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Soy vuestra Madre María
Santísima. Mira mis lagrimas y duélete. Yo tu madre lloro y gimo por mis hijos.
La oscuridad les cerca mas. Tú que eres la Luz Hijo amado, tú que has vencido la oscuridad
en el arrepentimiento de sus pecados. La Luz no sea vencida, la Luz entre en ellos, y como
hijos de la Luz, vivan en la
alegría de los hijos de Dios. Eres la Luz Tú, Hijo Jesucristo. Densos nubarrones están
cubriendo la tierra. Os les digo que los abortos, y el asesinato cruel de los
niños van en aumento. En los pueblos y ciudades, hay la gran matanza de mis
niños.
Mis hijos muy amados doctores,
enfermeras, y padres de familia. Asesinos unos y otros, muchos de ellos no se arrepienten de sus pecado, y están
cayendo al infierno en todo momento; a
muchos de mis hijos se les llegará el día en que el Señor, os juzgará con
justicia, y os les dirá: > Hijo,
pasaste por el mundo haciendo el mal.
Asesinaste a tantos de mis niños. Te
podria perdonar, pero ni tan siquiera te arrepentiste de tus pecados. Hijos amados orad e interceder, por que esta
gran matanza cese. Os les digo, ya no soporto mas a Mi pueblo. Mi pueblo se ha pervertido, y se ha vuelto
asesino. El hombre con el afán de ganar
el poder en este mundo, el ser y el tener, está sometiendo a Mi pueblo, hoy a
la gran matanza de niños. Mas muchos están siendo sometidos, y en su dolor
esperan de su Señor. Mas en esa espera,
y en esa justicia, que os piden ya, Yo
haré justicia muy pronto, el tiempo ya llega.
El gran tiempo llega, la Parusía, ya esta aquí,
pues cada día va creciendo el mal. El
hombre en su maldad, buscando esta la destrucción del uno para el otro, siempre
con afán asesino y destructivo, y así caminan por el mundo. Les bendigo a todos
hijitos muy amados.
Soy vuestro Jesús, al Señor que ustedes os aman. Espíritu Santo con ustedes. Soy Dios Altísimo, la Primera Persona de la Santísima Trinidad,
con ustedes. Yo soy el Padre Yahvé con
ustedes. Os les llamo hijos del
Altísimo, en Cristo mi Hijo muy amado Jesucristo. Vivan en la paz, armonía, y os Divina
Voluntad, de vuestro Dios. Vivan santamente.
Yo les amo. Espíritu Santo con
ustedes.
Yo soy el buen pastor, con ustedes. Benditos
sean. Bendito el que se postra delante
de su Señor. Bendito mi hijo, que con
amor viene a ofrecer con corazón sincero, esta ofrenda. Os la mejor ofrenda son ustedes mismos, en
esa entrega a vuestro Dios, y Señor. En
la gracia misma del Señor, y en el arrepentimiento de sus pecados, viviendo una
vida sacramental. Benditos sean los que
ofrecen su sacrificio, al Señor Dios
Todopoderoso, uniendo este gran sacrificio, en sus enfermedades, necesidades, y
en aquello que tanto les aflige, como una ofrenda hermosa, en Cristo Mi Hijo
muy amado. Benditos sean hijos, benditos
sean. Yo vuestro Señor Dios, les bendigo
a ustedes y a sus familias. Mas benditos
mis hijos que confían en vuestro Dios y Señor, y en las súplicas, que Yo el
Señor Dios escucho, de cada uno de ustedes.
Espíritu Santo con ustedes, les
beso. No tengan temor, Yo estoy con
ustedes. Ciertamente, llegará el día en que ustedes saldrán a las
calles, y muchos de los que saldrán, ya
no volverán. Porque la persecución viene en aumento, mas Yo les digo, dichosos
los que con su Señor caminan. Dichosos los que se refugian, en el amor y la misericordia de vuestro Dios. Dichosos
ustedes que aman los mandamientos de Dios, y los viven.
Hijos amados, que alegría es para
un padre, el ver a sus hijos
reunidos. Pero más alegría, cuando
ustedes se presentan en gracia de Dios. Cuando ustedes han recibido la purificación de sus almas, y de sus
espíritus, al confesar sus pecados.
Benditos sean los que permanecen en comunión, con Mi amado Hijo
Jesucristo. Ustedes no teman hijos, vivan santamente, y no tengan temor. Muchos
enemigos vendrán a ustedes, pero os les digo, que muchos de esos enemigos al
contemplar esa luz, no podrán verla, y
huirán de ustedes. Yo el Señor Dios en
ustedes, soy esa luz que os destruyo a Satanás.
A ese que les quiere pervertir en
todo momento, y que en cada momento trata de seducirlos, mas hijos, en Mí son
fuertes. Os en Mi, ustedes y en el Santo
Nombre de Cristo Jesús, y Mi Madre amada María Santísima, ustedes pisarán
serpientes y escorpiones, y os les digo,
que ningún veneno mortal os les hará daño, en Mi Hijo muy amado Jesucristo. Yo
el Señor Jesucristo, soy la vida para ustedes. En Mi tienen vida. Fuera de
Mí permanecen como el hijo pródigo. Fuera de la casa paterna, donde muchos
enemigos les acechan, y donde la muerte viene a ustedes, os mis hijos amados la
oscuridad entra, en todos aquellos que os lo permiten. Les he dado libre
albedrío, y si ustedes no lo
permiten, en Jesucristo fortalecidos, en
ustedes nada entrará, y ustedes
permanecerán en la libertad de los hijos de Dios.
Alégrense y estén contentos, pues Yo les digo, que el hombre podrá tocar la carne, pero nunca el
espíritu. Si ustedes no lo permiten, nadie
va entrar en ustedes. La tentación
estará en todo momento, pero ustedes
conocen entre el bien y el mal, porque
Yo el Señor, os les he revelado los secretos del Reino. Y ustedes conocen al
buen pastor, que viene y les guía, y que les aparta de aquel que quiere destruirlos. Espíritu Santo con
ustedes hijos, en la tentación caen, todos aquellos que son débiles. Todos los que os les digo, su espíritu está
tambaleante, y en los cuales os están en
las cosas terrenas, haciendo de ellas su Dios.
Soy el Señor Dios, aquí con
ustedes. Dichosos los hijos que esperan, en su Señor y Dios. dichosos los hijos
que os dicen: El Señor es Mi Dios, y en
el nada me faltara. >
Mi Madre Santísima está con ustedes, y va con ustedes. Mi Madre
Santísima, no les dejara en manos de sus enemigos, que os se cuentan por
millares. Hijos amados benditos sean, los que
permanecen con su lámpara encendida. Dichosos los que os esperan con
gran alegría, ese día de los desposorios
con su Rey. Os les amo. Les beso. No tengan temor, Yo con ustedes, y ustedes
conmigo. Caminemos juntos, en Mi ustedes son fortalecidos, y sanados, y en Mi
reciben la sanidad interior. Os me doy todo a ustedes.
Cuantas veces se apartan del
camino, por atender las cosas del mundo, y se olvidan de las cosas del Padre. Las cuales por
ustedes son olvidadas, y simplemente se
abandonan al mundo, y a las cosas del mundo. Os por eso mis hijos, a los
que os amo, no les doy en abundancia según las cosas terrenas. Muchos reciben
en abundancia, pero se olvidan de Dios su Señor, como se olvidan de Mi madre
muy amada, María Santísima. Y os van por el mundo, y por el mundo se
desvían, y caen al abismo, al foso.
Mis hijos, con fe y confianza os
digan > Te doy gracias, porque te has acordado de Mí, en mis enfermedades.
Mas tu sabes que soy pobre, y frágil. Y
que por mi mismo, nada puedo. Tú eres Mi Cristo Jesús. Yo me refugio en tu Divino amor, y en tu
querer divino, de quien viene todo bien.
Te amo –Hijo amado Yo te amo, soy tu Señor Jesús.
Muchos de mis hijos, se han
convertido en esas bestias destructivas, y criminales. Muchos de ellos, están
asesinando a muchos de mis niños. Muchos mueren, y sufren mucho. El hombre no se arrepiente de su pecado, y planea la destrucción, con estos actos criminales. Someter al
pueblo, e iniciar esos planes de sometimiento, obligándoles a la vez, estar a
la voluntad del hombre, y no en la voluntad de Dios. Dichosos los que en la
persecución, son perseverantes, con Cristo y en Cristo, y todos para
Cristo. Y en El, no morirán en manos de
sus enemigos, quizá algunos sufran, mas
os les digo, que según la carne, el hombre será tocado, mas el espíritu se
robustece. Os dichosos los que son perseguidos por causa del Señor, y por causa del Evangelio.
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