dicen. > Soy pecador y no recibo a Cristo. - Eso
no viene de Mi, viene de Satán. Yo estoy
para perdonarles sus pecados.
Yo quiero un pueblo Santo, y quiero que sean todos ustedes en Mi
mismo amor. Os ustedes les llamo miembros de Mi cuerpo, y os les digo, Yo
soy cabeza de ustedes. El cuerpo y la cabeza
están unidos, y todos forman un solo cuerpo. Alégrense, alégrate pueblo de
Dios, que está contigo. Yo estoy dialogando
con ustedes de viva voz.
Enlacen en el Santo Rosario a
toda la delincuencia organizada, enlácenla con fe, y átenlos para que ellos no
puedan caminar mas, hacia el mal. Antes
bien, se queden enlazados en el Santo rosario de María Santísima. Quiero que
mis hijos queden enlazados en el santo rosario, que ellos alcancen la
conversión, y el arrepentimiento de sus pecados, que no se pierdan.
Vengan hijos que el mal les
quiere llevar a ese lugar donde el mal, les hará sufrir mucho. YO SOY Jesús,
vengan, Yo he pagado por ustedes, y si han pecado, sepan que Yo quiero que se
arrepientan de el, para darles vida nueva.
Estoy aquí con ustedes, yo he venido a quitar
la venda de sus ojos. Que hace aquel, al que le son quitadas las vendas de los
ojos. No podrán ver mis pequeños, porque
apenas se les han quitado las vendas, una vez que se van adaptando a la luz, y sus ojos van tomando fuerza, se alegra grandemente de
la luz. Eso pasa en el espíritu, también tiene
sentidos, también ve. Muchos ven con los ojos de la carne, mas muchos ya ven con los ojos del
espíritu, porque les han sido quitadas las vendas. Apenas empiezan a ver algunos, ciertamente ay
a quien se le quiere quitar las vendas, pero prefiere ser ciego. Y tiene ojos, pero no quiere ver. Me da
tristeza profunda, cuando Yo el Señor he
venido a liberarlos, a quitar las vendas de los
ojos, a quitar la mordaza de su boca, y quieren seguir mudos, quieren
seguir sordos. Os quieren seguir paralíticos en el espíritu. Ahora les pregunto
a ustedes que les he quitado las vendas, Qué es lo que ven. Ustedes dirán
presurosos, Vemos las cosas del mundo Señor. Y Yo les digo, es tiempo de que ya
vean con los ojos del espíritu. Yo les he hablado de viva voz, ya es tiempo de
que ustedes ya dejen la ceguera. Acaso ustedes dirán. > Yo vivo en el mundo. - Si, vives en el mundo ciertamente eres
carne y eres espíritu, pero sabe que Yo
ya no te quiero en los del mundo. Si te hablo es porque Yo te he dado poder, para que domines al que te
quiere dominar, con la tentación que te
pone. Haciéndote caer en el pecado y
para que vayas al mundo, y a las
cosas del mundo. Han sido liberados, ustedes ya ven, ya escuchan, y ya
hablan, han sido liberados de la parálisis. No sigan pues, mudos, ciegos,
sordos y paralíticos, porque han sido
liberados, soy vuestro Jesús.
Les amo
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