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Soy Yahvé vuestro Dios, hijos tan
queridos, en verdad les digo, que Yo ya os estaba esperando desde hace un
tiempo que me dijeran, Señor. Aquí están y vengan conmigo, a decirme que me
aman, y a quedarse para siempre. Ya no quieren regresar al mundo, ya se cansaron
de las cosas del mundo. Supieron lo que es el mundo y las cosas que hay en él,
las cuales muchas les estorban para llegar al Reino. Pero aquí están para
adorarme y decirme. > Benditos seas
porque te acordaste de nosotros. Pensar en nosotros, desde antes de todos los
tiempos, y nos diste la vida. Oh Señor, que grande eres y que infinita es tu
Misericordia. Señor, contemplo mi cuerpo, pero no se lo que hay en mi interior.
Pero como no veo mi interior, solo se que dentro de mí, creaste tantos órganos,
que dentro de mí, hay tantas venas donde corre mi sangre, desde mi cabeza hasta
mis pies. Oh Señor tu grandeza contemplo al pensar; dentro de mi cabeza hay un
cerebro. Cuantas cosas hermosas has hecho en mí Señor; están mis miembros a la
vista, mis órganos que son vistos por
muchos médicos. Pero también Señor Dios, mis sentidos y me contemplo todo, y
digo, que grande es mi Señor, que hermoso eres Señor. Al contemplar tu grandeza en mi persona, que grande eres
Señor, al contemplarme yo mismo. Me das el agua, has creado el sol para mi, y me das el viento para respirar. Y todo
lo creaste pensando en mi, que grande eres Señor, contemplo tu grandeza, y señorío, en cada cosa que has creado,
bendito seas. > Me lleno de alegría
cuando ustedes contemplan lo que Yo he creado, y se contemplan ustedes como
obra hermosa de Dios. Porque son creados a imagen y semejanza de vuestro Dios,
y Señor, benditos sean.
Hijos amados, algunos vienen a
quedarse conmigo, Pero otros vienen a
decirme, tengo mucha preocupación,
concédeme lo que te pido. Pero no me
dicen Señor te amo, simplemente vienen y me piden. Me piden y me vuelven a
pedir, pero muchos hasta con exigencia. Y hasta dudan o condicionan su Fe. Y Yo te digo, Yo tu Señor Todopoderoso estoy
en mi Iglesia, y con mi Iglesia. Y aquel que va fuera de la
Santa Iglesia Católica, ya no está en la verdad. Está
fuera de la Casa
de su Padre, está fuera de la
Casa de su Madre, no porque Yo no les ame, Yo les amo, pero muchos de mis
hijos, se van a otros lugares, donde
dicen adorar al Señor, alabarle y bendecirle. Saltan, brincan y danzan, pero muchos de ellos
están en pecado mortal, y muchos vociferan contra mi Madre Santísima, y
la calumnian. Dañan tanto aquellos mis hijos, al quitarles el amor de mi Madre
Santísima, y los dañan tanto al quitarles el amor a la Sagrada Eucaristía. Es más creo que nunca me han amado, y que nunca me escucharon. Creo que nunca amaron a mi Madre Santísima,
pues les digo Yo soy el Señor, y solamente tengo una esposa Mi Iglesia Santa,
Católica, Apostólica, y Romana. Yo soy Dios el único, no hay fuera de mi otro,
pero algunos van y se hacen de algo o
alguien su dios, y eso les va desviando
del camino. Y cada vez van contaminándose más; como aquel que empezaba a caminar, recuperándose
de una gran enfermedad, vuelve a caer, muere y dice, Oh Señor, acaso un día Tú me has escuchado en
la vida.
Porque hay ignorancia, si les digo esto es porque estoy con ustedes, y
porque Yo mismo soy el Señor. Igual Yo a
mi hijo muy amado Abraham, Yo quiero ver cuanta fe, y cuanta esperanza en
vuestro Dios y Señor, cuanto creen en Mí, y cuantos creen que estoy, y me quedo
en ustedes. Pero muchos de mis hijos solamente van a que les de el alivio que
necesitan. Pero van con satanás, van y se meten en esos lugares donde es
antesala de satanás, y reina satanás, con aquellos servidores suyos, con
aquellos satánicos. Que también os les digo, porque todo aquel que hace, lo que
no es de su Señor, está a favor de satanás. Aun muchos que ponen su confianza
en el horóscopo por la mañana, eso no viene de Mí, pues ya están poniendo su
confianza en alguien, y en algo. Y satanás empieza hacer su obra, porque ya
están abriendo puerta. Si les digo esto es para que no salgan de la Casa de su Padre, Yo soy
Jesús Sacramentado. Yo solamente estoy aquí con mi querida esposa mi Santa
Iglesia Católica, que son todos ustedes. Todos mis hijos, el Papa, y
obispos, mis hijos amados sacerdotes,
que son hombres también y muchos de ellos me hacen sufrir mucho. Me hacen llorar, muchos de esos mis hijos, pobrecitos, se dejan llevar por su querer.
Oren mucho por ellos, benditos hijos tan amados. Yo soy Jesús Sacramentado y Yo
les doy vida en los Sagrados Sacramentos. Tienen vida en Mí en los Sacramentos,
tienen una Mamá, la más hermosa, la más buena, la más Santísima, y la más
Purísima, y es la Reina
del Cielo y de la tierra. Ella es vuestra Mamá, a ella se le ha confiado todo
lo creado, y os les digo Yo mismo los entregué a mi Madre tan querida, como sus
hijos. Si les digo esto es para que
ustedes, que vienen y me piden, pidan con confianza, y con fe. Esperando de
vuestro dios y Señor, y así como mi hijo muy amado Abraham, así esperen hijos,
que Yo no los voy a dejar. Yo no les desamparo y ustedes que esperan en vuestro
Dios y Señor, con un corazón abierto, y con una fe firme. Yo digo benditos sean
mis hijos, les doy más de lo que ellos me piden, porque creen, confían en Mí, y
esperan de Mí. Muchos más de mis hijos vienen solo por curiosidad, a ver si
adivino, y les digo lo que piensan.
Saben que, a estos mis pequeños, Yo que lo se todo y conozco su
interior, solamente les digo, benditos hijos. A quien quieres engañar, creyendo
que Yo no se lo que hay en tu interior, eres ignorante, pobre ignorante, tanto
te he hablado. Y todavía no sabes que Yo conozco todo tu interior, conozco tus
pensamientos, y deseos, también conozco esas palabras y pensamientos tontos. Al
decir, voy a ver si mi Señor me adivina, a ver si es cierto. Esto me desagrada
mucho, Yo no soy ningún adivino, soy
Dios. Y les digo si vienen, vengan esperando siempre de Mí, en una
espera de un hijo de su padre. Benditos aquellos que me dicen. > Señor, vengo alabarte, adorarte, y a
bendecirte. Vengo a confiarte un secreto, el cual Tú ya lo sabes, pero que si
Tu quieres y crees que sea lo mejor para mi, me darás lo que Yo te pido. Más lo
que te pido para mis hijos, mi esposo y
mis vecinos. Señor, yo espero de
Ti, lo que más me conviene a mi y a ellos.
> Yo les amo a todos, y quiero que estén siempre en una espera con fe, en vuestro Dios y Señor, y en
mi Madre amada que no deja de interceder por ustedes, soy vuestro Dios, Cristo Jesús.
Piensa, yo hoy pequé, ofendí a mi
Señor, y en esta ofensa a mi Señor, también gané el infierno, mi Señor me ha
redimido. Piensen, antes de que Yo viniera a redimirles, ciertamente estaban
todos en el amor de Dios. Pero mi Madre Santísima, la Reina del Cielo, aún no
estaba aquí en la tierra, y en verdad les digo, el demonio sabía que una mujer
iba a venir, y le iba a pisar la cabeza. Que la serpiente iba a ser dominada
por una mujer, y el trataría de morder su talón. Tembló el demonio cuando supo
que María Santísima, era la que pisaría la cabeza, y mi Hija muy amada, ha
recibido todo poder, en el cielo, y en la tierra y también en los abismos. A
una orden de María Santísima, satanás como los perros se va aullando de dolor.
María Santísima como su Hija predilecta, ha recibido de su Señor todo, y aún el
Señorío que le creó. Y os les digo que el mismo infierno se estremece al solo
escuchar el nombre de María. María Santísima tiene el poder para hacer todo lo
que ella quiera, en la Divina
voluntad de su Señor. Pues en ella está Divina voluntad, y os les digo, antes de que María estuviera aquí en la
tierra, y antes de que ella fuera creada
por su Señor. Los enemigos pensaban. >
Quién nos puede hacer a nosotros que retrocedamos. cuando se nos presenta aquel
al que os quiere que nosotros le ayudemos.
Es nuestro. > Aquellos que
siempre buscan el mal, os siempre están con un temor grande de que ellos vayan
a clamar a María Santísima. Y María Santísima venga y les pise la cabeza, y les
haga aullar. Pues no pueden desobedecer a María, esto dice el demonio. > No podemos desobedecerla, porque es ella más grande que
nosotros, ella es Hija de Dios. Y a su Hija se le ha concedido todo el poder, y
si ella quiere podría destruirnos. Porque el Señor Dios le concede todo lo que
ella quiere y por eso temblamos, nos da
terror es a lo único que le tenemos miedo, más que a Dios, a María Santísima. > El demonio tiene horror a María, le
tiene un miedo, porque sabe que María Santísima es la Reina del Cielo y de la
tierra. Y tiene todo poder también en ese lugar de castigo, donde el mal está
reinando. Porque el dice, yo quiero ser rey, pero sobre todo María Santísima,
hace que satanás, lucifer, se aparte del
camino, lo humilla, le pisa, le dice, retírate de aquí satanás. Y os no puede
satanás nada contra María Santísima, ni tan siquiera a tener un dialogo.
Ustedes son hijos de María
Santísima, son hijos muy amados de María, y vuestra Mamá tiene todo poder. Por
eso les digo que no se aparten de María Santísima, ámenla mucho, bendíganla, y
díganle Mamá, tenemos hambre, frío, estoy enfermo, e intercede por
nosotros. Benditos ustedes que han
aceptado en su corazón a mi Madre Santísima, con ella, y en ella están
seguros. Con ella y en ella no morirán,
con María Santísima y en María Santísima, todos los enemigos que les acechan
huyen de ustedes. Porque en el regazo de
María están a salvo, de todos sus enemigos. Aquellos enemigos que traten de
hacerles daño, aún en ese momento de angustia, desesperación, y depresión, si
claman a María Santísima, ella no les dejará en manos de sus enemigos. Muchos
dicen Señor, porque muchos están ahorita cayendo en las redes del mal. Porque
rechazan a María Santísima, porque ellos quieren hacer en su voluntad, y Yo les
he entregado a mi Madre Santísima y no la han aceptado. Es por esto que les
decía hace un momento, muchos dicen adorarme, pero están en pecado mortal,
porque están vociferando, calumniando, y ofendiendo a mi Madre Santísima, y
esto es un pecado mortal. Cuanto deseo que hagan conocer a mi Madre pronto, van
a recibir conocimiento de mi Madre Santísima, para que le amen más y más cada
día, y no se aparten de ella. Y en ella permanezcan seguros, como hijos de
María Santísima, Yo les amo, soy vuestro Dios Jesús. No teman, en María Santísima, si le entregan con fe a María, sus hijos. Y dicen,
Madre mía, aquí está mi hija, yo te la entrego a Ti. Crean que aunque esos
hijos anden en el camino equivocado, y
aunque estuvieran en lo profundo del infierno, si os entregan a sus hijos, y
esposo a María Santísima, ellos no morirán, y no se perderán. Porque María
Santísima no deja a sus niños, pues hijos amados sigan confiando en vuestro Dios, y en María
Santísima. Si tu hijo aún no ha recibido
del consejo que tu le das, sigue
hablándole, y sigue dándole amor del cual necesita para volver. Muchos de los
padres solamente maldicen, si sus hijos
andan en el mal camino los corre. Sus
hijos necesitan amor, están vacíos, y esos vacíos está pronto satanás para
llenarlos, y trata de perderlos. Muchos aunque están peregrinando, y están en
lo profundo del abismo, del infierno, porque se han abandonado ya, a satanás.
Muchos se han consagrado, y entregado, pero si entregan sus hijos a María
Santísima, no se perderán. Porque de lo
profundo del abismo, María Santísima los sacará, y nadie se interpondrá. Porque
ella es la Reina
del Cielo, la Reina
de todos ustedes que le aman, es Reina,
y es mi Madre Santísima. Y os una Reina es venerada, y muchos de mis hijos
sacerdotes, y obispos. Aún aquellos mis hijitos los laicos que dicen, María
Santísima es mi Madre, en ella no temo.
Y lo dicen con fe, el mal huye y dice, con estos yo no puedo nada. Les vuelvo a decir, en mi Madre Santísima no
se perderán.
Ya fueron redimidos, la palabra
ya era, la palabra es, y será. Benditos
sean ustedes que piden por mi Sagrada pasión tan dolorosa, y os mi Padre les
sonríe y dice. Benditos sean mis hijos que me ofrecen en la ofrenda más grande,
y más hermosa que es mi Hijo muy amado. Ofreciéndome su Sagrada pasión tan
dolorosa; me ofrecen su ofrenda en mi
Hijo muy amado, benditos sean les digo, es hermosa vuestra ofrenda cuando sale
de su corazón, es una ofrenda de amor.
Se con cuanto amor, preparan una
gran fiesta para mi Madre amada, esta fiesta no pasará. Porque en verdad les
digo, que en el último día mirarán esta gran fiesta, que con tanto amor
prepararon para mi Madre Santísima. Para vuestra Madre, ella se siente muy
honrada, muy contenta y dice:
> Jesús mis hijos me aman, que
hermosos son, benditos sean nuestros hijos.
Oh Jesús, alégrate con ellos, quiero que te alegres en cada uno de
ellos. Mira que preciosos son, fíjate dentro de ellos, fíjate en su corazoncito.
Pero no vayas a ver si en ellos hay algo.
Perdónales hijo, quítales ese odio, y ese rencor. Escucha Hijo su
clamor, mira cuantos de mis hijos te están pidiendo, concédeles lo que te
piden.
> Madre tengo que fijarme,
porque mira Madre mía, muchos de ellos traen rencor y hasta odio. Madre mía, mira que si les doy ellos
inmediatamente, se irían a malgastar lo que Yo les doy. Déjalos que sientan un
poco de dolor, para que ellos también en su dolor me acompañen en esta pena.
Por tantos de mis hijos que se están perdiendo, déjalos Madre mía que sean
corredentores, contigo y conmigo. Déjalos para que ellos en su dolor también,
tengan esa alegría de los hijos de Dios, en el Reino de los Cielos. Madre mía,
se que Tu los amas mucho y quisieras que ellos fueran tan felices, Yo
también lo quiero, pero mira que es necesario que ellos también lleven su cruz
de cada día. Cuanto deseo que ellos lleven esa cruz con su Señor y Dios. Madre Santísima crees que Yo te voy a negar
algo que me pidas, para mis muy amados, cuando Yo mismo los amo, y Tú en mi
amor los amas. Madre mía Yo no los voy a dejar y aunque ellos se alejaran, Yo
iría tras ellos presuroso. Cuanto deseo que mis hijos sepan que son custodias
donde estoy Yo vivo, pero quiero que me reciban todos los días. Acaso se
enfadan de Mí. Acaso no me quieren en ustedes.
Oh hijos amados, lo que más deseo es que
con gran alegría me reciban en ustedes, y después de haber recibido el
perdón de sus pecados, revestidos con ese traje de fiesta, la gracia Divina en
ustedes. Yo quiero que me reciban en gracia de Dios, quiero que me coman, y me
beban. O acaso no me quieren. Yo les
amo y les digo, son templos vivos creados por Dios y para Dios, y son de Dios,
y como hijos de Dios, siempre en Dios, para que en Dios tengan vida en este
peregrinar, y sostenidos son en el mismo Señor.
Quiero que lleven mi mensaje, que
sean mis testigos, y que lleven la Buena Nueva. Ustedes me dirán, Señor yo no se
evangelizar. Y Yo les digo, aquí está mi
mensaje escrito, dalo a tu hermano, diles que les amo, o acaso te avergüenzas
de Mí. Muchos de mis hijos con mi
mensaje están llevando vida a muchos de mis hijos, lejos de aquí. Pero Yo voy
con ellos, dejan todo por Mí, y dejan todo en este día, que dicen es mi día de
descanso, y están trabajando para su Señor. Y son la alegría para muchos de mis
hijos, porque Yo voy en ellos, todos son
llamados a evangelizar, con mi mismo mensaje se está evangelizando. Les digo,
lean y relean mi mensaje, antes de leerlo pidan Espíritu Santo, no es lo mismo
pedir Espíritu Santo, que pedir al Espíritu Santo. Pedir Espíritu Santo es
pedir Espíritu Santo en ustedes, el Espíritu Santo está pronto. Pero pidan
también al Espíritu Santo, Él les ama, es el amor, pidan Él no les negará nada
de aquello que piden, si es para bien. Acaso ustedes en la perseverancia con
que trabajan, el Señor les dejaría.
Antes Yo les podo, vengo y remuevo la tierra, los fortalezco, y les
pongo agua, los caliento para que den fruto, y el fruto es bueno porque es en
Mí.
Quiero que estén limpios, que
estén habitados por el Espíritu Santo. Quiero que reinen ya aquí, y que sean
reyes, porque Yo les he traído mi Reinado. Yo soy el Rey de Reyes, Por qué no
quieren ser reyes, y prefieren ser limosneros. Prefieren traer vestiduras
sucias. Les hago un llamado, quiero que
vivan en gracia de Dios, Yo les doy mi
gracia. Sufro mucho cuando ustedes
quieren perderse, cuando Yo estoy pronto para ustedes, es tan peligroso que duerman en pecado, con
un espíritu sucio, podrido, y maloliente. Este espíritu no entra al Reino de
los Cielos, Yo les lavo con mi sangre
preciosa, les doy mi vida, mi Divinidad,
y mi Cuerpo. Me doy todo a ustedes para que tengan vida y la tengan en
abundancia. Pero que han hecho de ustedes hijos amados. Son aquel hijo pródigo,
les estoy esperando, Yo tengo en mi mano un anillo para cada uno de ustedes.
Pero les digo que algunos traen ese anillo en su dedo, un anillo real, un
anillo que los identifica como reyes. Muchos de ustedes traen sus vestiduras
limpias, si no traen su vestidura limpia,
es mejor que dejen todo para que tengan vida, y la tengan en
abundancia. Saben Yo no he venido a
condenarles, sino que he venido a librarlos de la condenación eterna. He venido
a librarlos de la muerte eterna, y he venido a darles mi vida. Para que ustedes
en Mí, tengan vida, y si no están en Mí, no tienen vida.
> Soy vuestra Madre María
Santísima, les saludo a cada uno, benditos hijos amados. Quiero que vivan santamente, mi Hijo les ha
hablado, no permitan que el mal venga, y les haga daño en su interior, el
ladrón está pronto. Estoy llorando por ustedes, intercediendo por sus
necesidades. Y estoy postrada en oración, para que todos ustedes en mi Hijo muy
amado, tengan vida. No quiero que se pierda ni uno solo. Se preocupan mucho por
lo que vendrá en el último tiempo, ciertamente, la parusía está muy próxima
hijos amados, pero quien de ustedes dice, que vivirá mejor cada día, y será más
santo cada día en su Jesús. No se alarmen
por lo que venga, sino antes alármense, por a donde van a ir, después de esta
vida. A dónde van a ir, o a dónde quieren ir.
Cuando está aquí la salvación, y el perdón de sus pecados, la vida
nueva. Queridos hijos, Yo estoy con ustedes como vuestra Madre,
tengo mucho dolor en mi corazón. Porque muchas jovencitas están matando a sus
hijos, y los están enterrando. Y dicen nadie se dio cuenta, muchas más de mis
jovencitas, hasta adultas, están usando métodos artificiales, satánicos. Les
llamo satánicos porque eso viene de él, y no viene de Dios. Están usando esos medios en los cuales muchas
dicen, yo no estoy embarazada. Saben que
hijos, hay fecundación y muchos de estos mis niños, están muriendo y muchas
dicen al cabo no se me logró. Mataste a un niño, mataste a una niña, y eres una
asesina. Si les digo esto, es para que
lleven mi mensaje, es un pecado grave, y muchos no están confesando estos
pecados. Simplemente siguen asesinando a sus hijos, y estoy muy triste, y llena
de dolor. Porque muchas almas se están yendo al infierno, muchos jóvenes y
jovencitas se drogan, pobrecitos hijos míos. Muchos de ellos se pierden, y
siento un dolor infinito. Muchas espadas traspasan mi corazón, si les digo esto, es para que lleven mi
mensaje, para que no se sigan perdiendo almas. Cuanto deseo que vayan a esos
lugares, donde hay esos antros, pero nadie se anima a ir, tienen temor de
llevar mi mensaje. O poner a la vista de todos un mensaje para que lo vean, y
lo lean. Muchos se burlarán, pero
también les quedará algo dentro de su corazón. Hagan lo que les pido, hay
muchos asesinos que dicen, he prometido dar vida y cuidar la vida del ser
humano. Los médicos, y no están cumpliendo. Muchos de ellos se han convertido
en asesinos, practican la eutanasia, y el aborto. Acaso estos hijos amados,
podrán entrar al Reino de los Cielos, si no se arrepienten. Si no hacen un gran
sacrificio, y si no cambian su vida.
Acompáñenme en mi dolor, y en mi
sufrimiento. Recen muchos rosarios y oren mucho.
Quiero pedirles que todos tengan
en su casa, Sacramentales, agua bendita. Siempre tengan agua bendita, si es
posible aceite bendito y
exorcizando. Tengan siempre
rosarios benditos y exorcizados, tengan siempre con ustedes cirios benditos, y
exorcizados, en sus casas. Debe haber lo que Dios quiere, esas armas contra el
mal, y el Cirio encendido representa a
mi Hijo tan querido. La luz con ustedes, y el agua bendita exorcizada, si ustedes rocían con fe, en el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
También mencionando con amor y fe, el nombre de María Santísima. En
verdad les digo, que los enemigos salen
aullando, para ellos el agua bendita es un dolor infinito. Es para ellos un
terror, mucho miedo le tienen a lo que es consagrado, y sacramentado.
Bendecido, y exorcizado, pues saben que
viene de su Señor. Aunque ellos no lo quieren reconocer como su Dios. Tengan de preferencia también
con ustedes, un chal, una sevillana, o una pañoleta bendecida por un sacerdote.
Lleven con ustedes siempre su rosario, y un escapulario, lleven siempre a
vuestro Cristo Jesús, en su imagen de cruz, crucificado. Lleven siempre aquello
que representa a Dios, y a vuestra Madre en sus imágenes. Benditos hijos
amados, Yo los cubro con mi manto. Les amo, en Mí no teman, soy vuestra Madre
María Santísima.
> Soy Yahvé vuestro Dios, les abrazo soy
Dios vivo, Dios verdadero. Creador de todo lo visible y lo invisible, creador
de todos ustedes, que invocan mi Santísimo nombre. Yo estoy con ustedes,
les he dado vida y la vida en Mí, no se acaba.
Mi Reino es vuestro. Te he dado a
mi Hijo, y te he dado vida. La salvación
está contigo, en mi Hijo muy amado Jesús.
Benditos hijos amados, alégrense
de que sus nombres estén escritos en el Libro de la Vida. Alégrense de
que sean reconocidos en el Reino de los Cielos. Alégrense cuando los injurien,
cuando los maltraten, y cuando los ofenda. Porque van en el camino, y los del
mundo no quieren a los que han dejado el mundo, porque ya no son como ellos. A
mi Hijo muy amado Pedro, lo cubría con mi sombra, y a ustedes les he dado a mi
Hijo, y en mi Hijo me doy a ustedes. Les hablo pueblo mío, mis muy amados,
todos ustedes son bautizados, y en el Sagrado Sacramento del Bautismo, miembros
del Cuerpo de Cristo. Mi Hijo muy amado son, y mi Hijo está conmigo, y está a mi derecha.
Y ustedes en mi Hijo muy amado, si permanecen en Él y Él en ustedes. Yo
permanezco en ustedes, soy vuestro Dios Yahvé. Les he dado esta promesa de
amor, y les he dado mi Espíritu. Es conveniente que dejen
todo por su Señor y su Dios, dejarían
hijos amados a su Señor, Dejarían el Reino prometido y ganado por Cristo para
ustedes, y Por alguien, o por algo. Yo les estoy hablando de viva voz, soy Yahvé
vuestro Dios. Les doy más de lo que tienen, para que lleven en mi Santo nombre,
y para que en la humildad, la obediencia, y en la castidad. Y también pido su
pobreza, quiero que estén en obediencia, no quiero que se proclamen ustedes,
proclamen a Dios. No quiero que busquen el ser reconocidos, sino hagan conocer
a vuestro Dios. No quiero que se exalten, porque solamente a Dios se le exalta.
No quiero que se hagan llamar maestros, porque solamente hay uno solo Cristo,
mi Hijo muy amado, es el Maestro. No se hagan llamar pastores, porque solamente
hay un Pastor, que es Cristo. Ciertamente Él, por medio de sus hijos, los
cuales le he dado, y los cuales me los da Él a Mí, Él hace su obra.
Ciertamente les digo, María
Santísima tiene todo poder. Se le ha dado como la Hija muy amada, como la Madre muy amada, y como la Esposa predilectísima. Ella
ocupa un lugar en la
Trinidad Santa, y la Trinidad Santa en
ella. Pues os María Santísima, tiene todo poder para hacer lo que mi Hija
quiera. Si ella me pide, Yo le concedo porque es la muy amada.
> Yo les entrego mi rosario enlazado al de
ustedes. Ustedes en Cristo son hijos predilectos del Padre Celestial, y todos
llevan con ustedes y en ustedes, este sello de la Santísima Trinidad. Han sido crismados, y son en Cristo mi Hijo
muy amado, y como Cuerpo Místico de Cristo. Son Cuerpo de Cristo mi Hijo muy
amado, como mi Hijo, tomó mi cuerpo, y mi carne. Ustedes en Cristo son mis
hijos, también según mi cuerpo. Benditos hijos, soy vuestra Madre María
Santísima, ustedes en Cristo reciben dignidad de hijos de Dios. Porque Cristo
los hace hijos, al Padre Celestial, y en el Hijo reciben la herencia de hijos
de Dios. Reciben la herencia del Reino, y son herederos.
Les amo.