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Soy vuestro Dios Yahvé. Benditos
hijos, el tiempo está por llegar, la parusía está por ser. Señales ya están
viendo, y los dolores de parto inician. Benditos sean todos ustedes, que
siempre están vigilantes, y despiertos. Orando, y esperando con gran alegría
que llegue el novio, pero saben que, muchos van a venir antes. El Señor va a
venir y está con ustedes, pero os para muchos va a venir visible. Está con
ustedes para los que tienen fe, invisible, pero os se deja sentir en ustedes. Y
os el Señor se deja conocer también por medio de sus milagros, y su palabra. Os
les digo, el Señor está con ustedes, y en el último día lo mirarán, al llegar
su último día de peregrinar en este mundo, lo van a ver y se van a llenar de
alegría. Y se van a ver en los brazos de María Santísima, pero si quieren ser
ciegos, y desvían a otros haciéndolos ciegos, en verdad les digo que ustedes,
de testigos de Dios, pueden llegar a ser testigos de satanás, al desviar a
otros del camino. Os les he hablado una y otra vez, ámense los unos a los
otros. Hijos, están consagrados a María Santísima, de María a Jesucristo, y
saben que, el demonio está tratando de hacer su obra mala entre todos. Tratando
de que haya discordia, y malos entendidos. Y muchos de mis hijos, están siempre
en su querer, y no en mi Divino querer. Y muchos dicen que se consangran a
María Santísima y a los Dulces corazones, pero que están haciendo con esta
consagración. Os están siendo unos a los otros, como testigos de María, y como
hijos de María, los intercesores para muchos que están desviados del camino. Os en María Santísima vuestra Madre,
quien llora y gime por sus hijos. El mal
siempre se va a querer hacer presente, oren mucho, siempre está tratando de
dispersar, tratando de que se alejen y que muchos pierdan la fe. A satanás no
le conviene que estén unificados, soy Jesús aquí con ustedes, permanezcan
despiertos, y vigilantes. Y si alguno de entre ustedes, quiere quitarles la fe,
y apartarlos del camino, cúbranlo con la sangre Preciosa de Jesús, y digan >
Te cubro con la sangre de Jesús mi Señor, yo estoy consagrado a mi Madre
Santísima, retírate satanás. Os Madre mía tu conmigo y yo en Ti, sálvame, y
libérame Madre mía. No me dejes en manos de mis enemigos. > María Santísima está con ustedes, hoy,
mañana y siempre, como vuestra Madre, y vuestra intercesora. Por medio de ella, recibe Jesús, a los que Él
mismo se entrego. Les digo esto para que estén despiertos, el novio ya viene,
dichosos a los que encuentre con sus lámparas encendidas, y aceite de reserva.
Dichosos a los que Yo encuentre vestidos de gracia, esperando al novio,
tranquilos, y sin temor. Antes bien, con gran alegría, esperando que el novio
llegue. Los desposorios de ustedes con
el Rey de Reyes, están muy próximos. Os les digo esto porque muchos de mis
hijos van tambaleantes, y no me gusta que se tambaleen, sino que caminen con
paso firme, y digan Cristo está conmigo, y Cristo está en Mí. Muchos me reciben y me echan fuera
inmediatamente, me corren, con la lengua que me recibieron empiezan a difamar, a
maldecir, y a ofender a sus hermanos. Hasta calumniar, con la lengua que me
reciben, igualmente están pecando y Yo les digo, no pueden decir que proclaman
a su Señor, y a su Rey. Si proclaman con una lengua embustera, y con la cual
están hablando palabras, no de Dios.
Sino de satanás, al ofenderse unos a otros están dando prioridad al
demonio. Yo quiero que vivan santamente si son hijos de Dios, si son hijos de
María, porque quieren dar un anti-testimonio de su Señor. ámense hijos y tengan
misericordia, perdonen a quienes les ofendan. Yo soy Dios, Yo soy el Señor y os
he hablado del perdón, y con tristeza veo que muchos no han abierto su corazón,
a la gracia del perdón. Quién es el más grande entre ustedes, No el que grita más, ni el que difama, y no el que quiere ser el
poderoso. Yo los quiero humildes a todos, necesitados de Mí, y cuando llegue el
mal, pónganse en oración y clamen. Que necesitan a su Señor, que su lengua está
consagrada a Mi, y me reciben cada día, Que no permita que me reciban ahora con una
lengua embustera, con una lengua que maldice, que hiere, y que hasta os
aparta del camino a muchos. Y que es hasta motivo de tristeza, dolor, o ira
para otros. Soy vuestro Dios Cristo Jesús con ustedes, somos la Trinidad Santa.
Fueron y son, creados, redimidos y santificados por Dios. Vivan en santidad.
Todo lo que se les ha dado,
pónganlo al servicio de vuestro Dios. Pero háganlo por amor, y no lo hagan por
ser vistos, alabados, y exaltados aquí. Porque eso les lleva al destierro,
porque solamente a Dios se le adora, se alaba y se le exalta. Solamente a Dios
Todopoderoso, es a quien le deben dar la gloria y la alabanza, y adoración por
siempre.
Somos los enamorados de ustedes,
los eternamente enamorados, y les sostenemos. Somos luz con ustedes, y en
nosotros son luz, Jesús y María, con sus hijos, con sus amados.
Quiero habitar en su mente, en su corazón, en su voluntad, deseos, y
anhelos. Quiero ocupar Yo todo en ustedes, porque son únicos para Mí, y son
todo para Mí.
> Los niños son mi fuerte, los jóvenes son
mi fuerte, y la destrucción serás. Pero muchos estoy yo pervirtiendo para que
se condenen, y aquellos padres de familia, no están haciendo nada por salvar a
sus hijos. Simplemente los están
poniendo en mi hocico. Sí en la puerta del infierno, allí los envían. Me alegro mucho, porque muchos ya están en el
infierno. Ese Benito Abad, el que le
llaman Santo del Señor, cuanto daño me ha hecho y lo aborrezco. > Ciertamente hijos amados, Yo permito que
él hable, para bien de todos ustedes. Para que escuchen lo que el malvado habla
y las pretensiones que tiene, al condenar a muchos jóvenes y niños. Por eso
escuchan que son su fuerte, satanás está como león rugiente, tratando de
devorar almas. Y muchos padres de familia están dejando a sus hijos, en manos
de satanás. Y muchos piden por su conversión, cuando se los han entregado a la
bestia, al decirles que se vayan a divertir, y que están haciendo aquí en su
casa, que vayan con sus amigos, que se diviértan como ellos, y hagan lo que
ellos. Y muchos de estos jóvenes se van del camino de luz, al camino de
oscuridad, y al camino de muerte. Y
muchos están muriendo en pecado mortal,
muchos de mis hijos tienen relaciones sexuales los unos con los otros, y
no porque vivan unidos, sino que se unen como si fueran animales, y no como hijos de Dios. Se drogan y otros se reúnen, porque el malvado los reúne con él, y traman tanto mal, y tanto daño para mis hijos. El mal
los toma como un medio de destrucción, y miren cuantos secuestros, esto que
para ustedes es terrible, y Yo les digo,
miren cuanta calumnia, cuanta crítica, esto es más destructivo aún, y
aquellos están matando el cuerpo, pero no el espíritu. Y aquellos que matan el
espíritu serán doblemente reprendidos, y también ocuparan un lugar muy especial
en el infierno, si no se arrepienten. Porque están haciendo tanto daño a sus
hermanos, y a unos robándoles la honra, asesinándolos y a otros más
pervirtiéndoles, y llenándolos de satanás, al llevar chismes, y estos van con
otros. Se hace tan extensivo el pecado,
que muchos no se arrepienten, porque dicen que están bien. Miren cuantos de mis
hijos ven y dicen que es la moda, y se usa. Que no andarán tan anticuados, que eso es para mojigatos,
que no se vestirán como ellos. Que son modernas, y visten modernas, que no
serán la burla de muchos, al traer aquella ropa que usan solamente las
ancianas, que están jovenes y viven. Yo
escucho a mis pequeñas, y les digo hay tanto pecado, y tantos abortos, que ya estoy cansado, ya me
agotaron. Les hablo a cada uno de ustedes, estoy muy cansado, ya no aguanto más
a mi pueblo infiel. Por eso muy pronto habrá una purificación, ya es tiempo.
Muchos se están perdiendo, y a causa de que no aconsejan a sus hijos, y que los
mandan a divertirse. Muchos les dicen
que se cuiden bien, que no vayan a pescar alguna enfermedad venérea, que se
cuíden y diviértan mucho. Que si pecan se vale, que Dios los redimió, que solo
se confiesen y ya. Eso es estar
enviando a sus hijos, al hocico de satanás, y eso no es amor. Yo llamaré a estos
hijos y les diré, mira si quieren ver donde está su hijo ahorita. Y les verán
aullando, y maldiciendo, en unos tormentos terribles. Yo voy a permitir y
permito, que los padres vean a sus hijos sufriendo infinitamente, y sufriendo
dolores terribles, y dirán. > Señor,
yo no sabía lo que hacía, solamente quise que se divirtieran. Pues mira Señor,
yo sabía que el cuerpo lo diste para eso, para que se divierta uno, y yo
también me divertía. Yo también iba y quería ser sexi, yo bailaba y me movía,
para que vieran hombres y mujeres. Yo provocativa fui también Señor. > Y Yo te diré, os me haces llorar como mi
hija que eres. Mira tus hijos allá están perdidos en el infierno, y tu también vas a ir a ese lugar con ellos, a
hacerles compañía. Y ellos en el odio que te tienen, te desgarrarán con sus
uñas, y con sus garras, te morderán y te arrancarán trozos de carne. Tu
sentirás como que estás en la tierra y
tus hijos mismos, te sacarán los ojos, te arrancarán los cabellos, te molerán y
no volverás a ser. Así sintiendo
cruelísimos dolores, porque tu quisiste
entregarle a satanás a tus hijos, que Yo te confié. Los que Yo quería en Mí, y
conmigo en mi Reino. Y les hablo esto para que lleven este mensaje, y tengan
conciencia de lo que está pasando al permitir a sus hijos, que vayan y hagan de
su cuerpo, que es propiedad y templo vivo de Dios, lo que ellos quieren. Corrijan a sus hijos, háganles saber
esto. Ellos quizá no lo vayan a entender, les he hablado de que pongan sobre la
mesa, y de ser posible en un cartón por un lado y por el otro, para que lo vean
por todos lados. Un mensaje de amor, de conversión, y así haciéndoles saber
cada día, quien es el Señor, que quiere
el Señor de ellos, y cuanto los amo. En fin hagan lo que les digo y verán
resultados, quizá no en el mismo día, ni
a la semana, ni al mes. Pero sus hijos van a llegar el día en que les van a
decir. > Mamá, hoy no pusiste un
mensaje de Dios, se te olvido. Mira nos está enseñando mucho Dios, por medio de
esos mensajes. Ya no estamos yendo con
aquellos amigos que nos invitaban a pervertirnos, a drogarnos, a
emborracharnos, y a pervertir nuestro
cuerpo. Porque Dios nos está hablando diario por medio del mensaje que tu,
estás poniendo en la mesa cada día.
Síguelo haciendo mamá, nos ha servido mucho.
> A través del tiempo recapacitarán y sabrán que Dios está en ellos,
en vuestra mamá, porque les está hablando Dios por medio de ella, cada vez que
se sientan a comer, y ya están leyendo eso mis mensajes.
Tomen conciencia de todo lo que
les he hablado y cuiden a sus pequeños.
Miren si en el momento no entienden, ellos lo van a entender, y les
darán las gracias después. Y cuando estén en el Reino de los Cielos, bendecirán a vuestra madre, y a mi padre, que
los corrigió de una forma tan sencilla,
poniendo siempre un mensaje de amor en vuestra mesa cuando comíamos.
Soy Jesús con ustedes, soy el
eterno Sacerdote, el Sacerdote Real, y
Divino. Quien he hecho a todo mi pueblo, un pueblo sacerdotal.
Por tu cuenta no podrás hacer
algo por ti mismo. Yo te digo pide y
recibe, pero siempre que pidas, hazlo siempre en tu Señor. Porque los he creado y redimido. En Mi son
porque ahora se unifican a Mi, por medio de los Sagrados Sacramentos. Ahora Tú
en mi y yo en Ti. Siempre que me pidan
haganlo coherentemente, pídanme mucho y sean perseverantes en pedirme, que Yo
Dios, doy a mis hijos todo aquello que necesitan para vivir santamente. Pero
muchos de mis hijos van y malgastan lo
que Yo les he dado, se van a las cosas del mundo, cuando han recibido tanto de
su Señor. Y me dicen que aquí está lo que les di, que se lo de a otro, y se
iran al mundo, porque les llaman. Y os
te digo hijo, si algo has recibido y tu
me dices que no lo quieres. Yo te
respeto, pero en verdad te digo, en el último
día te diré, te acuerdas que Yo
te confié mucho y me dijiste, no lo quiero. Dirán que no lo dijeron. Te lo dí, y no quisiste trabajar, me lo
regresaste. Yo lo tomé y se lo dí alguien que si quería trabajar. Si les digo
esto, es como la parábola de la higuera, me espere un año más, a ver si daba
fruto, y espere otro año más, cuidé la higuera, pero no quiso darme higos. Y entonces que estaba haciendo allí esa
higuera, Si no daba higos, y ni tan siquiera servía su sombra, porque estaba
seca. Es porque Yo quiero que ustedes que
han recibido de Mí, lo pongan en práctica en sus vidas, y para los suyos. Yo no
quiero que se pierda ninguno.
Postrados todos, vienen adorarme.
Pero muchos de ustedes no vienen en gracia de Dios, pues háganlo, tanto que les pido, siempre oren y reciban.
Quiero verlos siempre en mi Hijo, y quiero ver a mijo en cada uno de ustedes.
Ustedes darán testimonio de que
Yo soy el Señor, porque igualmente han recibido de Mí. Han recibido en abundancia, igualmente Yo los
he creado, y son creados por Dios, como hijos de Dios, para Dios. Para que
vivan con su Señor eternamente, en un
Reino creado por Dios, y el mismo Dios que les ha venido a redimir, los ha
hecho herederos del Reino.
Yo les recuerdo la parábola donde se habla, y donde
es palabra de Dios. Los que han encontrado ese campo donde está ese tesoro, no lo venderían.
Yo he venido a traerles mi Reino,
ustedes dirán, que aun no viven en el Reino, y estan tan necesitados. Porque os
quiero, están necesitados, para que me busquen, para y reciban mi Reino. Si ustedes se dejaran llevar por la abundancia, se irían al pecado, al mundo, y a la muerte. Mediten en lo que Yo
les estoy hablando, conviene que dejen
todo por Mí, todo. Si han hecho daño,
algo que ha herido a otros, y han dado muerte a su espíritu, aquí estoy me he
quedado para darles vida. No quiero un pueblo muerto, sino un pueblo vivo, un pueblo en Dios. Pongo mis manos sobre ustedes como mis
hijos, y mis ungidos, como el pueblo santo de Dios, como el pueblo redimido.
Ustedes dirán que como serán santos, si
los santos están en el cielo. Y Yo te digo, los que están en el Reino de los
Cielos, aquí buscaron la santidad. Cómo, con el sacrificio, y el de dejar todo
por tu Señor. Si alguien es piedra de tropiezo para ti, aléjate. Primero está
la salvación de tu alma, el Salvador te quiere en Él. Mi Hijo tan querido, en verdad te digo que
hombre alguno, no te dará la vida eterna. Solamente Dios tu Señor, quien quiso
tomar carne de una Virgen pura, para redimirte y ha pagado por tus pecados. Es tiempo que te sorprenda la
muerte, y te encuentre en pecado mortal, y es tiempo de que te arrepientas.
Muchos se arrepienten en el último día, en el último momento. Yo te quiero santo, en un grado de santidad,
en el cual me estés contemplando eternamente.
Muchos dicen en el último día me arrepiento, ciertamente Yo te perdono,
pero quieres estar en el último lugar por una eternidad. Yo les digo, vivan una
eternidad conmigo, en un gozo inmenso, y
en una alegría eterna. Conviene que dejen todo
por Mí, acaso esas modas, y los
que dicen, se usa el divorcio, y se usa el que me vuelva a casar, el que me
una, una y otra vez, con un hombre con una mujer, cuantas veces quiera. No, eso
que dicen se usa, es pecado mortal. Y les lleva a la muerte eterna y si se
arrepienten, irán al lugar donde no estarán siempre presente con su Señor. Ciertamente Yo les amo a todos mis hijos, y
les doy también alegría, pero no quieren estar en presencia de vuestro Dios. Y
que Yo les llame hijos míos, y que estén en esa fiesta en la cual en todo tiempo están los ángeles, alabando y adorando
a su Señor. Y vivirán en una alegría infinita, pero hacen
del mundo su reino, y esto es pasajero. Yo les digo, no se imaginan la alegría, y el gozo inmenso que Yo les tengo reservado
conmigo mismo, mi Reino es vuestro.
Siempre digan, hijo se santo. Si
se va despedir y se va a su trabajo, quizá ya no regrese, pero tu ya le
dijiste, hijo se santo. Señor hazlo santo y Yo les escucho, ustedes me los
entregaron y me dijiste que querías que fuera santo. A él le dijiste se santo y
crees que Yo voy a dejar que mi hijo se pierda, cuando tu me lo entregaste
deseándole sea santo. Nunca los
maldigas, porque la maldición cae también sobre de ti, y caerá sobre muchos.
Nunca maldigas ni a tu esposo ni esposa. Ni a tu hijo, ni a tu hija, ni a tus
nietos, ni a tus amigos. La maldición cae sobre quien os maldice, y si son los
padres, también llevan desgracias a sus hijos. Y muchos de ellos se pierden por
la maldición, que los padres hicieron a sus hijos.
Estoy con ustedes, y no porque
alguno sea más alto o mas bajito, para Mí,
no deja de ser mi hijo. No porque uno sea moreno y güero, deja de ser mi
hijo, Yo los crié a imagen y semejanza mía.
Negritos, blancos, chinos, y africanos, todos son mis hijos.
Todos pueden ser testigos de
Dios, y misioneros. Háganlo hablando a su vecino de Mí, diciéndoles cuanto les
amo, ya están misionando, a todos les
bendigo.
Mi sangre preciosa es bebida de
vida, y Yo la derrame hasta la última gota. Para que ustedes siempre consuman
aunque fuera en una sola gotita, toda mi
Preciosísima sangre. Y donde van a tomar de la sangre. Del cordero, donde se celebra, y donde cada
vez se está renovando el gran sacrificio de Cristo Jesús. Para su Padre
Celestial, en los altares, allí está mi
Sangre Preciosa, mi sangre tan amada, y para todos es. Soy Cristo Jesús. Toda
mi sangre derramada por ustedes, ya solamente queda una reserva, en mi
amantísimo corazón. Que pronto va a ser traspasado por la lanza y brotará, al
abrir mi amantísimo corazón. Todo mi amor y mi misericordia para ustedes, y
para los suyos, y hasta el fin de los tiempos.
Si ustedes supieran cuanto les
amo, llorarían de alegría. Muchos de mis hijos no saben que les amo y os
dicen, el Señor me ama. Pero es cuando pecan, y dicen, el Señor me va
a perdonar porque me ama, y siguen pecando. Saben que les amo y que les
perdono, pero acaso este será amor para vuestro Dios. Hijos mediten.
Les amo.
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