lunes, 25 de junio de 2012

Mensaje 25 de Mayo 2012













Hijos tan queridos y amados, Yo me he quedado para darles vida, y estoy aquí. Soy vuestro Dios, Jesús Sacramentado y aquí estoy con cada uno de mis Sagrados Sacramentos, para ustedes. Para darles vida, en verdad les digo, que mi Iglesia son todos ustedes, son toda mi Iglesia Sacerdotal. Benditos hijos tan queridos, Yo estoy en cada templo, estoy esperándoles para darles vida nueva. Para borrar de ustedes esas manchas, en el perdón de sus pecados. Dichosos los que se arrepienten y dicen.   Señor, se que Tú me has redimido, se que Tú me amas, y se que por amor has tomado a este sacerdote. quien por medio de él, me vas a dar hoy vida nueva.  > Tengan fe,  alégrense y arrepiéntanse de sus pecados. Arrepiéntanse de todo corazón, el que se arrepiente de su pecado, y el que dice.  > Señor me duele mucho el haberte ofendido. me duele mucho porque eres infinitamente bueno, y  tu misericordia es eterna. Señor, yo miserable pecador, he pecado, y te he ofendido.  más vengo humillado ante Ti, a decirte que te amo, y que estoy arrepentido, para que me perdones mis pecados.  > Hijos amados, benditos sean todos los que se arrepienten de su pecado. Más no olvidéis que mi Iglesia es Sacramental, y que su Señor está con ustedes. Y que por medio de los Sagrados Sacramentos, Yo les doy vida nueva.
Hoy quiero que me saluden, con un.   Te amo. Señor vengo a verte. Señor, creo firmemente que estás aquí esperándome, creo firmemente Señor, que Tú quieres ser en Mí.  Creo firmemente Señor, que Tú me escuchas. Creo firmemente Señor Dios, que estoy aquí, no por obra de la casualidad, sino porque Tú me has llamado, y me diste el regalo de escucharte. pues entre todas las voces, escuche una que me decía.  > Hijo amado, te estoy esperando.  Benditos, a todos les bendigo, y les doy mi paz.
Sepan que ustedes están en el mundo, pero os les digo, que aunque están en el mundo, ya saben entre lo que es bien, y lo que es mal, entre lo que es pecado, y lo que es la gracia.
Yo les digo, que este Grupo de oración, Yo lo funde con amor, no fue hombre, ni mujer alguna. Yo os quise que ustedes y Yo, nos diéramos esta cita de amor. Y os les digo, que si vengo y los encuentro con un corazón dispuesto a su Señor, y me dicen.  > Señor aquí estoy, vengo a Ti. gracias Señor, porque me diste el regalo de escuchar el llamado que me hiciste. Señor Tú me conoces muy bien, y sabes lo que hay en mi interior. Señor sana mis heridas. aquí están mis hijos, aquí está mi esposa y venimos a entregarnos, Tu nos has unido como familia. Oh Dios aquí estamos, venimos a entregarnos, y a decirte Señor, Tú nos has entregado a nuestra Madre Santísima, permite Oh Señor Dios, que amemos a vuestra Madre como Tú la amas, y queremos darle la gloria y la alabanza, a la más Santa, nuestra Madre Santísima, en tu mismo amor, y os en el amor de María Santísima. Señor, ser siempre fieles a Ti.
 > Benditos sean ustedes, que con fe han venido, y os me dicen.  > Señor aquí estoy y Yo les digo, vengan a Mí, quédense en Mí,  y vivan en Mí. Cuanto deseo que en ese abandono a Mí, me digan, Señor, yo quiero que Tú me envíes. quiero ser tu enviado, pero quiero que Tú vayas en Mí. Tu sabes que yo solo no puedo nada, pero en Ti, yo todo lo podré. dame el espíritu de valentía.
  Vivan en Cristo y para Cristo, y díganle.  > Señor aquí estamos, venimos ante Ti. esperando de Ti y esperando para nuestra familia. esperando de Ti Señor, para nuestra casa. esperando de Ti el socorro y el auxilio, pues Tú eres nuestro Dios, y nosotros somos tus siervos. aquí estoy necesitado. quizá Señor Dios Todopoderoso, por mi pecado yo sea indigno. lo soy, y lo reconozco delante de Ti. pero sabes Señor, que es más grande tu amor y tu misericordia, que todo mi pecado. tu sabes que vengo con un corazón dispuesto a Ti, arrepentido, y  también necesitado.
 Ámense los unos a los otros. En ese amor, unos a los otros aliéntense, y digan.  > el Señor está con nosotros.   Unos a los otros, consuélense y díganse siempre. Aquí estoy, quiero en Cristo darte consuelo, y quiero que tu como mi hermano me digas, en que te puedo ayudar.
 Yo no les dejaría. Ustedes viven porque Yo les doy vida.  Comen, porque Yo mismo el Señor, lo he creado todo para ustedes, para su bien, para que coman, para que vistan, y para que calcen. Les doy las fuerzas para trabajar, y estoy  también al pendiente de ustedes. Muchos de mis hijos se desvían y van por el camino que ellos quieren, y no por el camino que el Señor Dios Todopoderoso, os les ha enseñado a seguir, y dicen.  >  Yo soy ahora libre.   > Y en esa libertad que os dicen, lo toman en un libertinaje, en el cual muchos se van al abismo.  Aconsejen a sus hijos, díganles que el Señor les ama. No les impongan, porque muchos ni tan siquiera me conocen. Háganme conocer  poco a poco, y díganles, el Señor te ama. Y os deséenles siempre bien a sus hijos, a sus esposos y a sus padres. A sus vecinos, deseen siempre el bien.
Ámense, el amor atrae más, que el que ustedes ofrecieran tantas cosas en este mundo. El amor sobre todo, atrae más una gota de miel que un barril de hiel. Así les digo que el amor atrae, el amor unifica,  y el  amor siempre es servicial, de los unos para los otros. ámense hijos amados.
Bendito el que se arrepiente de su pecado, que llora y gime,  y dice. > Señor no sabía lo que hacía, perdóname Señor, ten compasión de mi. mírame, soy tu redimido Señor, yo se que es más grande tu amor, tu misericordia, y tu perdón, que todo mi pecado.   > Yo tengo compasión de esos hijos, y no mueren, sino viven.
Ustedes que dicen.  > Bendito sea mi Señor, que nos ha dado una Madre, una Madre amorosa. nosotros estamos protegidos,  porque mi Madre intercede, y me alcanza todo de mi Señor. y yo en mi Madre espero todo, aún la salvación de mi alma. porque mi Madre siempre está pidiendo, para que yo siempre esté con mi Señor, como su hijo, en Él.  > Mi Madre muy amada es con ustedes, dichosos los que dan gloria a su Señor, y le dan la alabanza y la adoración. Por tan hermosa Madre  que les ha dado,  benditos sean.
Yo con ustedes estaré hasta el fin de los tiempos. Pero crean que estoy con ustedes, y crean que estoy en ustedes. Y si creen que Yo soy en ustedes, su felicidad será muy grande. Porque Yo el Señor Dios Todopoderoso, en ustedes me siento muy amado, cuando me dicen.  > Señor Bendito y alabado seas. Que te has dignado bajar del cielo, y te has dignado quedarte en mi. Sabes Señor, Tú en mi y yo en Ti. Creo firmemente que ya estoy allá, donde Tú estás. En tu Trono Celestial, en el Reino de los Cielos.
  El que anda en el mal, siempre encontrará mal. El que está en el bien, siempre estará  lleno de alegría. Porque está en el bien, y aunque muchos están enfermos, pero dicen.  > Estoy con mi Señor, y mi enfermedad es en Él.  En mi Señor, soy fortalecido. Y mi Señor que es bueno, por medio de mi enfermedad, el sea pues consolado. Porque yo se que le da mérito a mi enfermedad, y a mi sufrimiento. Y está trayendo muchas almas, que quizá estaban perdidas desde hace mucho tiempo.   Crean, tengan fe. Yo le doy merito grande a su ofrenda, sea la que sea, cuando sale del corazón. Aún aquella ofrenda cuando ustedes dicen.   Señor, comí y yo te ofrezco esta ofrenda.  Cuanto deseo que Tú y yo, comamos siempre el alimento, que Tú ma das. Tú conmigo y yo contigo, y con mi Madre Santísima.
 > Yo soy su Dios y ustedes son mis hijos. Yo soy el Rey de Reyes, y ustedes todos en Mí reina. Yo el Señor os doy soberanía a mi pueblo, y son soberanos en Mí.  Aquel en el que Yo llegue y toque, y encuentre un corazón dispuesto a Mí. En verdad les digo, que reciben y reciben de Mí. No les digo que les prometo aquí las cosas,  de las que ustedes siempre apegan su corazón. Sino Yo quiero que tengan un desapego, a todo aquello que les aparte del  camino. Yo soy el Señor, y lo que Yo les doy es paz en su corazón. Una esperanza en vuestro Dios, y que vayan y lleven de  Mí, a los suyos, a sus vecinos, y a sus hermanos. Sí,  Yo soy el Señor Dios, y os quiero que todos me inviten a ir con ustedes a su casa, y Yo quiero ir con cada uno de ustedes.  Y os mi Madre Santísima está esperando, que ustedes le digan.   Madre mía, vamos, te necesitamos. Vengan a reinar Oh Jesús, y María.  En cada uno de los que me han confiado, si acaso ellos no saben de ustedes. Si saben de ellos y son suyos, esperamos de vos. Oh Señor mi Dios Jesús, y os de vos Madre tan amada,  vengan pues a reinar, a reinar en nuestro hogar. A reinar en cada familia, queremos  que nos acompañen a donde quiera que vayamos. Sin ustedes nos perderíamos y se que nos aman tanto, que no nos van a desamparar.  > Me gusta mucho que me hablen con sinceridad y amor.  Y tengan fe que estoy con ustedes. Muchos de mis hijos dan testimonio de la grandeza de su Señor, de lo que el Señor ha hecho en sus vidas, del milagro que han recibido de su Señor. Y os les digo, bendito aquel que testifica delante de su pueblo. Yo les digo, reciban todos según su fe, pues muchos dicen.  > Yo no doy testimonio, me van a juzgar de loco.  > Esto no viene de Mí, y lo que ustedes callan, lo proclamarán y darán testimonio las piedras. Porque todo lo que Yo hago, no quedará callado, sino antes bien, se sabrá. Porque la luz no puede quedar oculta. Cuanto deseo que digan.  > el Señor está conmigo. en mi Señor, nada me faltará.

  Yo quiero que para recibir mi Espíritu Santo, primero se preparen. Oren y den una ofrenda de amor.  Quiero que todos estén en gracia de Dios,  que estén arrepentidos de sus pecados, y digan.  el Señor mi Dios, me  ama,  me ha  redimido y me hace un hombre nuevo.
 > El tiempo no termina, sigamos en nuestras obras de Misericordia. Vayamos prontos y presurosos, que mis hijos esperan. Les hago un llamado a todos, mi Grupo de Oración.  Es un Grupo de Oración, Caridad, y Misericordia.  Hay más alegría en el dar, que en el recibir. Porque Yo recibo en cada uno de mis hijos, lo que ustedes por amor me dan.
Ustedes son mi viña y Yo cuido de ustedes. Y en verdad les digo, que en esta viña Yo siembro, y os cuido de lo sembrado. Aquellos que vayan y digan.  El Señor es mi Dios. Aquellos están en la verdad. También les digo, todos aquellos que inician, y que dicen, vengo a conocerte.  Irán a su encuentro y dirán.  > Refuérzalo Señor, para que este hijo no vuelva sus pasos.  > Yo soy el amor y Yo soy la misericordia. Quizá vendrían y me dirían.  > Señor aquí está lo que hemos ganado para Ti.  > y Yo les digo, ciertamente han ganado mucho para Mí. Pero, Qué han hecho con lo ganado. Van y lo guardan, lo esconden y dicen.  > Señor hoy trabajé mucho. mira te traje lo que yo conseguí para Ti.   > Pero Yo quiero que ya vayan, pues  ya han ganado mucho, y de lo mucho que han ganado, quiero que lo compartan.  Lo han ganado todos aquellos, que han dejado todo por Mí, su esfuerzo, y su valentía. Ustedes que dejan todo por Mí, les digo, Yo me doy todo a ustedes. Vayamos, ya es tiempo, todo aquel que dice, Señor, yo no se que hacer. Yo te digo, Yo te he enseñado el  camino a seguir, y Yo te he enseñado a trabajar.  Yo te enseñado a dar, y Yo mismo el Señor del amor, me he dado a ti.

Os tu dices a tu Madre.  > Madre mía, aquí está mi hijo quien se entrega a Ti. En esa entrega de su rosario, y os quiero Madre mía que tu te quedes como vuestra Madre que eres, y en el amor mismo de Madre, en cada uno de mis hijos. Y os que Tú, Madre mía,  recibas sus rosarios, y tu Rosario quede en el de cada uno de mis hijos, y que lo reciban con fe. Madre mía, Tu les cubrirás con tu manto, como tus hijos que son. Tú los defenderás, pues mira cuantos asesinos hay. Tú has recibido todo el poder para que Tù, Madre bendita, en ese poder Divino que se te ha dado, como Señora y Reina, os como Madre, Esposa e Hija predilecta del Padre. Has recibido todo poder Madre mía, para que Tú, Madre Santísima a una orden tuya, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, todo enemigo se aleje de mis hijos.  > Más ustedes permanecerán en mucha obediencia, siempre pidiendo a vuestra Madre. > Madre mía, Tu nos has recibido en tu seno, recíbenos ahora y para siempre, no nos dejes Madre mía.  > Y como el niño que permanece con su Madre, y tiene miedo al extraño, así permanezcan con su Madre. Y tengan mucho miedo a que el extraño les quiera hacer daño, y os quiera asesinarles. Les hablo del malvado satanás. Me gusta mucho el que ustedes digan, Jesucristo, queremos que en Ti, nos reciba nuestra Madre. Benditos hijos, en verdad en Mí, les recibe mi Madre tan amada, y el rosario de mi Madre, queda en vuestro rosario. Y su rosario queda en el de mi Madre, así unificados en mi Madre como sus hijos, y ella como vuestra Madre, soy vuestro Señor Dios, Cristo Jesús.
Yo soy amor, y ustedes en Mí, amarán con mi amor. Y ustedes en Mí,  vivirán en el amor, con que ustedes os aman. Que es el amor divino. Y en ese amor vivirán eternamente.

 Les amo.

Mensaje 18 de Mayo 2012



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Siempre seré Dios,  y nunca dejaré de serlo.  Dios es amor, misericordia, bondad, compasión, y perdón. Y Dios está  siempre con sus hijos, y dice, venid hijos amados, venid todos, venid aquellos que están muertos. Yo vengo a los muertos, y Yo les digo, Yo soy la vida, y quiero resucitarles.  Vengan, Yo soy el Dios único y verdadero, Yo les creado. Y les he creado con tanto amor, que he dado todo por ustedes. Siendo Dios, me hice hombre, y fue por amor a ustedes. A cada uno ya le he redimido,  aquel que diga, estoy muerto, pero quiero vivir. Vengan que Yo les doy vida nueva. Pero aquel que diga, Yo no quiero la vida, Yo no quiero a Cristo, y os se aleja de Cristo. No podrá tener vida.  Si, Yo soy el único Dios verdadero que les da vida, y la vida está solamente en Cristo, y sin Cristo no hay vida. Dichosos todos los que se arrepienten de su pecado, y que reconocen en verdad la bondad y la misericordia, de su Señor. Porque están en la misericordia, y en el amor mismo.
El tiempo pasa y no vuelve. Quiero que empiecen a orar, que tengan un tiempo exclusivo para su Señor, y este  tiempo lo quiero ahorita. Hoy cuando ustedes vienen, dicen, El tiempo ya pasó.  Y esto a Mí no me gusta. Pero el tiempo que pasó, quiero que lo recuperen. A Mí me gusta que lo hagan todo por amor, y una entrega a Dios. Y no que digan a lo que alcancemos, porque es decir, hay lo que le podamos ofrecer a Dios, es bueno. Pero dan prioridad al tiempo de ustedes. Ciertamente algunos que trabajan, Yo se que no lo hacen porque ellos quieran llegar tarde.  Pero si lo hacen queriendo venir a su Señor, aunque lleguen tarde,  aún saliendo tarde de sus trabajos. Pero Yo quiero la intención de corazón,  quiero esa intención de amor, y esa intención de entrega,  quiero esa intención en la cual digan.  > Yo doy todo por mi Señor, y empiezo a la hora que mi Señor quiere. Quiero estar con mi Señor, y quiero ese diálogo con mi Señor.  > Pero muchos solamente vienen a la hora que ellos quieren. Ciertamente les vuelvo a decir, si os tienen algo muy urgente, y si no llegan temprano porque aún no haya ese medio, el cual lleguen rápido, y otros porque trabajan. Yo estoy esperando igualmente a todos mis hijos con los brazos abiertos. Pero quiero la sinceridad de corazón, quiero que todos digan.  >  Es por amor, y  en el mismo amor yo quiero estar.  Cristo es  amor.
 > Benditos los que van con la intención de ir a mi Madre Santísima, y de quedarse en ella para siempre. Porque volverán ustedes, pero saben, mi Madre Santísima se quedará os con su espíritu, y se quedará con su alma. Saben, no hay distancia para Mí, el mundo en mi mano está. Y este mundo está entregado también a mi Madre Santísima, y ella lo ha recibido en ella. Así que para ella no hay distancias, ella les ama, y quiere esa entrega de ustedes a ella.  Ciertamente, mi Madre Santísima está en este lugar santo, ella quiso. Porque el mismo Dios quería que allí fuera edificada una Casa, para que ella, la Madre de todos ustedes, la Madre de Dios. Para esperar allí a todos sus hijos. Mi Madre Santísima está allí, con todo su ser, y con toda su Divinidad, porque Cristo le ha dado su Divinidad. Y mi Madre es Divina en Mí, y Yo soy de mi Madre, humano también, de mi Madre soy humano, y os mi Madre de Mí es Divina.  Somos uno y ustedes son hijos, de una Madre Divina. Pero les tengo una gran sorpresa, que algunos ya saben, pero algunos lo dudan. Ustedes también son Divinos en Mí, son familia Divina.  Alégrense y no estén tristes. Ciertamente en este mundo, van pasando por subidas y bajadas, por tristezas y alegrías, pasan por desiertos, y  por tiempos de bonanza. Hay tiempos de todo en este mundo, hay tiempos  de descanso, tiempos para trabajar, y hay unos tiempos también de llorar, y otros de reír. Hay un tiempo para descansar, un tiempo para dormir, un tiempo para hablar con su familia, un tiempo para vivirlo en unificación, siempre en la comunidad. Hay un tiempo para cada cosa y os les digo, en ese tiempo que hay para cada cosa, todo sea ofrecido en Cristo, y sea para Cristo. Que Yo voy con ustedes, y estoy con ustedes en todo tiempo y momento de sus vidas. Mi Madre Santísima está con ustedes,  como sus hijos tan amados que son, dichosos.  Yo soy en ustedes,  grábenselo. Soy en ustedes,  vivo en ustedes, los he traído a Mí. Ustedes ya no son más esclavos, son mis hijos y son en Mí. Yo quiero ser en ustedes, solamente por el pecado, no puedo estar en ustedes. Pero soy suyo, aún pecador, soy  tuyo, y espero que te arrepientas de tu pecado. Y con todo querer según tu voluntad, aún en mi Divina voluntad, tu quieras que Yo esté en ti y contigo.

Estoy lleno de alegría, y de júbilo, pues ustedes han reservado un tiempo, del cual Yo les pedí para que fueran con mi Madre Santísima. Y mi Madre Santísima está llena de alegría esperándolos. Y en verdad les digo, que hay muchos ángeles con mi Madre amada, los cuales están alabándole eternamente, y éstos ángeles mismos le dicen.  >   Oh María,  mira que todos tus hijos vienen a verte. Alégrate Oh María, alégrate, porque el Hijo único, el cual se engendró en Ti. Mira viene en cada uno de ellos, y ellos tienen la gran alegría de que el Señor Dios esté en ellos. Nosotros estamos con Dios, pero no tenemos a Dios en nosotros, somos de Dios y vivimos para Dios, estamos con Dios. Pero mira María Santísima, que ellos están llenos de Dios, y traen a Dios adentro, y vive Dios en ellos. Oh que dichosos son los hombres, en verdad María.  Mira como Dios vivo está dentro, vivo camina en ellos.  Como vienen ellos presurosos en tu Hijo muy amadísimo Cristo Jesús. Alégrate Oh María, y enjuga tus lágrimas por todos aquellos que te hacen llorar. Nosotros también queremos consolarte, nosotros te amamos, pero mira, ellos te aman en tu mismo  Hijo, Jesús nuestro Dios. Ellos mismos enjugan tus lágrimas con las mismas ganas con que Jesús dice.  > Madre mía, no sufras más, aquí estamos, te amamos y te amo Yo. No ahora Yo solo,  sino en cada uno de todos tus hijos.   Alégrense pues, que los  ángeles del Señor que están con María, dialogan siempre, llenos de alegría y de contento. Benditos sean todos ustedes que van a mi Madre Santísima, y Yo en ustedes,  le daremos una gran alegría a nuestra Madre Celestial. Soy vuestro Jesús y os les digo, en Mí, los hago hermanos míos.  Dios suyo soy, creador suyo, y redentor suyo. Pero que alegría el que ustedes son hermanos del mismo Dios. Hijos del mismo Dios, ustedes han sido llamados a la santidad, y santificados por el mismo que es Santo, el Espíritu Santo con ustedes.
Si entendieran el privilegio, y la alegría que Yo les doy, al quedarme en ustedes. Yo les digo, que los mismos ángeles quisieran estar en el lugar. Sabiendo que Yo Dios Todopoderoso, habito en ustedes.
En Mí, ustedes son hijos del Padre Celestial. Yo soy el Primogénito, pero todos ustedes en Mí, son hijos del Padre, y os en Mí llámenle, Padre mío, Padre amado.  Hablen con vuestro Padre.
Soy morada vuestra, de todos mis hijos, de toda la humanidad. Soy Dios de todos, benditos mis hijos que os dicen.  >  Jesús, vayamos por almas. Vente vamos por almas, vayamos Cristo. Mira que muchas almas se pierden, pero como yo por mi cuenta no puedo hacer nada, Tú,  tómame como un medio, para que Tú traigas esas almas. Vamos Jesús,  vamos, ven en mí, y tómame en Ti.   > A Mí, me gusta mucho que me hablen, que sean en Mí. En ese ánimo mismo, de dar la gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Y ustedes son esas almas que he traído a Mí.  Piensen el tiempo pasa, y muchas almas se están perdiendo, porque quieren hacer su obra por ellos mismos. Pero Yo quiero que lo hagan todo en esa fe, en Cristo Jesús. Tengan confianza que no les va a dejar, a todos les amo.

 Yo soy la luz, y la luz es mi Hijo. Mi Hijo es mi muy amado y su luz es mi luz, y la luz está con ustedes, que es nuestro Espíritu. Que alegría. Quiero que me reciban en su mente, en su corazón, y en todo su ser. Cuanto deseo que su espíritu sea en mi Espíritu, cuanto deseo que ustedes quieran caminar en Mí, y que lo hagan con fe.  Quiero que me den a conocer en sus mismas obras de misericordia. Cuanto deseo que me den a conocer en la paciencia, cuando hay impaciencia.   Oh cuanto les amo, les  beso, y beso su corazoncito, el cual está  latiendo y quiero que cada latido, sea uno en mi amantísimo corazón. Para que mis latidos sean en ustedes, y para que seamos un solo latido.  Todos ustedes en Mí, y Yo en cada uno de ustedes.  Que todos seamos un solo latido, el latido de Cristo en ustedes.  El latido de María Santísima que es en el mismo latido de Cristo. La morada de ustedes no es aquí, no busquen aquí su morada, de que les serviría, y que ganarían con tener una morada aquí, si es temporal.  Si, pronto se va acabar, busquen la morada en el Reino de los Cielos cada día, que Yo mismo el Señor Todopoderoso, al buscar esa morada en el Reino de los Cielos, Yo mismo el Señor Dios, que soy morada de ustedes. Yo mismo en Mí los llevo cada día al Padre Celestial, soy Dios  con ustedes.
Si supieran la alegría que siento, cuando ustedes van tan avanzados en la Sabiduría Divina, que Yo les he dado. Si supieran que Yo me alegro tanto, cuando ustedes han recibido tanto de Mí. Y todo eso que han recibido, no lo guardan solamente para ustedes,  sino llévenlo a muchos. Oh que alegría cuando dicen. Cuando le dicen a María Santísima. >  Soy testigo de Cristo, en Cristo  mi Señor.  Todo lo puedo, porque es mi Madre muy amada, e intercede por mi y alcanza para mí, todo de su amado Hijo Jesús. que es mi Señor. 

> Aquí estamos con ustedes los Dulces Corazones,  entregándonos en cada corazón.  Para quedarnos,  queremos que ustedes mismos, quieran darnos su permiso. Yo mismo Dios, les respeto,  y deseo que quieran, que nos quedemos en ustedes.
Los ángeles de Dios dialogan conmigo, y quieren la unificación de Dios, con toda su Corte Celestial.  La unificación de los Santos y de los ángeles con ustedes. Si supieran la alegría que hay en Mí, en esta unificación. Para muchos esto es ignorado, muchos no lo creen ni lo saben, pero Yo les unifico, como unos solos hijos. Los del Reino y los de ustedes, peregrinos en Mí.  Ustedes creen que todas estas verdades, Yo se las podría hacer saber, a los que no quieren escucharme, a los que no quieren oír. Ustedes me escuchan y saben las verdades del Reino de los Cielos, alégrense y vivan contentos, Yo soy vuestro Jesús.
Vayamos a la batalla. Ustedes piensan que aquí será un tiempo de paz, y de bonanza,  en el cual ustedes van a disfrutar plenamente de lo que el mundo les ofrece, que para muchos es motivo  de alegría y de gozo.  Miren cuanto se gozan en el chisme, en entregar su mente, y su voluntad a esas novelas. Cuanto se gozan en entregarse completamente en esos lugares,  los cuales son antesalas del infierno, en esas cantinas, y en esos lugares donde se reúnen de noche. En donde muchos a las sombras, cometen los pecados más abominables. Y para ellos es motivo de alegría y de grandeza. Esto se los hace saber satanás, y os les digo, que es motivo de vergüenza, y de muerte. Es motivo de degradación en todo su ser. Ellos no lo piensan, porque no han escuchado la palabra de Dios, pero ustedes me han oído de viva voz, y os les digo, conocen entre el pecado, y conocen entre la verdad. Lo han conocido todo, de vuestro Dios y Señor. Les vuelvo a decir escúchenme,  estoy dispuesto siempre, las veinticuatro horas de todos los tiempos de su vida, dispuesto estoy para ustedes.
Sigan trabajando para el Reino de los Cielos, sigan esforzándose. Quizá habrá días en los cuales dirán.  >  Señor hoy no tuve tiempo de comer.  > Pero  Yo te digo, ya hay un tiempo para que comas. Come, porque también no quiero que vayas a enfermar, y quiero que tu cuerpo también esté fuerte. Para que seas fuerte en los embates mismos de la vida. Yo soy tu Dios, y os quiero que te alimentes también del pan de la  vida, y quiero que te alimentes de la bebida que te refresca, y te da salud en tus órganos, y en todo tu ser, que es el agua. También quiero sobre todo que con fe, comas el pan de la vida, que es el mismo Dios. Dios Jesucristo en toda su Divinidad, en todo su Cuerpo, Sangre, y Alma. Yo soy todo alimento en el Espíritu y fortaleza también en la carne.  Y en la mente, soy Yo la verdadera bebida, os la Sangre Preciosa.
Cuanto deseo, cuando tienes una pena muy grande, que te abandones a Mí, y que me  digas.  > aquí está todo Señor, haz Tú lo que creas más conveniente, y yo esperaré en Ti. el día que tu quieras Señor, yo soy paciente en tu paciencia. Señor aquí están mis hijos, son tuyos. y Tú no vas a permitir que se pierdan, porque Tu los amas más que yo, y me amas a mí, más que ni yo mismo. Señor aquí estoy segura en tu amor, y tu misericordia.  > Benditos sean. Si ustedes supieran cuanto los amo.
Saben, es más hermoso estar en ustedes. Me lleno más de alegría, que ese mismo día que fue la transfiguración, en que Yo brille como lo soy.  Pero mi alegría más grande, es de estar con ustedes. Pues por amor Yo quise hacerme hombre, siendo Dios, y los redimí por amor, sufrí tanto, y lo último me di todo a ustedes, porque les amo. Deseo tanto hacerles conocer mi amor, deseo tanto hacerles conocer como los amo y que os perdono rápidamente. En cuanto ustedes se arrepienten de su pecado, en ese momento les lavo con mi sangre Preciosa, y lleno de alegría los traigo a Mí, y me hago uno en ustedes. Yo le digo a mi Padre. Padre, se arrepintieron, aquí está el que se arrepintió, Yo ya salde su cuenta, tómalo en Mí. Abrázalo Padre, abrázalo en Mí, mira el se ha quedado en Mí, y Yo en él. Que alegría Padre, mi Espíritu le damos.  Si entendieran que siempre estoy con ustedes, aunque no dejan un tiempo para Mi. Y cuando estén dormidos, les veo, y les contemplo, cuando están ustedes conmigo, y Yo en ustedes. Duermo en ustedes, y si os les sorprendiera por la noche ese llamado, de esta vida a la otra. En Mí entrarían llenos de alegría, llenos de contento. Y os me mirarían en ustedes, y en un momento mirarían esa entrada triunfal, con todos los ángeles que vinieran a su encuentro. Pues vendrían al encuentro de su Señor Jesús, y en Jesús a ustedes también, como hermanos vuestros que son todos los ángeles y santos. Los Ángeles van a cantar cuando lleguen, y os les digo que Yo les digo la verdad, ámense los unos a los otros,  vivan santamente. Amen mucho los Mandamientos de la Ley de Dios, amen mucho y vívanlos. Vívanlos y háganlos vivir, aún con su testimonio de vida. Quiero que confíen en Mí, y que me digan. >  Aquí esta tu familia Señor, seguiré orando y ofreciéndote sacrificios, en tu mismo sacrificio de redención. Uno todo mi sacrificio, en tu Sagrada pasión tan dolorosa, y lo uno todo en Ti, Señor. Aún mis lágrimas y sufrimientos, por mi hija, por mi hijo que anda disperso. y sabes que, Señor, Tú le vas a dar un mérito tan grande. que Tú vas a traer a mi hija, a mi hijo, a mi esposo y yo tengo fe. porque Tú me das de esa fe, y os te digo, Oh Padre, aquí estamos.  

Cuento los pasos, porque esos pasos son en Mí. Cuando ustedes van en Mí, a esas obras de misericordia, cuando van a participar de la Santa Misa. Cuando van auxiliar a un sacerdote, cuando van a consolar aquel sacerdote que ya está grande, y está triste, y ustedes llegan llenos de contento, y le dicen.  > Jesucristo viene a consolarte.  alégrate tú eres de Cristo. pero yo también y te vengo abrazar con los brazos de Cristo. sabes, vengo en el amor de Cristo, oramos un ratito, vayamos al Sagrario.  > Me gusta que hablen con mis hijos muy amados sacerdotes, aún aquellos los cuales están en los últimos tiempos de su vida. Los cuales ya dieron todo por ustedes, en Cristo.
 A todos les hablo por su nombre, sus nombres quedan escritos en mi amantísimo Corazón. Quedan escritos eternamente, y nunca los borrará nadie de Mí, soy vuestro Jesús.  Yo dejo mi Corazón en ustedes, se los entrego en el de mi Madre muy amada, y quedan en ustedes grabados para siempre los dulces corazones, de Jesús, y María. El Padre se alegrará grandemente en ver estos dulces nombres, en cada uno de ustedes, y sus nombres de cada uno en Mí, somos uno.
El que batalla por mi amor, gana la batalla en Mí. Vengan presurosos, que la llegada está muy próxima. Llegarán presurosos, y os dirán.  > Mira Señor, todo lo que te trajimos en Cristo, tu Hijo y mi Señor. mira todo lo que trajimos,  Oh Señor recíbelo.  > Y el mismo Hijo os dirá, Señor, Padre mío, aquí están los que trabajaron en Mí, para Ti. Mira cuantas almas te trajeron, Oh Padre, recíbelas en Mí. Que Yo, os el Señor, por medio de estos mis hijos, los traje a Ti,  ellos fueron los medios. Pero batallaron mucho Padre, lloraron, gimieron, y fueron humillados muchos de ellos, sufrieron tanto, hasta de enfermedades por Mí. Y os en esas enfermedades, decían con lágrimas en sus ojos.  > Oh Señor Jesús, toma mi enfermedad en Ti, y dale el mérito que Tú quieras.  > Padre alégrate, mira todas las almas que trajimos. Pues estas almas estaban perdidas, y muertas.  Yo te las he traído, dándole el mérito de la ofrenda que mis hijos me estaba ofreciendo. Mira Padre, aquel mi hijo estaba enfermo de cáncer,  y en aquella docilidad me decía.  > Señor tengo cáncer, tómalo.  Pero en este sufrimiento de mi cáncer, borra el cáncer de muchas almas.  Trae almas a Ti, para tu gloria, y de nuestra Madre Santísima. Tráelas Señor, porque Tú eres bueno, y si Tú quieres que sufra, yo quiero sufrir en Ti. Que Tú me ayudarás en este sufrimiento para no sucumbir en la desesperación, y en la angustia. pues me conoces débil, necesitado de Ti. me conoces en el sufrimiento, no puedo, y no lo soporto, pero en Ti, yo lo soportaré. como Tú soportaste el peso de la Santa Cruz, por amor a mi. ahora quiero llevar mi cruz contigo, llévala Tú, porque para mi es demasiado. pero también Tú, que estás crucificado, y yo me siento crucificado en mi angustia, en mi enfermedad, en esta crucifixión. Señor Dios, dale el mérito corredentor en Ti.  > Padre yo escucho los ruegos, y las lágrimas de mis hijos. Mira cuantas almas, miles de almas te traje por medio de la ofrenda de este tu hijo.  Dios toma pues la ofrenda, de él, en Mí. Aquí te las traigo, aparte de todas las almas que te trajimos, aquí está mi hijo, como una ofrenda de amor que te entrego en mi mismo amor.  El Padre Celestial, se alegrará grandemente, y dirá.  Bendito y bienaventurado seas, que en Cristo mi Hijo muy amado, fuiste en verdad, aquel que estuviste crucificado en esa enfermedad. Y en tu crucifixión, llamaste a muchos en Cristo, y le ha dado tanto mérito. Mira todas las almas que me ha traído por medio de ti, aun sin que tú te dieras cuenta. 

 Les amo.




sábado, 9 de junio de 2012

mensaje 11 de Mayo 2012




 
El que teme, es porque no confía en Mí. Y Yo quiero que todos confíen en Mí. Y os les digo, tengan mucho cuidado, porque el mal está pronto para tomar aquel que se tambalea, y cierra su corazón a la fe.  Por medio de el, el mal puede, y quiere destruir a muchos de mis hijos, robándoles la fe. Tengan mucho cuidado, muchos enemigos se acercarán a ustedes queriéndoles robar la fe. Os pues cuiden este tesoro, la fe es un don divino, y es gratuito.  Yo no les he cobrado por tener fe.  La fe se las doy, y la fe está con ustedes. Abran la puerta a la fe y tengan mucho cuidado, porque satanás se puede acercar a ustedes. Se los vuelvo a decir, y quiere acercarse por medio de aquel que le ha abierto la puerta al mal. Puede ser, aquel que os dice ser mi testigo, si les está robando la fe, en el está satanás. Aléjense no le escuchen, el ladrón está pronto, y aquel que diga que está conmigo y que es mi servidor, pero que está robándole la fe a su hermano. Sepan que no es mi discípulo, no está conmigo, y no está en la fe. Y aquel en el cual no está la fe, puede hacer daños muy grandes en ustedes, hasta puede apartarles del camino. Aquel que no cree en su Señor tiene temor, y aquel que le cree a su Señor,  se siente seguro en su Señor.  Aléjense de aquellos que vienen con piel de cordero, pero que en verdad en ellos está satanás. Porque satanás, en todo momento está tratando de robarles la fe. Es lo primero que busca, trata de robar siempre la fe, y después les quita la paz. Y después de quitarles la paz, los va desviando del camino. Porque los puede hasta tomar como un medio, también para que ustedes sean servidores de satanás. Si les digo esto es para que estén despiertos, y vigilantes. Pues os les digo, que muchos de mis hijos dicen ser mis servidores, y estar conmigo, pero también muchos de ellos se esconde satanás. Tengan mucho cuidado, cuídense los unos a los otros. Yo soy el Señor quien les está hablando. Cuiden mucho su fe, cuiden la fe que Yo les he dado.  Acuérdense que aquel que tiene fe, os en Mí y Yo en él, Yo puedo hacer por medio de él, cosas grandes y maravillosas. Aquel en el cual no hay fe, porque no abre su corazón, os les digo es un pobre mendigo, y va buscando a ver quien le ayuda. Y ve satanás, que aquel es un alma tibia y entra también en el, y dice.  > Este será un nuevo medio por el cual Yo también dispersaré el rebaño de Jesús.  > Tengan mucho cuidado, Yo les he dado libre albedrío y les hablo para que se defiendan, y se cuiden los unos a los otros. Aléjense inmediatamente, cierren sus oídos, porque lo que escuchan con los oídos, puede entrar a su corazón. Y al entrar a su corazón, puede hacer mucho daño en ustedes, de allí llega a su mente, y puede salir por la boca y hacer un daño muy grande. En verdad  les digo, que una boca, y una lengua difamadora, que roba la paz  y la fe, no viene de Mí. No es mío, no es ovejita de mi rebaño. Benditos sean cuídense mucho, dondequiera puede haber, aquellos que le han abierto el corazón al demonio. Satanás habla siempre y está tratando en todo momento, de que ustedes no escuchen la voz de Dios. Pero si escuchan la voz del mal que dice.  > Este ya es mío. Lo tomo como un medio para hacer mi  obra mala, y pronto yo lo tendré en el infierno conmigo. Pues ya se hizo mi servidor.  > Hijos amados, cierren sus oídos, y su boca, y vivan en un santo temor a vuestro Dios. ámense los unos a los otros,  si no hay amor entre ustedes, los unos a los otros que se ven.  No pueden decir, yo amo a Dios.  No puedes decir que amas a tu Señor, que no ves, cuando no amas a quien tu ves. Mírame en cada uno de tus hermanos,  soy Cristo quien te estoy hablando, les bendigo. 
Estamos los Dulces corazones, mi Madre muy amada María Santísima, y aquí estoy Yo, el Primogénito y el único que estuvo en el  vientre Santísimo, de mi Madre amada. Ella es purísima y Santísima, en su Santísimo vientre, purísimo y virginal, no hubo alguien más que fuera engendrado y creado. Yo soy increado, pero soy creado como hombre, porque Yo así lo quise, soy Dios. Más todos son hijos de Dios, hijos de mi Madre Santísima, son mis hijos. Porque ustedes, por mi Madre Santísima fueron recibidos, estando Yo en la Santa Cruz.

Busquen el querer divino, y todo se les da por añadidura. Que Yo no les dejaré sin el pan de cada día, y no les dejo sin un techo, y sin un vestido. No les ha faltado el agua. Miren a través de los siglos, Yo el Señor que he creado el agua, se las doy, y se las seguiré dando. Os está  contaminando al mismo hombre, con aquellos armamentos nucleares. Miren cuanto daño, y las autoridades de este mundo callan, y dicen.  > Queremos que nadie sepa. Callen todos aquellos de la prensa,  quédense callados.  >  Oren mucho, e intercedan por todos aquellos que se han dedicado hacer el mal.  Soy vuestro Señor Dios, Jesús.

El Padre siempre está contento, cuando sus hijos se reúnen con su Señor, y os vienen engalanados,  y alegres. Quién les da esa vestidura. Quién les reviste su espíritu.  Yo.   Os dirán.  > Señor, el espíritu necesita vestidura.   > Sí hijo, la vestidura de la gracia, de la luz. Yo libero tu espíritu, libero tu interior de toda oscuridad, y Yo les doy vida nueva. Acuérdate que soy tu Señor Dios, y que nadie te dará lo que Yo te doy. Y quiero darte esa vida nueva, y quiero que tu la quieras. Y quiero que tu espíritu esté hermoso, revestido de esta gracia divina, quiero que tu estés revestido de gracia divina. Y os quien te da esta gracia divina, solamente tu Señor Dios, que te ha redimido por medio de los Sagrados Sacramentos. Os les digo a todos, Yo no funde más Iglesias. Tengo una sola esposa, una sola es mi esposa, y es la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana. La Iglesia está fundada sobre la piedra angular, que es Cristo, y los cimientos son toda mi Iglesia  Ministerial consagrada. Todos ustedes forman la Iglesia Santa de Dios, y están sostenidos y edificados en esos cimientos, que son mis sacerdotes, obispos, el Papa, y toda mi Iglesia Ministerial Consagrada.  Para muchos de mis hijos son hombres, y ciertamente son hombres, pero Yo los tomé. Igual que tomé a mis apóstoles, los  llamé y ellos vinieron, muchos dirán.  >  Señor, pero son pecadores.  > Y Yo te digo, mis apóstoles fueron hombres y fueron pecadores, y los elegí así, pecadores.  Los elegí Yo, porque todos ustedes son una Iglesia. Pero son una Iglesia pecadora, son una Iglesia en la cual Yo he venido a liberar de la muerte, y del pecado. Y por medio de mis hijos muy amados sacerdotes, os hago esta liberación. Ellos al igual que ustedes, se confiesan, al igual que ustedes, ellos hacen el firme propósito de enmienda, cada día. Pero son hombres, y acuérdense que hasta en una mirada, ya está pronto el pecado. Pues nunca digan son hombres; Yo quise tomar estos hombres, y  ellos son en Mí, y Yo en ellos. Son sacerdotes, y en Mí, sacerdotes eternos, y nunca se terminará su sacerdocio. Son sacerdotes y por medio de ellos, Yo doy vida a mi pueblo. Y por medio de ellos, Yo los revisto de esta gracia divina, al perdonarles sus pecados, en ese arrepentimiento profundo, y dolor de haber ofendido a vuestro Dios.  Yo estoy pronto por medio de mis hijos sacerdotes, sí, por medio de los hombres igual que ustedes.  Por medio de ellos, que luchan como ustedes para ser mejores cada día, y que igual que ustedes, tienen muchas tentaciones. Ellos están en una lucha, igual que ustedes. Cuanto quiero Yo que todos estén unidos, sacerdotes y fieles. Y que participen en este sacerdocio, el cual Yo les he concedido por medio del Sagrado Sacramento del Bautismo, orando por los sacerdotes ministeriales. A mis  hijos se les han concedido los bienes divinos, para ustedes. Yo soy el Señor Jesús Sacramentado, soy el Señor de los Sacramentos y les digo una y otra vez, y no se enfaden, porque muchos ni siquiera han entendido lo que Yo les he pedido. No han entendido aún, que quiero que estén en gracia de Dios. Quiero que todos ustedes sean en un mismo espíritu, el Espíritu Santo. Pero muchos no lo han entendido, y Yo se los seguiré diciendo, para que tengan vida, y la tengan en abundancia. Sepan pues, que mis hijos fueron tomados de entre los hombres, y son hombres. Son mis hijos y los amo, y por medio de ellos doy vida nueva, renuevo a mi pueblo, y unifico a mi pueblo. Por medio de mis hijos, Yo me hago conocer, son mis hijos y son descendientes de los apóstoles. Y ustedes también son Iglesia Apostólica,  ustedes son en Mí, mi Iglesia, la que tanto amo. Por la cual, Yo quise hacerme hombre, y por amor a ustedes Yo quise morir.  Soy Cristo y estoy en cada sacerdote, y estoy en cada uno de ustedes.  Si me lo permiten, Yo quiero formar un solo cuerpo, todos en un solo Señor Jesucristo, y ustedes en Mí, son Señores. Yo les doy mi señorío, les doy mi divinidad, les doy mi cuerpo, mi sangre, y les doy todo mi ser Divino, y me quedo todo en ustedes, en cada uno. Quiero que sean Cristo vivos, aquí en la tierra. Si ustedes son en Mí, ustedes en Cristo son Cristos también, y como Iglesia, como Cuerpo Místico de Cristo, quiero que vivan como Cristo, que hagan lo que Cristo, que escuchen mi mensaje, y que escuchen mi Evangelio. Ciertamente he tomado a estos mis hijos apóstoles para dejar mi evangelio. Ustedes dicen que son cuatro Evangelios, pero es un solo Evangelio, Yo soy la palabra. Yo soy Dios y los tomé como un medio para hacerme conocer, y los tomo a ustedes ahora también como Iglesia. Como un medio para hacerme conocer, y saben, quiero que lleven el pan de la vida, la Sagrada palabra. Que lleven el Evangelio a sus hijos, a sus esposos y vecinos, háganlo. No se irán de este mundo, sin haber dado fruto, y fruto bueno.  En Cristo, darán fruto bueno. Yo les digo que allá en el Reino de los Cielos, tendrán un lugar junto al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, con mi Madre tan querida, que los ha recibido de Mí. Y que mi Madre muy querida, ella misma me los entrega en el último día. Gime y llora mi Madre Santísima, sangrándole su corazón, cuando me entrega un alma manchada, sucia, y podrida. Mi Madre llora tanto cuando un alma está en pecado, y muere. Me dice.  <> Hijo, que no se pierda.   > Yo escucho los ruegos de mi Madre Santísima, y me duelo de mi Madre amada, y Yo os hablo a mis hijos.  Arrepiéntete de tu pecado, Yo no he venido a condenarte, y por más grande que sea tu pecado Yo te perdono. Arrepiéntete de tu pecado, pero muchos de mis hijos, blasfeman contra de Mí, aún en el último momento. Como blasfemaba el ladrón que no quiso arrepentirse, este hijo mío,  tuvo oportunidad, Yo estaba con él, y Yo volteaba y le sonreía, Y el daba escupitajos. Yo no vine a condenarles, si les hablo esto, es para que sepan que la salvación está aquí, y que Yo la doy y quiero darla aún al más pecador, todos son salvos en Mí. Y quiero que en obediencia a Mí, vivan una vida sacramental con mis amados sacerdotes. Os ustedes y en obediencia a Mí, permanezcan en la casa de Dios. Vayan bien vestidos, no quiero que vayan con harapos, y llamo harapos a esos escotes, y llamo harapos a esos desnudos, tanto hombres como mujeres. Sí,  lo digo, me molesta porque ustedes no respetan la casa de Dios, ni a su Señor que está allí presente. Y que os hacen sufrir mucho, aquellas jóvenes, aquellas mis hijas que aún ya están casadas, o hasta unas en edad avanzada, y van muy mal vestidas. Con sus carnes a la vista de todos, y esto no me gusta. Es PECADO, es falta de respeto a vuestro Dios, y me hacen sufrir mucho, porque están en desobediencia y en pecado. No me gusta que los hombres vaya vestidos de harapos, no me gusta que vayan con esa ropa muy apretada a su cuerpo, me desagrada mucho, es PECADO.  Yo les digo, no vayan con esas ropas, las cuales dicen.  > Señor yo tengo mucho calor.  > Y van con esas ropas sin mangas, escotes, y no me gusta. Es PECADO y ya están dejando entrar ese espíritu de desobediencia, ese espíritu el cual les habla.   > Anda a gusto. Mira vas a ir a la casa que dicen, que es de tu Señor. Pero tu vas a ir como tu quieras. Eres libre de hacer lo que tu quieras, y de vestir como tu quieras.  > Muchos de mis hijos están agarrando el ejemplo, toman como maestro, a aquellos que os ven en la televisión. Y os ven tantos escotes, y  tanta prostitución que muchos de mis hijos, dejan entrar ese espíritu de prostitución, y aunque digan.  > Señor yo no hago lo que ellos. Yo vivo con mi esposo, con un solo hombre. Yo no me ando divorciando.  >  Pero hijo, hija amada, ya estás tomando como ejemplo, aquellos que están instruyéndote. Y tu ignorante te estás dejando instruir, por aquellos que viven en el pecado. Si te reprendo es porque te amo mucho, y porque no quiero que te pierdas. Porque no quiero que estés en el Purgatorio, yo quiero preservarte de la pena temporal en el Purgatorio, con tu sacrificio, de ir bien vestido. Aunque tengas mucho calor,  puedes ofrecerme ese sacrificio tan pequeño.  Estás haciendo caer en la prostitución a muchos, hombre y mujeres. Pues muchos que ven y dejan entrar el mal pensamiento, ya están pecando de prostitución.  No sean motivo de escándalo, no sean motivo de que muchos caigan en el pecado, de que tropiecen en ustedes, que son piedra de tropiezo. Si les estoy reprendiendo, es porque Yo les amo y los quiero conmigo, y los quiero santos. Y ese día en el que llegarán y tendrán un juicio, Yo les haré saber. Hijo Yo te dije, acuérdate que Yo te haré acordarte de este momento, tu dirás. >  Señor yo no me acuerdo.  "> Te voy hacer ver, te voy hacer saber ese momento en que Yo te estuve hablando. Tu cuerpo es santo, tu cuerpo está crismado, y tu cuerpo, es de Cristo. No me ofendas, no me lastimes, y no me hieras, soy tu Señor Jesús.
Se que reprenden a sus pequeños, pero ellos están viendo aquel pastor, que es la televisión. Y no pueden quitarles, el que dejen de ver esa televisión.  Aconséjenles con amor y os díganles, el mal está siempre presente. Háganles saber, conocer este mi mensaje, y díganles que es pecado. Ellos quizá no lo entiendan pronto, y dirán, estoy joven. Pero pidan mucho al Espíritu Santo, y háganles saber mis mensajes anteriores, los cuales les he hecho saber, lo que os les pasa en el infierno. Cuando llegan en esa impureza, y dicen.  > Señor, Yo no soy impuro. No hice nada Señor. Mi cuerpo lo guardé para ti, acuérdate Señor.  Yo no tuve un acercamiento sexual con alguien.  > Yo te haré ver, a todos los que hiciste caer en la tentación. Todos estos pecaron, muchos también tuvieron ese acercamiento sexual, porque tú fuiste piedra de tropiezo para ellos.  Soy vuestro Señor Jesús, y Yo les aconsejo con amor. Y también quiero que lleven este mi mensaje, no lo vayan a guardar. No esconderán la luz. Acaso ustedes dirán.  > Me da vergüenza. que van a decir de mi.  > Si tu te avergüenzas de Mí y de mi Evangelio, y de mi palabra. Yo también me voy avergonzar de ti, delante de mis ángeles cuando llegues a Mí.

 Yo los quiero puros, limpios, y los quiero en Mí. Y que ustedes en Mí, sean en mi Padre, que tanto se alegra de ustedes. Muchos de mis hijos no quieren escuchar el mensaje, y dicen.  > Yo no voy a escuchar el  mensaje, yo ya se. Para escuchar eso, yo mejor me retiro. siempre se habla de lo mismo. > Les entra la soberbia, Y están escuchando otras voces que no vienen de Mí. Y es satanás, que no quiere que escuchen mi mensaje de vida. Y también les digo, seguiré hablándoles porque no quiero que se pierdan. Y quiero que vivan una vida Sacramental, una vida de amor, una vida de misericordia, y una vida de oración. Quiero que sean santos, quiero que edifiquen en el Reino de los Cielos, y quiero que estén en mi Amantísimo Corazón, y en los Dulces corazones que tanto les amamos, Jesús, y María. Benditos ustedes que me han escuchado.
No detengan el camino, yo se los he abierto.  Sigan en el camino y no digan, Señor hoy no puedo, tengo mucho quehacer.  Yo te digo en este momento, No habrá algo más importante, que el que tu lleves el pan de vida, que es mi palabra.  Yo voy hacer mi obra por medio de ti, pero quiero una entrega de ti a Mí. Sabes, Yo mismo te estoy haciendo conocer los secretos de mi Reino. Yo mismo te estoy haciendo conocer la verdad, te la dejo, y esta verdad está siendo difundida, escrita, y dada a ustedes. Con esta misma  verdad, ustedes pueden evangelizar, porque Yo los hago evangelizadores con mi mensaje. Pueden evangelizar llevando mi mensaje escrito, y les digo, mi mensaje está llegando más allá de las fronteras. Pues he tomado medios, y estos medios escucharon la voz de su Señor, y empezaron a grabar y difundir, por los de medios de comunicación que se hacen llegar al mundo entero. Porque todo aquel que hace conocer la verdad, y la palabra de Dios, en el último día entrará glorioso, en el Reino de los Cielos. Y se contará entre mis apóstoles, entre mis santos, y entre todos aquellos en los cuales Yo el Señor, Dios Todopoderoso me dejaron estar.  Yo por medio de ellos hice conocer a muchos la verdad, y vinieron del camino de mentira, al camino de la verdad. Todos ustedes son llamados, Yo el Señor Dios, los hago evangelizadores a todos ustedes, llevando mi mensaje de vida.
Yo no les dejaría Nunca, nunca les dejaría. Dejaría de ser Dios, si Yo les dejara. Estoy con ustedes, y quiero estar en ustedes, y deseo que lo quieran. Yo los quiero santos, Yo los quiero en Mí, y los quiero en mi Reino, que es vuestro porque Yo lo gane. Dios Todopoderoso,  vine y por amor a ustedes, tomé un cuerpo humano, Yo Dios, quise ser hombre para redimirles.
Quise enseñarles el camino de la vida, y de la verdad. Yo mismo el Señor Dios, quise ser servidor. Serví a mis hijos, siendo aquel servidor que hacía los muebles, y las puertas. Hacía todo con mis manos, se encallecieron, Yo fui carpintero y quise nacer en un pesebre. Yo el Rey de Reyes y Señor de Señores, vine hacerles conocer, que aquí no es su reinado y no lo busquen aquí, sino os dejen todo aquello en lo cual quiere engrandecerles, y quieran hacerse creer señores. Ustedes quieren hacerse creer más grandes que Dios, y no es así.  Serán humildes, obedientes, y sumisos a las Leyes Divinas, a mis Mandatos  Divinos, y a su Señor, que me he quedado con ustedes Cristo Jesús, para darles vida.  Ya se los he dicho, solamente por medio de mis sacerdotes católicos, cristianos, apostólicos, y romanos, Yo Cristo, estoy en ellos. Y Yo me quedo en ellos, y hago mi obra por su medio, doy vida y unifico a mi pueblo. Os les doy la alegría de esa luz en ustedes, Yo mismo me quedo por medio de ellos. Orad por todos mis hijos sacerdotes, orad por el Papa, y obispos, y así orad por todos aquellos en los cuales Yo he puesto mi confianza. Confiándoles mis bienes Divinos, para todos ustedes. Soy vuestro Señor Dios, Cristo Jesús.
Que alegría me da que canten a mi Madre Santísima, el que la alaben y la bendigan. Háganlo por todos los que no la alaban, por todos los que no la bendigan, háganlo hoy y siempre. Ustedes son hijos de mi Madre Santísima, y en Ella, los hago hermanos míos.  Os saben, les tengo una buena nueva, Yo soy Hijo del Padre Celestial, del Padre eterno Yahvé, y  Yo les hago hermanos míos, y son en Mí, hijos del Padre Celestial. Os  saben, mi Espíritu es el mismo Espíritu del Padre, y es una donación de amor para ustedes. Alégrese pueblo santo de Dios. Ustedes que sufren y dicen.  > Señor, vengo a decirte. Porqué sufro.   > Y Yo te digo hijo alégrate, te he hecho corredentor en Mí. Si tu aceptas, quiero que me ofrezcas tu enfermedad, y sufrimiento. Y sabes, hoy Yo te invito a llevar tu cruz de cada día conmigo, y quiero que vayamos juntos. En Mí, vas a ser un Cristo nuevo, un hijo de mi Padre Celestial en Mí. Y El te tiene una gran fiesta, esa fiesta es eterna, y Yo la gane para ti. Por los méritos de mi Sagrada pasión tan dolorosa, tienes vida, tienes una ascensión en Mí, y una entrada triunfal en Mí, y una alegría grande de llamar a mi Padre. Padre mío. Y de verlo toda una eternidad, y gozar en plenitud de la Santísima Trinidad. Gozar en plenitud, de mi Reino que es tuyo, y tu vas a vivir entre mis ángeles y santos. Alégrate, Yo lo he ganado todo para ti, para los tuyos, y para tu descendencia.
Muchos no entienden lo que es este grupo de oración. Que Yo forme, y fundé. No fue fundado por hombre alguno. Yo quise que este grupo de oración fuera, es, y será. Muchos han querido que este grupo de oración termine, y lo han difamado. Este grupo de oración lo he formado, y Yo el Señor, los pastoreo. Y doy el mensaje de vida, Yo mismo el Señor con ustedes, quiero llevar este mensaje de vida. Yo mismo vengo, Yo mismo les  estoy dando, Yo mismo el Señor Dios Todopoderoso los hago en Mí, si asi lo quieren, y van a dar mucho fruto en Mí. Unifíquense todos, ámense y  trabajen todos.  Dirán.   > Señor, yo no tengo tiempo. Tengo que lavar, y tengo que atender una casa.   > Hija, que os acaso, no entiendes que te estoy dando el Reino de los Cielos. No entiendes que te lo estoy dando todo.  Y quiero que evangelices y trabajes, entre tus vecinos, y a donde vayas. Si vas al pueblo, o a la ciudad, puedes llevar este mi mensaje de vida, y ya estás dando fruto, y en Mí el fruto es bueno. Qué más quieres que Yo haga por ti.   Ciertamente hay muchas oraciones, y  me gusta mucho que las lleven, para que muchos de mis hijos oren. Y hay muchos consejos, pero este es un mensaje de vida, y lo doy Yo Jesucristo.

María, mi Madre, se siente la muy amada por ustedes, y os dice.  > Mis hijos  me vienen alabar. Me cantan, Hijo Alegrémonos. Mis hijos me aman, y me alegro por cada uno de ellos. Por todos los que me hacen llorar, me entristecen y me clavan esa espada de dolor. Porque son mis hijos, les amo, y van por el camino equivocado. Ustedes con su oración en Cristo, pueden traer muchas almas del camino de la oscuridad, a la luz.  Alégrense, canten, alaben, y bendigan al que es el Todopoderoso, al que no tiene principio, ni tiene fin, Jesús el Señor.
Soy vuestra Madre, María Santísima con ustedes. Yo la festejada por ustedes, benditos mis hijos tan amados,  festejen también a mi Hijo muy amado Cristo Jesús. El me ama mucho, es mi Hijo y Yo soy su Madre. La Madre de mi Dios, la Madre de mi Señor, de mi Cristo, soy María Santísima. Yo estoy acá, en el Reino con mi Hijo tan amado. El tuvo una resurrección, el es Dios, y está con toda su Divinidad. Aunque muchos dicen.  >  El Señor fue cruelmente flagelado, su carne quedo toda dispersa,  y quedo regada a través del camino, por donde iba llevando la Santa Cruz.   > Quedó dispersa al caer mi querido Hijo. Quedaban trozos de su carne preciosa, y su sangre. El la contemplaba y decía.  > Es para mis hijos, soy alimento de vida para ellos. Y me alegro, y me glorío en este infinito sufrimiento. Y lo doy porque lo quiero, y lo doy a cada uno de mis hijos, y lo doy con amor  de Dios, y con amor eterno, con amor crucificado, y me doy a cada uno de ustedes. Y me daré a través de todos los tiempos, hasta el fin de los tiempos.
Para ustedes hay un fin, en esta vida. Pero han pensado en esa vida divina en Cristo, han pensado en el grado de santidad. Yo los quiero santos entre los santos, los quiero grandes en el Reino, y no me gusta que digan.  > me conformo con un rinconcito.  > No se conformen con un rinconcito, porque Yo me doy todo, a ustedes. Y mi Reino todo, Yo se los doy.
Yo les di el soplo de vida, ciertamente, los críe de polvo. Pero tienen el soplo de vida, y nunca pasará.  Y  tienen vida eterna, pronto resucitará la carne de muchos.  Benditos sean todos.
Ustedes dicen.  > ¿Qué valemos?  > Yo les digo, Yo les he dado valor, valen en Mí, y tienen un valor eterno, y divino. Porque les doy mi Divinidad, y tomo su humanidad en Mí. Cuanto les amo, aquí está mi Madre Santísima, os es de cada uno de ustedes. Y ustedes la honrarán, la amarán, y la bendecirán siempre a través del tiempo. Porque esta honra, esta alabanza, y esta exaltación a María, comos sus hijos, es para siempre. Porque vivirán en el Reino de los Cielos, y llamarán a mi Madre tan amada. Madre mía. Cuanto deseo que estén eternamente conmigo, no se desvíen del camino. Hay un infierno, hay un enemigo de ustedes, y con ese enemigo hay millares y millares que los acechan.
Si supieran cuanto les amo. Les he dado a mi Hijo, para que en mi Hijo, todos tengan vida y sean en Mí.  Vengo abrazarles y vengo a besarlos, y les beso con besos de mi boca, y les abrazo con mis brazos divinos, con los que Yo mismo los críe. y los críe para Mí, como mis hijos que son.  Y Todo lo Mío, es vuestro, todo lo mío es suyo, y Yo mismo soy suyo.  Yo mismo me doy a ustedes, soy Yahvé, soy vuestro Dios, y vengo a darme a cada uno de ustedes. Cuanto deseo el que ustedes quieran darse a Mí, cuanto deseo que quieran ser en Mí, y en mi Hijo muy amado.  Y vengo a ti,  vengo a tocarte a la puerta, y sabes, antes de que tu te entregues a Mí, Yo primero me entrego a ti. Aquí estoy soy Yahvé, soy vuestro Dios, pero muchos dirán que soy orgulloso, porque soy el dueño de todo, pero sabes, soy el más humilde.  Y os quiero que tu seas humilde como Yo.  Tu eres dueño de todo lo Mío, pero no por esto te exaltes, quiero que seas humilde. Sabes te amo tanto, que Yo mismo el Señor Dios, sufro tanto porque tu pecas, porque te me pierdes, y te me vas. Voy presuroso contigo, y voy siempre diciéndote, hijo vuelve.  Miren muchos de mis hijos, se retiran y dicen.  > Acaso yo vengo a escuchar. Yo vengo por la necesidad que tengo.   > Y siento mucha tristeza, una tristeza tan grande, el que solamente quieran según la carne, y según lo terreno. Ya es tiempo que quieran según el espíritu, esfuércense. Y en ese esfuerzo que por amor a Mí,  hacen, Yo me entrego inmediatamente, todo a ustedes.  A cada uno de ustedes le estoy hablando por su nombre, sus nombres se están quedando grabados en Mí.  Ahora Yo les doy mi nombre, queda grabado en ustedes, Soy Yahvé vuestro Dios.   Que poco entienden cuanto les amo. Porque por amor, Yo les vengo hablar de viva voz, les beso, les cubro de besos. Siendo Dios, siendo el Todopoderoso, el Increado, el Eterno, el Creador de todas las cosas, y el Creador de todos ustedes, me hago mendigo. Sí, vengo con ustedes, diciéndoles, dejen todo por Mí, ámenme con su amor pequeño. Que su amor pequeño en Mí, Yo lo hago grande. No aparto mi mirada en ningún momento, desde el momento que fueron concebidos, desde el momento que Yo les dí el soplo de vida. Desde el momento que ya empiezan a vivir en el cuerpo de vuestra madre, la cual a ella la he tomado como un medio para dar vida, tomando su carne, su sangre, y su cuerpo mismo. Y os también con cooperación del hombre, porque es mi Divina voluntad.
Es una cita de amor que nos damos, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, con mi Hija muy amada María Santísima, y toda mi Corte Celestial. Toda mi Iglesia Triunfante se alegra tanto, cuando ustedes le invitan, para que todos unificados en una sola adoración, y en una sola alabanza,  con mis hijos, las almas benditas del Purgatorio.  Que esperan con gran alegría este momento, y dicen.  > Nuestros hermanos interceden por nosotros, y piden al Altísimo, que hoy recibamos refrigerio y que salgamos ya del Purgatorio.  >  Ustedes se unifican con mi Iglesia militante, y que alegría siento cuando quieren estar presentes, y unidos todos, en todas las sagradas misas. Les doy mi espíritu, en ustedes el Espíritu de Yahvé.  Les he pedido, permanezcan despiertos, y vigilantes. Yo mismo el Señor Dios, vengo a darles para que ustedes reciban de Mí, y den fruto en Mí.  Les abrazo y les dejo en Mí.
No se peleen, no discutan entre ustedes, no digan, Quién es el más grande entre ustedes. Porque el único que es grande es el Señor, vuestro Dios. Y El les da a ustedes su grandeza, y el más humilde es el más grande. Y es el que le abre la puerta a su Señor, para que su Señor haga su obra por medio de aquel que dice.  > Señor estoy necesitado de Ti. socórreme Señor, quiero que Tu  mi Señor, te quedes en mi. dame para dar. yo me doy todo a Ti. yo el más humilde, el último de tus siervos, me doy para que Tu Señor, te quedes en mi, y hagas tu obra por medio de mi, para muchos y en muchos.  > Los quiero trabajando para el Reino, los quiero unidos en el amor, y ninguno de ustedes está exento de trabajar, ni uno de ustedes. Ofrezcan sus oraciones, sus trabajos, sus enfermedades, y su cansancio, ofrézcanlo todo por esta nueva evangelización.
Yo soy el Señor, y fuera de Mí no hay otro. Yo los he creado, ustedes tuvieron un tiempo en el cual Yo los críe. Su creación en Cristo no termina, porque yo el Señor Jesús, quiero, y he prometido la resurrección de la carne. Yo soy Dios, y os les digo, ya los he salvado, ya he pagado por sus pecados. En Mí no deben nada, en Mí ustedes son soberanos, y reyes.  No reyes de este mundo, como Yo no lo fui, de este mundo. Reyes en el Reino de los Cielos, y su reinado en Mí, no tendrá fin. Soy vuestro Señor Jesús.


Les amo.

Mensaje 5 de Mayo 2012







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Hijos tengan fe y sigan adelante.  Sigamos adelante, el tiempo os se acaba. Y el tiempo no volverá para ti. No Volverá para ninguno de ustedes.  Es tiempo de que  trabajen, y vivan  en unión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, en Cristo Jesús. Tengan fe y sigan adelante, Yo el Señor no les desamparo. Os ustedes van a llevar la Sagrada Palabra, muchos la están comiendo, y os les digo, benditos sean. No dejen el camino, en el que ustedes van, Os Yo voy, porque Yo soy camino, verdad, y vida. Sigamos, ustedes en Mi y Yo en ustedes.

 Tengan fe, soy Dios con ustedes, Yo nunca les he abandonado. Soy el Padre, soy el Hijo, y soy el Espíritu Santo,  somos tres personas distintas, pero un solo Dios verdadero. Tan hermosos les saludo, soy Yahvé vuestro Dios. Dichosos en los que en cada uno de ustedes, veo a Mi amadísimo Hijo Jesucristo, alguno de ustedes dirán.   > Señor, Yo no puedo  estar en Cristo. no puedo, tu sabes el  inconveniente que tengo.  > No te entristezcas, eres Mi hijo y en verdad te digo, que Yo siempre estoy esperando por mis hijos, que arreglen sus inconveniencias. Yo los quiero conmigo, y quiero que comulguen todos los días, en esta comunión espiritual. Y que lo hagan con fe porque Yo les amo, y por que Yo vuestro Padre Yahvé, quiero ver a Mi Hijo Jesús, en cada uno de ustedes. Mi Hijo les ama  tanto que el mismo os dijo, Padre envíame a Mi, Yo quiero ir a redimir a mis hermanos.  Mira, de ser Dios me voy hacer como ellos, os voy hacerme hombre, como ya estaba escrito en las escrituras. Como se profetizó por medio de los Profetas. Iré y me haré hermano de todos. Lo que no sabe la humanidad es que por amor, Yo les voy a dar una madre, una madre tan hermosa, una madre divina. Una madre a la cual, el Padre, nosotros hemos creado, esa niña será purísima, y será santísima. Porque el Santísimo os se va encarnar en ella, el Dios vivo, el Dios  verdadero, por amor se engendra en la Virgen pura. Y Yo como todo niño os dure nueve meses en el vientre de Mi Madre Santísima, sin dejar de ser Dios. Muchos dicen.  > El niño Jesús ni sabía nada en el vientre, era solo un pequeño que estaba por nacer.  > Nací según la carne, pero soy increado, soy Dios. Y por amor, Yo mismo Dios Altísimo, siendo hombre trabajé, quise por amor, venir a enseñarles el camino a seguir para todo hombre. El hombre debe de mantenerse ocupado, el ocio es muy peligroso,  en el ocio os llega el mal, y dice.  > Aquí esta un flojo, trataré de desviarle del camino.  Yo mismo le hablaré al oído, y le diré que hacer. Quizá hasta lo tomaré como un medio, para hacer mi obra mala. Y perder  asi por su medio muchas almas.  > El ocio es un enemigo del hombre, deben de mantenerse ocupados. No en cosas inútiles, si no en cosas en las cuales, en ustedes quede vida. Yo soy el Señor, Yo doy vida a ustedes, me quedé para darles vida.  Y lo que les da vida, es Aquello que lo que ustedes mismos, os buscan en el Querer Divino. Que son aquellas buenas lecturas, los Sagrados Sacramentos, hay un proceso en su vida. Miren hay muchos padres y madres de familia, que están en ese proceso en sus pequeños, en sus muy amados, el buscar cosas buenas de Dios,  son los padres que verdaderamente aman en Cristo. Son los padres que verdaderamente están en el Querer Divino. Son aquellos en los cuales está el Espíritu Santo. Yo a mis hijos por amor, los he dotado del mismo amor. Un padre o una madre sin amor, os serían capaz de destruir aquellos que Yo les he confiado, dentro de su vientre. Eso que está pasando, porque están cerrados al amor de Dios, porque están cerrados y os dicen.  > Nos amamos.  > Esto dicen hombre y mujer, y en sus relaciones como hombre y mujer, concibe ella en el desamor. Quizá en un amor carnal, pero no en el amor de Dios,  y en ese que dicen amor. Pero que no es el amor de Dios, sino el pecado, y el pecado os destruye. El pecado es muerte y dan muerte aquellos sus hijos, los cuales sabiendo que tienen vida en su vientre, dicen.  > Lo aborto para que no nazca, que no tenga vida. Por amor lo hago para que no sufra.  > Yo soy el Señor, por amor envié a Mi Hijo, al único, a Mi primogénito, y al muy amado. Y por amor Yo lo di a todos ustedes, y Yo en el, me doy a ustedes por amor. Somos uno, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, somos tres personas distintas ciertamente, pero somos un solo amor, y un solo Querer. El Padre ama tanto al Hijo, que se entrega completamente al Hijo, y el Hijo ama tanto al Padre, que se unifica completamente al Padre. Y estamos unificados en un solo querer. El Espíritu Santo es el mismo amor del Padre y el Hijo, es la tercera Persona de la Santísima Trinidad. El Espíritu Santo es el que por amor Yo les doy, os doy al Espíritu Santo, que es promesa de amor para todos mis hijos.
 El Espíritu Santo siempre está en ustedes, y siempre está con todos. Nunca deja a sus hijos, por amor vive con ellos, pero quiere vivir en ellos. Y por amor insiste, por bien de todos ustedes y de toda la humanidad, insiste, está con ellos, está llamándoles. Siempre haciéndoles un llamado a que vuelvan del camino equivocado, al camino de la verdad. El Espíritu Santo nunca les deja, ustedes lo recibieron en el Sagrado Sacramento del Bautismo, y muchos por estar en pecado, o por aceptar el pecado mortal, echan fuera al Espíritu Santo. Al gran tesoro, a la gran promesa del Padre, y el Hijo.  El por amor está ahí, esta presente,  está dolido, y está esperando que le abran la puerta, apenas se arrepienten  de su pecado, y el Espíritu Santo se alegra tanto. Y ve con gran  alegría y gozo, el que se acercan al sagrado Sacramento de la confesión, ahí está el Espíritu Santo, ahí está el Hijo, está en aquel hombre por amor. Y ha tomado al mismo hombre  que el  ha creado, el sacerdote. Para hacer su obra salvífica, obra de amor, y el Espíritu Santo entra presuroso, y toma el lugar que le corresponde. Ustedes fueron creados por amor, y son templos vivos de Dios. Y un templo de Dios, os debe de estar siempre  lleno de Espíritu Santo, lleno del amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Y ustedes mismos son amor, en el que es amor, pero muchas veces, ese amor lo van minimizando.   Aman en su querer humano, y no dejan al Espíritu Santo que esté en ustedes. En su Fiat, y en su entrega, lo dejan amar en ustedes mismos. Muchos de mis hijos os dicen. >  Yo no tengo Espíritu Santo. Pues no lo he visto.   > Eso es falta de fe, y de desamor. El amor siempre está con ustedes, el Espíritu Santo siempre está en ustedes, cuando ustedes lo quieren, en su querer mismo. Yo Dios, lo he creado todo por amor, y ya había pensado en ustedes, en crear a alguien semejante a Mi. Pensaba crear a una familia mía, ya había pensado en crear colaboradores míos, ya había pensado en crear alguien en el que Yo iba a confiar, y el que por el haria Yo mi obra. Y en quien por medio de El, Yo mismo el Señor, iba a ser servidor de otros. Al escuchar el demonio, lo que Yo mismo les estoy diciendo,  de pronto se molestó y dijo.  > Yo servir a alguien inferior a mí, ni ahora ni nunca.  tu vas a ser servidor por amor. va que tontería. Yo, servir,  Jamás.  Eso no es para Mí porque yo soy grande. Mira que hermoso soy y que poder tengo. > Y en sus palabras, el mismo se estaba destruyendo, y yo os le dije; Yo soy amor, y el amor es servicio, el amor es darse, y Yo me doy por amor, y sirvo por amor. Yo mismo el que críe al hombre voy a servirlo, voy a darme a él, y Yo tomaré medios, almas dóciles, para hacer Mi obra por medio de cada uno de ellos, en Mi mismo amor. Y Yo me hago  servidor en ellos mismos de otros, si ellos me lo permiten, y si ellos quieren,  Yo los haré uno en Mi, y ellos servirán en Mi y Yo en ellos. Y por amor Yo el Señor Dios Todopoderoso les lavaré con Mi Sangre Preciosa, pues por amor, pronto voy a ser uno como ellos.
 Hay un dialogo entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo siempre, y miren, todos los Ángeles y santos, se reúnen en ese dialogo porque son la familia de Dios, y estamos unidos en un mismo amor. Porque ellos ya están en el mismo amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo con María Santísima, que es amor. Y dialogamos entre nosotros, y  los Ángeles presurosos dicen.  > Envíame a mi Señor. Yo quiero ir. Envíame, Deja ir a servir con aquellos mis hermanos. Quiero servirte en cada uno de ellos en tu mismo amor. Hazme dócil, tan dócil como tu amas. > Y Yo les digo; Yo envió a mis Ángeles, en un acuerdo  que tenemos toda la corte Celestial, y ahora que Mi Hijo muy amado ha venido, y  está entre ustedes, y está en ustedes, Mi alegría es muy grande.

 Tenemos un acuerdo todos ustedes, Mi Iglesia militante en la Santísima Trinidad, y Yo hago este acuerdo con mis hijos. No Me fijo en que si son hombres  y mujeres. No hijos amados. Yo me fijo en que son almas, espíritus, poco me importa el genéro. Yo se, que tanto hombres como mujeres, han sido llamados. Dichoso aquel que en el llamado que Yo le hago, por amor, me da su Fiat.  Yo presuroso por amor lo  doto de mis gracias Divinas, y de dones divinos. Porque todos los dones y carismas, gracias a Dios, vienen del mismo Dios. Y Yo se los doy por amor a ustedes, y  me hago servidor de ustedes, y por medio  de ustedes, en muchos. Si ustedes entendieran Mi amor, si supieran cuanto les amo, si entendieran cuanto les amo. Aquí en la tierra muchos quieren ser mejores, mas grandes, alcanzar los primeros lugares. Se da much que entre los servidores hay celo, y ese celo no viene de Mi, viene del demonio, y  es destructivo. Tanto en ti como en tus hermanos, y en la comunidad completa. Y Por medio de uno que abre la puerta al demonio, llamado celo o envidia, o toda clase de ira, o critica, el mal entra.
 Benditos sean todos ustedes, que han escuchado la voz del Divino Maestro. Yo les he instruido, Yo mismo me he hecho conocer a ustedes por amor. Yo mismo he venido a dar la Buena Nueva en sus corazones. Y Yo mismo he estado formando evangelizadores, y estoy haciendo Mi obra por medio de todos ustedes. Aún de aquellos que hoy no están presentes, estoy haciendo Mi obra salvífica. Pues Mi Palabra está llegando muy lejos, os miren, aquellos que  ustedes dicen; Los chinitos, en China, y los africanos. Os a muchos les digo, que ya está llegando a ellos Mi mensaje. Dichosos los que por  inspiración del Espíritu santo,  están haciendo esta gran obra. Os en el mismo Espíritu Santo benditos sean todos. Esta es una obra evangélica, es una obra de Dios, y es una obra en la que todos ustedes, estamos unificados en un dialogo, de Dios a ustedes, y de ustedes que son mis hijos a Mí. Mi Madre Santísima está con ustedes, y todo es porque les amo, por amor  desciendo. Os vengo por medio de un hombre, al altar, y todo Yo estoy allí, viendo, y contemplando, a todo aquel en ese momento en Mi presencia divina.  Los veo a todos y veo el corazón de cada uno, veo sus pensamientos, veo a cada uno de mis hijos. Mas veo mucha dormición en muchos, ni tan siquiera se dan cuenta de que Yo estoy ahí, con toda Mi Divinidad, y lo hago por amor. Y por amor les digo, que Yo el Señor Dios Todopoderoso, os hago  la transustanciación del pan, y el vino. Os en el pan me quedo todo, y en el vino igual. Soy el Dios vivo que me quedo en ustedes, cuando ustedes me reciben en el mismo amor, y en un dialogo de amor interno. Yo Dios de amor y misericordia les he creado con el amor. Con el  mismo amor creo a cada uno de mis hijos, sacerdotes, y laicos. Por amor les doy una vocación a cada uno de mis hijos. Mas muchos están tan distraídos en la calle, y en las cosas del mundo, que en muchas ocasiones he hecho el llamado al sacerdocio, a la vida consagrada, y muchos se quedan en el mundo. Yo pensaba hacer muchas cosas por medio de ellos, para bien de toda la humanidad. Pero escuchan muchas voces, y toman otra vocación. Yo, estoy con ellos siempre presente por amor, haciéndoles un llamado.

Si supieran cuanto les amo, ustedes adoran Mi Sagrada Pasión tan dolorosa día a día. Os ustedes son adoradores del precio que Yo pagué por el perdón de vuestros pecado, y por vuestra redención. Soy Jesucristo con ustedes, y por amor Yo les digo, cuantas veces he echo una purificación. Cuantas veces he renovado su interior.  Cuantas veces he permitido un bautismo nuevo. Porque les amo, porque os amo, y os cada día os digo; Mis hijos muy amados me escuchan y ellos están trabajando. Y Yo en ellos unido en cada uno, hago Mi obra. Si ellos supieran el merito tan grande que le estoy dando a  todo su sacrificio. Al dejar por Mí, aquellas cosas que tanto desean hacer, os según su querer humano. Pero no,  están en Mi querer Divino, y Yo me alegro mucho. El mal siempre esta presente y ve cuanto están ustedes trabajando, y os también en esa envidia terrible, en la cual el sabe que el Reino es para ustedes, el trata de robar y dice.  > Yo no dejaré, que otro ocupe el lugar que deje. Nunca. No los dejare caminar. Enviaré miles y miles de espíritus oscuros. ellos les pondrán trabas, y los haré que se enojen. haré que en ellos entre la ira, y la envidia. voy hacer que ellos tropiecen, y que caigan. les haré ver que hermoso es el mundo, y que están dejando todo lo mas hermoso según la carne. al cabo ellos no saben de su espíritu, ni lo ven. si lo vieran se horrorizarían de él, cuando están en pecado. han oído hablar a su Señor, pero son tan ignorantes, que ellos solamente piensan en lo que ven sus ojos, de la carne. pero que pocos saben del espíritu. que el espíritu sufre tanto, cuando al aceptar el pecado el espíritu se cega.  > Les hago saber lo que piensa y hace ese enemigo. Yo les he hecho saber entre el bien y el mal, aquí estoy ahora mismo con ustedes. Estoy en ustedes, no dejen la comunión espiritual. De que ustedes hoy hayan recibido la comunión sacramental, comulguen cuantas veces quieran espiritualmente, que Mi Madre santísima está pronta, y me dice.  > Hijo amado quédate en ellos, son tus muy amados. Mira, tu estas haciendo tu obra por medio de ellos. Ellos dicen que son tus servidores. Pero mira Hijo, ellos no saben que tu estas haciendo tu obra en ellos, y por medio de ellos. Ellos nos saben porque pocos saben que tu eres el servidor. Tu quieres Hijo amado de que ellos vengan y os en ti, y tu en ellos, hagan esa obra salvífica. En la cual son llamados todos ustedes, y toda la humanidad.  > Mi Madre insistentemente, me pide en todo momento en que Yo les proteja, y me dice.  < Son pecadores Hijo, acuérdate que tú les redimiste. Acuérdate Hijo amado que por amor tú te engendraste en Mí. Acuérdate Hijo amado que me diste la alegría de llevarte a ti, que eres Dios en Mi vientre. Y te quisiste hacer hombre por medio  Mi, y tomaste de Mi, mi cuerpo mismo. Hijo, por esa alegría tan grande, te pido que estos mis hijos no se dispersen.  Hijo, se están yendo.  > Y os cuando se van yendo Mi Madre Santísima llora y gime. Y Yo le digo a Mi Madre; Madre mía no les desampararemos. Vamos a donde ellos vayan porque son nuestros hijos. Vamos Madre mía, seguiremos haciéndoles el llamado, van a regresar.   Yo les he dado un libre albedrío a ustedes, y les he dado voluntad propia. Cuanto me alegro cuando hacen un esfuerzo por regresar. Porque Yo hago lo que falta, y los traigo, y les digo, son Mi amor, todo Mi amor es vuestro. Cada uno de ustedes es único para Mí. Os muchos se fijan en el exterior, si están flacos, gordos, o morenos. Os si están blancos y tienen el  cabello de diferente color, o la nariz. Que poco importa eso. Os les digo, que su  cuerpo no es mas, que el espíritu. Yo les digo, que si ustedes están en pecado, su cuerpo también recibe ese daño terrible, de lo que es el pecado. Muchos de mis hijos están enfermos, a consecuencia del mismo pecado. A consecuencia del pecado quizá de otro, del que está dañando la creación de Dios, los vientos, el agua, la tierra, y los alimentos. Miren aquellas semillas que están sembradas, y el hombre pone herbicidas, y pone toda clase de químicos, dañando asi gravemente la tierra. Y si, os debería dar fruto en abundancia la planta por ella misma, ya no da el fruto bueno. Mucho fruto está contaminado por el mismo hombre, el agua, y los vientos,  todo lo críe por amor. Escucho a mis hijos que os con la Sangre Preciosa del Cordero, están purificando diario lo que comen, lo que beben, lo que se ponen, lo que respiran, y el entorno donde viven, donde  caminan, donde trabajan, y asi para los suyos. Y hacen bien, síganlo haciendo que Yo el Señor, Dios Todopoderoso que por amor derrame Mi Sangre Preciosa, y que por amor, escucho los ruegos de cada uno de ustedes.  Purifico con Mi Sangre Preciosa todo aquello que están respirando. Os todo lo que respiran, por el mismo hombre no alcanzará a expulsar los contaminantes. Sigan con fe purificando todo. Sé que tienen  un tiempo, deseo seguirles hablando, pero Yo soy orden, y os me gusta que estén en el orden de Dios.
Soy vuestro Señor, Santísima Trinidad.


Les amo.

Mensaje 4 de Mayo 2012





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Si supieran cuanto los amo,  si supieran que por amor, Yo vengo a ustedes. Cuanto deseo quedarme en ustedes, y cuanto deseo que ustedes me reciban. Cuanto deseo que ustedes quieran la purificación en ustedes.  Cuanto deseo que vivan una vida de santidad. Cuanto deseo que ustedes en todo momento estén pensando. Qué sucederá, después de esta vida. Después de esta vida, habrá un juicio, y en ese juicio soy benévolo con ustedes, pues Yo fui juzgado y por ser juzgado, yo soy benévolo con ustedes en ese juicio. Pero quiero que se arrepientan, sin Mí no tuvieran salvación, sin Mí no hay salvación. Ustedes dirán.    Señor, y antes de que tu vinieras, no había salvación.    Y Yo les digo, Yo ya existía, Yo no tengo principio, ni tengo fin. Ciertamente quise redimirlos, haciéndome hombre en el vientre virginal de mi Madre muy amada,  María Santísima. Pero YO SOY DIOS, no tengo principio, ni tengo fin. Somos uno el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, somos tres personas distintas, pero somos un solo Dios verdadero. Los tres estamos unidos, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, en un mismo querer, y en un mismo sentir. Somos uno solo, y una sola alianza. Más les digo, todos ustedes que son en Mí, son en mi Padre. Y los que me ven a Mí, han visto a mi Padre, y aquel que me ha visto a Mí, ya ha visto a mi Padre y le conoce. Benditos hijos amados,  todo aquel que dice, Jesucristo es mi Señor. Y que vive según las Leyes de la Santa Iglesia Católica. Ustedes que viven según mi querer, y que están en obediencia a mi querer Divino, os les digo, en verdad son mis testigos. En verdad han creído en Mí.  Si no están en mi Divina voluntad y están en su querer, y hacen lo que ustedes quieren,  No me han conocido, y no están en mi Divina voluntad.  Leyes os he dejado, y son divinas. Quiero que todos ustedes, unificados en una sola Iglesia, Santa, Católica, Apostólica, y Romana. Yo soy el Señor Dios Jesucristo y he unificado a mi Iglesia en Mí, permanezcan fieles a su Señor. Yo no he fundado, ni creado otras Iglesias. Esta es la única. Otras han sido creadas o fundadas por hombres, y aquel que crea en el hombre y no en Dios, estará como aquel que está dejándose guiar por un ciego, y van los dos al abismo. Arrepiéntanse de sus pecados, Yo el Señor Jesús les digo, soy el Señor Sacramentado Jesucristo. Después de hacer un examen de conciencia vayan, confiesen su pecado, que Yo doy la absolución por medio del sacerdote. Se los he dicho tantas veces y se los seguiré diciendo, porque muchos de mis hijos, hasta se han alejado y dicen.    Eso yo ya lo se, yo ya lo he escuchado.    Pero no lo están haciendo, simplemente dicen en una rebeldía.    Ya lo se, ya lo conozco. Que tanto me están diciendo.    Y Yo les digo, y no lo han hecho. Y si lo hacen, lo hacen cuando ustedes quieren, pero  Yo lo que quiero es que estén en gracia de Dios, que estén siempre vigilantes, y despiertos. Si se los digo es porque los amo, no dejen que pasen días y días,  en los cuales tengan el pecado en ustedes, el pecado es muerte.  Si les sorprende la muerte en pecado, Qué van hacer hijos queridos. Si la gracia santificante está en ustedes, y con ustedes, pero no la aprovechan.  Y se los voy a seguir diciendo, porque Yo el Señor Jesús, les  estoy hablando de la vida eterna, les estoy hablando de la salvación de sus almas, y del perdón de sus pecados. Los llevo en mi amantísimo corazón, mi Padre los contempla en Mí. En Mí, ustedes no tengan temor, pues en Mí  tienen la salvación que Yo he ganado para ustedes, por los méritos de mi Sagrada pasión tan dolorosa. Yo soy el Señor Jesús, y vengo a ustedes y les hago el llamado, no dejen que pase tan siquiera un día, nunca dejen que el pecado permanezca en ustedes. Si van a dormir en pecado mortal, en verdad les digo que en ese pecado mortal su espíritu está muerto. Allí está el mal dentro de ustedes, aquel que por el mismo quiere ir al lugar del castigo, no diga.   El Señor no me redimió, a mi no me perdonó.    Porque Yo te perdono, Yo soy Dios y te amo, y lo que quiero de ti, es que seas salvo en Mí. Soy tu Señor Jesús, alégrense todos ustedes que me están escuchando.
Yo soy el Señor quien vengo a ustedes, dichoso el que me recibe en su amantísimo corazón. Dichoso aquel que dice Jesucristo es mi Señor y lo dice en espíritu y en verdad. Dichoso todo aquel que abre su corazón al Señor Dios de la vida. Dichosos todos ustedes que con fe se han reunido en mi santo nombre. Dichosos todos ustedes que reciben en su corazón mi mensaje de vida, y lo viven. Dichosos todos ustedes que se han dado una cita de amor con el Rey de Reyes, y Señor de Señores, Jesucristo el Señor.
Se lo que hay en cada uno de ustedes, conozco sus necesidades. Conozco mejor que ustedes su querer, su sentir, su haber, su tener, su todo, sus deseos, sus sentimientos, y sus pensamientos. Todo lo se, nada me queda oculto, pero cuanto deseo que ustedes crean, y me crean. Y que ustedes en ese creer en su Señor, y en ese abandono, quiero que pongan toda su confianza y os digan.  Señor, se que Tú quieres lo mejor para mi. yo no puedo comprender en mi poca humanidad, que es lo que más me conviene.  solamente se, que no quiero llevar mi cruz de cada día. porque aquel le va bien, y a mi no.   Cada uno de ustedes lleva una cruz, Y Yo les digo, todos ustedes son llamados a ser felices, aún en la enfermedad, y en el sufrimiento, porque Yo quiero que me entreguen su carga, quiero ser su cirineo, soy Jesucristo vuestro Dios. Yo no quiero algo malo para ustedes.  Quiero lo mejor para ustedes, aún en la enfermedad, Yo les estoy purificando, estoy sanando esas heridas internas. Yo el Señor Dios Todopoderoso, les estoy preservando de la muerte eterna, preservándolos aún del tiempo en el Purgatorio. Yo a mis hijos los tomo en mis brazos, los llevo en Mí, al Padre Celestial. Mi Madre amada está con ustedes, no hagan sufrir a mi Madre Santísima, díganle cuanto la aman, y acompáñenla en la intercesión por todos los pobres pecadores, rezando el Santo Rosario, orando siempre,  yendo al Santísimo y diciendo.   Jesús aquí estoy, vengo a Ti, y quiero de Ti, para mi, Tu Divina voluntad. vengo a decirte, haz de mi lo que Tú quieras, solamente vengo a decirte que aquí está la familia que Tu me has confiado. los amo y me duelen mucho, pero más te duelen a Ti y más tuyos son, que míos. aquí están, te los vengo a entregar y a decirte que hagas de ellos como a Ti mejor te plazca, como tuyos que son. Tu eres muy bueno y Tu nos das a nosotros en tu bondad y misericordia, lo que más te place para cada uno de nosotros.    No me gusta que me presionen, ni que me exijan, Yo quiero que con humildad me pidan, que confíen en Mí, y se abandonen en mi Divina voluntad.
Os Padre, os mis hijos han sido redimidos, les he redimido, y ellos en Mí son salvos. Yo he pagado ya la deuda de cada uno. El Espíritu Santo, Paráclito Divino es para cada uno de todos mis hijos. El Espíritu Santo para todos mis hijos, Yo no dejaría a uno de mis hijos sin Espíritu Santo. No dejaría a uno solo sin vida.  Yo soy Dios y el Espíritu es para cada uno de ustedes. El Espíritu que procede del Padre y del Hijo. Alégrese el pueblo de Dios, alégrese, aquellos que con gran alegría alaban y bendicen al Espíritu Santo, Pidiendole. Y el Espíritu Santo que es el don del amor del Padre y del Hijo; en ustedes les hace hombres y mujeres nuevos. No quieran hacer las cosas  en su voluntad, pobres hijos míos, se perderían. Hagan todo en la Divina voluntad, siempre en el Espíritu Santo, ofreciendo un sacrificio de amor, diciéndole, ven habita en mi, límpiame, y quédate en mí. Les  beso y les doy mi paz.
Benditos sean todos aquellos, que en el secreto hacen el bien a sus hermanos, y dicen.    todo por Ti, y en Ti. todo sea para Ti.    Los quiero santos, y Yo me he quedado para santificarlos. Son santificados, en el arrepentimiento de sus pecados, y en el perdón de sus pecados, e iniciando una vida nueva, según la Ley Divina, y según el mandamiento nuevo, que les dejó Jesucristo. Ámense los unos a los otros, como Yo les amo. El pecado siempre está en la envidia, en la prepotencia, en querer ser más los unos que los otros, teniendo en ustedes la intención de  destruir a su hermano, eso es pecado mortal. Y es muerte en el espíritu, nunca quieras un mal para tu hermano, porque tu mismo estas recibiendo el mal en el espíritu.  Nunca desees un mal a tu hermano porque ya tu espíritu está muriendo. Si tuvieras tu espíritu agonizando, tú no ves tu interior, pero Yo te estoy hablando de viva voz, ámate, y ama a tu espíritu, mantenlo contento, alegre, y grato al Dios vivo,  al Señor que te ha creado.  Haz el bien a tu hermano, ámate tu mismo como propiedad de Dios que eres, tu eres hijo de Dios. De que les serviría poseer todas las cosas, todos los bienes  terrenos, y el mundo entero, si tu espíritu estuviera muerto, si tu alma  estuviera muerta, de que te valdría tener salud en tu cuerpo, y buscar siempre la salud con los mejores médicos. De que te serviría, vestir regiamente, de que te serviría tener un palacio, si en el último día, tu solamente recibirías una sentencia.  No te conozco, nunca te vi. Soy tu Dios quien te dice, si tu quieres permanecer en el mal, el mal te destruirá. Yo no he venido a destruirte, Yo no he venido a condenarte, el mismo mal te condena. Yo no te condeno, antes bien, vine a librarte de la condenación eterna, Yo soy Dios Todopoderoso, Yo no vendría a condenarte. Cuando Yo he venido a redimirte, a librarte de la condenación eterna, en Mí eres salvo. Yo he venido a salvarte y me he quedado aquí, para que tú en Mí, seas hombre, y mujer nueva. Yo quiero hacerles saber que estoy con ustedes, y haciéndoles saber, que Yo quiero llevar la carga de cada uno. Tu no podrás por ti mismo, llevar esa cruz de cada día.  Tu no podrás, miren cuantos de mis hijos trabajan y están renegando, y maldiciendo. Cuando deberían de estar agradecidos ante el Señor, dándole las gracias, porque tienen un trabajo. Porque de ese trabajo viven ellos y sus familias, según la carne. Cuanto deseo que el hombre, y la mujer que trabajan, en su trabajo estén alabando a su Señor, a su Creador, dándole las gracias, y os diciéndole.   Bendito seas Señor, porque me das la alegría de poder trabajar. las fuerzas, y la esperanza en Ti. el cansancio es mucho, pero Yo te lo ofrezco Señor, tómalo y dale el mérito que Tu quieras darle.     Y os les digo en esa ofrenda hermosa, Yo el Señor estoy haciendo mi obra, no solamente en él y su familia, sino en muchos. Los traigo de la oscuridad a la vida, dándoles el don del arrepentimiento. Se los doy a todos, pero muy pocos abren su corazón. Yo os doy mérito y los hago corredentores en Mí, en su gran sacrificio ofrecido, con el amor de los hijos de Dios, a su Padre.
Ustedes son ovejitas de mi rebaño, y Yo no dejo a mis ovejitas. Si Yo veo a una ovejita herida, Yo sano sus heridas. Si una ovejita está cayendo al abismo, presuroso voy la saco de lo profundo y la traigo al redil. No dejaría a mis ovejitas en manos de sus enemigos.  No lo haría, porque les amo.
Pobrecitos hijos, muchos dicen.   el Señor se ocupará de nosotros, habiendo tantos.   Cada uno de ustedes es único para Mí, todos ustedes se dividen por estirpe de sangre, pero todos son unificados en una estirpe Divina.
Benditos hijos amados que con fe dicen.     Señor aquí estoy, Tu sabes de mi todo. Yo te pediría muchas cosas y te las pido, pero Tu me darás en tu amor, aquello que más necesito, esperaré en Ti, te amo.

 Ciertamente todo bien les viene de Mí, quiero que tu mismo me hables en tu interior, que Yo el Señor todo lo se, pero me gusta mucho que me confíes tu querer también, aún lo que Yo ya se.  Yo quiero darte mi paz, recíbela hijo, Yo tu Señor te la doy, nadie te la puede dar. Solamente tu Señor Dios, a quien tu amas, y  tu amas con mi amor.
Si está pronta la discusión, déjala, quizá por tu cuenta no puedas, pero en ese momento habla y dime.  Señor ayúdame, no me dejes caer.    Invoca a María Santísima y dile.  >  Madre mía, protégeme. todo poder se te ha dado, para que Tú como Madre nuestra, nos protejas de todos aquellos enemigos, que nos quieren hacer daño en este momento.   > Habla con fe, que Yo estoy pronto y María Santísima, intercede por ti, y no te dejará, en manos de tus enemigos.
Tu has sido salvado, al precio de sangre de mi amado Hijo Jesucristo. Pues mi Hijo está pronto y os dice, Padre mío, liberemos a mis hijos, ellos no saben lo que hacen. Oh Padre, míralos en Mí y perdonémosles sus pecados. Mira ellos se han arrepentido de todo corazón, Padre, ellos me han escuchado, que en el Sagrado Sacramento de la confesión, esa reconciliación en Dios con su creatura. Yo les doy vida nueva,  soy vuestro Señor Jesús, que estoy intercediendo por ustedes ante mi Padre Celestial. Y ustedes que son míos, que son en Mí, como Cuerpo Místico, como Iglesia, y Yo soy la cabeza de todos ustedes. Es incomprensible quizá para ustedes, la Iglesia, mi Iglesia con ustedes y Yo soy la cabeza, y ustedes forman mi Cuerpo Místico.  Yo los libero de la oscuridad, les doy vida nueva, les doy purificación interior. Vivan santamente, tengan horror al pecado. Les beso, soy vuestro Señor Jesús.
Sigan llevando la buena nueva, el llamado se les hace a todos ustedes. Todos ustedes son llamados a trabajar, para el Reino, aún ustedes que dicen. > yo no se nada Señor.  > Ustedes saben porque han escuchado mi voz, Yo les he hablado de viva voz, ámense los unos a los otros. Han recibido de Mí, no guarden lo que han recibido. Llévenlo, no es para que lo dejen guardado, llévenlo a sus familias, y a sus vecinos. Háblenles según me han escuchado, y ustedes todos han recibido de Mí, soy vuestro Señor Jesús.
Si ustedes quieren el Santo Rosario de mi Madre amada, en el de ustedes, recíbanlo.   Yo no les negaría la petición, que os me piden.  Yo se las concedo, os doy el rosario de mi Madre amada. Recen pues, con fe, con el Santo Rosario de mi Madre Santísima en vuestra mano. Esta oración que es muy grata al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, orad hijos amados, meditando siempre. Desde la encarnación del Hijo de Dios, hasta el momento en que el Hijo de Dios, es bajado de la Santa Cruz, y entregado en los brazos de mi Madre muy amada. Yo soy el Señor Dios Todopoderoso que fui sepultado en un sepulcro, pero según la carne resucité. Soy Dios, el Espíritu nunca muere, el Espíritu vive. Solamente muere por el pecado, y os les digo, fui creado, como hombre, porque Yo lo quise. Más también fue resucitada mi carne, mi cuerpo, y ustedes en Mí, tienen resurrección. El espíritu muere por el pecado, Yo no tuve pecado, Yo soy un Dios de amor. Y os les digo, vine a vencer el pecado, el demonio, y la oscuridad. Más saben, también he venido a darles resurrección en el espíritu. Confíen en quien tanto les ama, y les ha redimido.
Son mi pueblo y Yo quiero mi pueblo en Mí. Ya no los quiero dispersos más, los quiero en Mí, Yo quiero ser en ustedes. Ustedes ya no son esclavos, porque Yo los he liberado de la esclavitud, ahora son reyes, son hijos del Rey de Reyes. Ustedes en Mí, son señores, porque ustedes son en Mí, y ya no los quiero dispersos, los quiero en Mí. Si pecan, no queden caídos, arrepiéntanse de su pecado, lloren mucho de arrepentimiento. Porque el Dios vivo, Dios verdadero, se duele tanto de ustedes, y me da una alegría tan grande, cuando ustedes se arrepienten y vuelven. No quiero que mueran, si les digo esto es por su bien, para que tengan vida y la tengan en abundancia, en el único Dios verdadero Jesucristo. Vengan, sean todos uno en Mí, vivan santamente, que muy pronto dejarán este mundo, y os vendrán al Reino de los Cielos. No me gusta que digan.  > Quiero quedarme en un rincón, en el último lugar.  > Nunca digan eso, esfuércense por ser mejores cada día. Y acuérdense que ustedes están fincando en el Reino de los Cielos, no construyan aquí, no les serviría. El que tenga oídos que escuche.
Aquellas almas que están alejadas, que están en pecado mortal, aquellos mis hijos que están perdidos, y dispersos, quiero que vengan.  Dichosos los que van y llevan mi mensaje, dichosos los que están yendo a evangelizar. Dichosos los que recorren largas distancias llevando mi mensaje de vida, dichosos los que hacen tanto esfuerzo por llevar la buena nueva, en verdad les digo, que todo esto que me ofrecen en un amor desinteresado, Yo le doy mérito tan grande. Yo quiero que ustedes sean santos, santos entre los santos. Yo doy un mérito grande a vuestro esfuerzo, y a vuestra entrega.
Si ustedes mueren, es según la carne, porque el espíritu no muere. En Mí, no muere, tienen vida en Mí. Más les digo, y les he prometido la resurrección de la carne. Cuanto deseo que ustedes dejen este mundo, pero su misión no ha terminado, vivan santamente. Yo les he hablado de viva voz y les he hablado con la verdad, porque Yo soy la verdad, soy vuestro Señor Jesús.
Ustedes caminan por el mundo, dispersos, buscando que comer. Os les hablo de aquello que buscan, cuando solamente una cosa tienen que buscar, os el dar la gloria, la alabanza, y la adoración a vuestro Dios. Todo lo he creado y los he creado a ustedes en cada parte de su ser, todo forma un mismo cuerpo, y este cuerpo en Cristo, debe dar fruto. El fruto solamente se da en Cristo, muchos de mis hijos se preguntan si estan dando fruto.  Pero, el fruto es bueno.  Lo está comiendo tu hermano, es ese pecado, esas maledicencias, ese mal ejemplo, y esa invitación aquellos lugares de prostitución, y de pecado. El hombre se embrutece y os cae en el abismo. Ustedes  ya conocen entre el bien y el mal. Yo les hago conocer el camino, abran su corazón al bien, y en ustedes habrá vida nueva. Y en esa vida nueva, ustedes darán fruto y el fruto será bueno y abundante, como el ciprés que está plantado a la orilla del río. Siempre estarán en todo momento verdes, hermosos
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Muchos no me ven como Dios, sino que me ven como un hombre solamente, y muchos más dicen, que no soy Dios.  Pobrecitos hijos míos, cuanto deseo que todo mi pueblo me reconozca, como su Señor y Dios. Porque el que no me quiere reconocer como su Señor y Dios, no tendrá vida. Oren por ellos.
En verdad les digo que si fuera posible, Yo por cada uno de ustedes, pasaría una flagelación. Pasaría por esta mi pasión dolorosa, pero ya los he redimido de una vez y para siempre. Y aquel que ha aceptado mi redención tendrá vida.
Yo soy misericordioso y compasivo, y traigo a mis hijos a Mí. En todo momento les  estoy hablando, mírate, eres creación Mía, te he creado a imagen y semejanza Mía. Estabas perdido y te busqué, te insistí tanto hasta que volviste. Ahora  Yo en ustedes, y ustedes en Mí, vayamos a buscar almas.


 Les amo.