domingo, 30 de septiembre de 2012

Mensaje 10 Agosto 2012








Soy vuestro Dios Yahvé. Benditos hijos, el tiempo está por llegar, la parusía está por ser. Señales ya están viendo, y los dolores de parto inician. Benditos sean todos ustedes, que siempre están vigilantes, y despiertos. Orando, y esperando con gran alegría que llegue el novio, pero saben que, muchos van a venir antes. El Señor va a venir y está con ustedes, pero os para muchos va a venir visible. Está con ustedes para los que tienen fe, invisible, pero os se deja sentir en ustedes. Y os el Señor se deja conocer también por medio de sus milagros, y su palabra. Os les digo, el Señor está con ustedes, y en el último día lo mirarán, al llegar su último día de peregrinar en este mundo, lo van a ver y se van a llenar de alegría. Y se van a ver en los brazos de María Santísima, pero si quieren ser ciegos, y desvían a otros haciéndolos ciegos, en verdad les digo que ustedes, de testigos de Dios, pueden llegar a ser testigos de satanás, al desviar a otros del camino. Os les he hablado una y otra vez, ámense los unos a los otros. Hijos, están consagrados a María Santísima, de María a Jesucristo, y saben que, el demonio está tratando de hacer su obra mala entre todos. Tratando de que haya discordia, y malos entendidos. Y muchos de mis hijos, están siempre en su querer, y no en mi Divino querer. Y muchos dicen que se consangran a María Santísima y a los Dulces corazones, pero que están haciendo con esta consagración. Os están siendo unos a los otros, como testigos de María, y como hijos de María, los intercesores para muchos que están desviados del  camino. Os en María Santísima vuestra Madre, quien llora y gime por sus hijos.  El mal siempre se va a querer hacer presente, oren mucho, siempre está tratando de dispersar, tratando de que se alejen y que muchos pierdan la fe. A satanás no le conviene que estén unificados, soy Jesús aquí con ustedes, permanezcan despiertos, y vigilantes. Y si alguno de entre ustedes, quiere quitarles la fe, y apartarlos del camino, cúbranlo con la sangre Preciosa de Jesús, y digan > Te cubro con la sangre de Jesús mi Señor, yo estoy consagrado a mi Madre Santísima, retírate satanás. Os Madre mía tu conmigo y yo en Ti, sálvame, y libérame Madre mía. No me dejes en manos de mis enemigos.   > María Santísima está con ustedes, hoy, mañana y siempre, como vuestra Madre, y vuestra intercesora.  Por medio de ella, recibe Jesús, a los que Él mismo se entrego. Les digo esto para que estén despiertos, el novio ya viene, dichosos a los que encuentre con sus lámparas encendidas, y aceite de reserva. Dichosos a los que Yo encuentre vestidos de gracia, esperando al novio, tranquilos, y sin temor. Antes bien, con gran alegría, esperando que el novio llegue.  Los desposorios de ustedes con el Rey de Reyes, están muy próximos. Os les digo esto porque muchos de mis hijos van tambaleantes, y no me gusta que se tambaleen, sino que caminen con paso firme, y digan Cristo está conmigo, y Cristo está en Mí.  Muchos me reciben y me echan fuera inmediatamente, me corren, con la lengua que me recibieron empiezan a difamar, a maldecir, y a ofender a sus hermanos. Hasta calumniar, con la lengua que me reciben, igualmente están pecando y Yo les digo, no pueden decir que proclaman a su Señor, y a su Rey. Si proclaman con una lengua embustera, y con la cual están hablando palabras, no de Dios.  Sino de satanás, al ofenderse unos a otros están dando prioridad al demonio. Yo quiero que vivan santamente si son hijos de Dios, si son hijos de María, porque quieren dar un anti-testimonio de su Señor. ámense hijos y tengan misericordia, perdonen a quienes les ofendan. Yo soy Dios, Yo soy el Señor y os he hablado del perdón, y con tristeza veo que muchos no han abierto su corazón, a la gracia del perdón.  Quién es el  más grande entre ustedes,  No el que grita más,  ni el que difama, y no el que quiere ser el poderoso. Yo los quiero humildes a todos, necesitados de Mí, y cuando llegue el mal, pónganse en oración y clamen. Que necesitan a su Señor, que su lengua está consagrada a Mi, y me reciben cada día, Que no permita que me reciban  ahora con una  lengua embustera, con una lengua que maldice, que hiere, y que hasta os aparta del camino a muchos. Y que es hasta motivo de tristeza, dolor, o ira para otros. Soy vuestro Dios Cristo Jesús con ustedes, somos la Trinidad Santa. Fueron y son, creados, redimidos y santificados por Dios. Vivan en santidad.
Todo lo que se les ha dado, pónganlo al servicio de vuestro Dios. Pero háganlo por amor, y no lo hagan por ser vistos, alabados, y exaltados aquí. Porque eso les lleva al destierro, porque solamente a Dios se le adora, se alaba y se le exalta. Solamente a Dios Todopoderoso, es a quien le deben dar la gloria y la alabanza, y adoración por siempre.
Somos los enamorados de ustedes, los eternamente enamorados, y les sostenemos. Somos luz con ustedes, y en nosotros son luz, Jesús y María, con sus hijos, con sus amados.
Quiero habitar en su mente,  en su corazón, en su voluntad, deseos, y anhelos. Quiero ocupar Yo todo en ustedes, porque son únicos para Mí, y son todo para Mí.
 > Los niños son mi fuerte, los jóvenes son mi fuerte, y la destrucción serás. Pero muchos estoy yo pervirtiendo para que se condenen, y aquellos padres de familia, no están haciendo nada por salvar a sus hijos.  Simplemente los están poniendo en mi hocico. Sí en la puerta del infierno, allí los envían.  Me alegro mucho, porque muchos ya están en el infierno. Ese Benito Abad, el que le  llaman Santo del Señor, cuanto daño me ha hecho y lo aborrezco.  > Ciertamente hijos amados, Yo permito que él hable, para bien de todos ustedes. Para que escuchen lo que el malvado habla y las pretensiones que tiene, al condenar a muchos jóvenes y niños. Por eso escuchan que son su fuerte, satanás está como león rugiente, tratando de devorar almas. Y muchos padres de familia están dejando a sus hijos, en manos de satanás. Y muchos piden por su conversión, cuando se los han entregado a la bestia, al decirles que se vayan a divertir, y que están haciendo aquí en su casa, que vayan con sus amigos, que se diviértan como ellos, y hagan lo que ellos. Y muchos de estos jóvenes se van del camino de luz, al camino de oscuridad, y al  camino de muerte. Y muchos están muriendo en pecado mortal,  muchos de mis hijos tienen relaciones sexuales los unos con los otros, y no porque vivan unidos, sino que se unen como si fueran animales, y  no como hijos de Dios. Se drogan y otros  se reúnen, porque el malvado los  reúne con él, y traman tanto mal,  y tanto daño para mis hijos.  El  mal los toma como un medio de destrucción, y miren cuantos secuestros, esto que para ustedes es terrible, y Yo les digo,  miren cuanta calumnia, cuanta crítica, esto es más destructivo aún, y aquellos están matando el cuerpo, pero no el espíritu. Y aquellos que matan el espíritu serán doblemente reprendidos, y también ocuparan un lugar muy especial en el infierno, si no se arrepienten. Porque están haciendo tanto daño a sus hermanos, y a unos robándoles la honra, asesinándolos y a otros más pervirtiéndoles, y llenándolos de satanás, al llevar chismes, y estos van con otros.  Se hace tan extensivo el pecado, que muchos no se arrepienten, porque dicen que están bien. Miren cuantos de mis hijos ven y dicen que es la moda, y se usa. Que no andarán  tan anticuados, que eso es para mojigatos, que no se vestirán como ellos. Que son modernas, y visten modernas, que no serán la burla de muchos, al traer aquella ropa que usan solamente las ancianas, que están jovenes y viven.  Yo escucho a mis pequeñas, y les digo hay tanto pecado,  y tantos abortos, que ya estoy cansado, ya me agotaron. Les hablo a cada uno de ustedes, estoy muy cansado, ya no aguanto más a mi pueblo infiel. Por eso muy pronto habrá una purificación, ya es tiempo. Muchos se están perdiendo, y a causa de que no aconsejan a sus hijos, y que los mandan a divertirse.  Muchos les dicen que se cuiden bien, que no vayan a pescar alguna enfermedad venérea, que se cuíden y diviértan mucho. Que si pecan se vale, que Dios los redimió, que solo se confiesen y ya.    Eso es estar enviando a sus hijos, al hocico de satanás, y eso no es amor. Yo llamaré a estos hijos y les diré, mira si quieren ver donde está su hijo ahorita. Y les verán aullando, y maldiciendo, en unos tormentos terribles. Yo voy a permitir y permito, que los padres vean a sus hijos sufriendo infinitamente, y sufriendo dolores terribles, y dirán.  > Señor, yo no sabía lo que hacía, solamente quise que se divirtieran. Pues mira Señor, yo sabía que el cuerpo lo diste para eso, para que se divierta uno, y yo también me divertía. Yo también iba y quería ser sexi, yo bailaba y me movía, para que vieran hombres y mujeres. Yo provocativa fui también Señor.  > Y Yo te diré, os me haces llorar como mi hija que eres. Mira tus hijos allá están perdidos en el infierno, y  tu también vas a ir a ese lugar con ellos, a hacerles compañía. Y ellos en el odio que te tienen, te desgarrarán con sus uñas, y con sus garras, te morderán y te arrancarán trozos de carne. Tu sentirás como que estás en la tierra  y tus hijos mismos, te sacarán los ojos, te arrancarán los cabellos, te molerán y no volverás a ser.  Así sintiendo cruelísimos  dolores, porque tu quisiste entregarle a satanás a tus hijos, que Yo te confié. Los que Yo quería en Mí, y conmigo en mi Reino. Y les hablo esto para que lleven este mensaje, y tengan conciencia de lo que está pasando al permitir a sus hijos, que vayan y hagan de su cuerpo, que es propiedad y templo vivo de Dios, lo que ellos  quieren. Corrijan a sus hijos, háganles saber esto. Ellos quizá no lo vayan a entender, les he hablado de que pongan sobre la mesa, y de ser posible en un cartón por un lado y por el otro, para que lo vean por todos lados. Un mensaje de amor, de conversión, y así haciéndoles saber cada día,  quien es el Señor, que quiere el Señor de ellos, y cuanto los amo. En fin hagan lo que les digo y verán resultados,  quizá no en el mismo día, ni a la semana, ni al mes. Pero sus hijos van a llegar el día en que les van a decir.   > Mamá, hoy no pusiste un mensaje de Dios, se te olvido. Mira nos está enseñando mucho Dios, por medio de esos  mensajes. Ya no estamos yendo con aquellos amigos que nos invitaban a pervertirnos, a drogarnos, a emborracharnos, y a  pervertir nuestro cuerpo. Porque Dios nos está hablando diario por medio del mensaje que tu, estás poniendo en la  mesa cada día. Síguelo haciendo mamá, nos ha servido mucho.  > A través del tiempo recapacitarán y sabrán que Dios está en ellos, en vuestra mamá, porque les está hablando Dios por medio de ella, cada vez que se sientan a comer, y ya están leyendo eso mis mensajes.
Tomen conciencia de todo lo que les he hablado y cuiden a sus pequeños.  Miren si en el momento no entienden, ellos lo van a entender, y les darán las gracias después. Y cuando estén en el Reino de los Cielos,  bendecirán a vuestra madre, y a mi padre, que los corrigió de una forma  tan sencilla, poniendo siempre un mensaje de amor en vuestra mesa cuando comíamos.
Soy Jesús con ustedes, soy el eterno Sacerdote, el Sacerdote Real, y  Divino. Quien he hecho a todo mi pueblo, un pueblo sacerdotal.

Por tu cuenta no podrás hacer algo por ti mismo. Yo te digo  pide y recibe, pero siempre que pidas, hazlo siempre en tu Señor.  Porque los he creado y redimido. En Mi son porque ahora se unifican a Mi, por medio de los Sagrados Sacramentos. Ahora Tú en mi y yo en Ti.  Siempre que me pidan haganlo coherentemente, pídanme mucho y sean perseverantes en pedirme, que Yo Dios, doy a mis hijos todo aquello que necesitan para vivir santamente. Pero muchos de  mis hijos van y malgastan lo que Yo les he dado, se van a las cosas del mundo, cuando han recibido tanto de su Señor. Y me dicen que aquí está lo que les di, que se lo de a otro, y se iran al mundo, porque les llaman.  Y os te digo hijo,  si algo has recibido y tu me dices que no lo quieres.  Yo te respeto, pero en verdad  te digo,  en el último  día te diré,  te acuerdas que Yo te confié mucho y me  dijiste, no lo  quiero. Dirán que no lo dijeron.  Te lo dí, y no quisiste trabajar,  me  lo regresaste. Yo lo tomé y se lo dí alguien que si quería trabajar. Si les digo esto, es como la parábola de la higuera, me espere un año más, a ver si daba fruto, y espere otro año más, cuidé la higuera, pero no quiso darme higos.  Y entonces que estaba haciendo allí esa higuera, Si no daba higos, y ni tan siquiera servía su sombra, porque estaba seca.  Es porque Yo quiero que ustedes que han recibido de Mí, lo pongan en práctica en sus vidas, y para los suyos. Yo no quiero que se pierda ninguno.
Postrados todos, vienen adorarme. Pero muchos de ustedes no vienen en gracia de Dios, pues háganlo,  tanto que les pido, siempre oren y reciban. Quiero verlos siempre en mi Hijo, y quiero ver a mijo en cada uno de ustedes.
Ustedes darán testimonio de que Yo soy el Señor, porque igualmente han recibido de Mí.  Han recibido en abundancia, igualmente Yo los he creado, y son creados por Dios, como hijos de Dios, para Dios. Para que vivan con su Señor eternamente,  en un Reino creado por Dios, y el mismo Dios que les ha venido a redimir, los ha hecho herederos del Reino.
Yo les  recuerdo la parábola donde se habla, y donde es palabra de Dios. Los que han encontrado ese campo donde está  ese tesoro, no lo venderían.
Yo he venido a traerles mi Reino, ustedes dirán, que aun no viven en el Reino, y estan tan necesitados. Porque os quiero, están necesitados, para que me busquen, para y reciban mi Reino.  Si ustedes se dejaran llevar por la  abundancia, se irían al pecado,  al mundo, y a la muerte. Mediten en lo que Yo les estoy hablando,  conviene que dejen todo por Mí, todo.  Si han hecho daño, algo que ha herido a otros, y han dado muerte a su espíritu, aquí estoy me he quedado para darles vida. No quiero un pueblo muerto,  sino un pueblo vivo, un pueblo en Dios.     Pongo mis manos sobre ustedes como mis hijos, y mis ungidos, como el pueblo santo de Dios, como el pueblo redimido. Ustedes dirán que  como serán santos, si los santos están en el cielo. Y Yo te digo, los que están en el Reino de los Cielos, aquí buscaron la santidad. Cómo, con el sacrificio, y el de dejar todo por tu Señor. Si alguien es piedra de tropiezo para ti, aléjate. Primero está la salvación de tu alma, el Salvador te quiere en Él.  Mi Hijo tan querido, en verdad te digo que hombre alguno, no te dará la vida eterna. Solamente Dios tu Señor, quien quiso tomar carne de una Virgen pura, para redimirte y ha pagado por tus  pecados. Es tiempo que te sorprenda la muerte, y te encuentre en pecado mortal, y es tiempo de que te arrepientas. Muchos se arrepienten en el último día, en el último momento.   Yo te quiero santo, en un grado de santidad, en el cual me estés contemplando eternamente.  Muchos dicen en el último día me arrepiento, ciertamente Yo te perdono, pero quieres estar en el último lugar por una eternidad. Yo les digo, vivan una eternidad  conmigo, en un gozo inmenso, y en una alegría eterna. Conviene que dejen todo  por Mí, acaso esas modas,  y los que dicen, se usa el divorcio, y se usa el que me vuelva a casar, el que me una, una y otra vez, con un hombre con una mujer, cuantas veces quiera. No, eso que dicen se usa, es pecado mortal. Y les lleva a la muerte eterna y si se arrepienten, irán al lugar donde no estarán siempre presente con su Señor.  Ciertamente Yo les amo a todos mis hijos, y les doy también alegría, pero no quieren estar en presencia de vuestro Dios. Y que Yo les llame hijos míos, y que estén en esa fiesta en la cual en todo  tiempo están los ángeles, alabando y adorando a su Señor.  Y  vivirán en una alegría infinita, pero hacen del mundo su reino, y esto es pasajero. Yo les digo,  no se imaginan la alegría, y el  gozo inmenso que Yo les tengo reservado conmigo mismo, mi Reino es vuestro.

Siempre digan, hijo se santo. Si se va despedir y se va a su trabajo, quizá ya no regrese, pero tu ya le dijiste, hijo se santo. Señor hazlo santo y Yo les escucho, ustedes me los entregaron y me dijiste que querías que fuera santo. A él le dijiste se santo y crees que Yo voy a dejar que mi hijo se pierda, cuando tu me lo entregaste deseándole sea santo.  Nunca los maldigas, porque la maldición cae también sobre de ti, y caerá sobre muchos. Nunca maldigas ni a tu esposo ni esposa. Ni a tu hijo, ni a tu hija, ni a tus nietos, ni a tus amigos. La maldición cae sobre quien os maldice, y si son los padres, también llevan desgracias a sus hijos. Y muchos de ellos se pierden por la maldición, que los padres hicieron a sus hijos.
Estoy con ustedes, y no porque alguno sea más alto o mas bajito, para Mí,  no deja de ser mi hijo. No porque uno sea moreno y güero, deja de ser mi hijo, Yo los crié a imagen y semejanza mía.  Negritos, blancos, chinos, y africanos, todos son mis hijos.
Todos pueden ser testigos de Dios, y misioneros. Háganlo hablando a su vecino de Mí, diciéndoles cuanto les amo, ya están misionando, a todos  les bendigo.
Mi sangre preciosa es bebida de vida, y Yo la derrame hasta la última gota. Para que ustedes siempre consuman aunque fuera en una sola  gotita, toda mi Preciosísima sangre. Y donde van a tomar de la sangre.  Del cordero, donde se celebra, y donde cada vez se está renovando el gran sacrificio de Cristo Jesús. Para su Padre Celestial, en los altares,  allí está mi Sangre Preciosa, mi sangre tan amada, y para todos es. Soy Cristo Jesús. Toda mi sangre derramada por ustedes, ya solamente queda una reserva, en mi amantísimo corazón. Que pronto va a ser traspasado por la lanza y brotará, al abrir mi amantísimo corazón. Todo mi amor y mi misericordia para ustedes, y para los suyos, y hasta el fin de los tiempos.
Si ustedes supieran cuanto les amo, llorarían de alegría. Muchos de mis hijos no saben que les amo y os dicen,  el Señor me ama.  Pero es cuando pecan, y dicen, el Señor me va a perdonar porque me ama, y siguen pecando. Saben que les amo y que les perdono, pero acaso este será amor para vuestro Dios. Hijos mediten.


 Les amo.

        

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