martes, 4 de diciembre de 2012

Mensaje 31 Agosto 2012









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Benditos sean todos los que se reúnen en el nombre de su Señor Dios, Cristo. Soy vuestro Padre Yahvé y les digo, todo aquel que en Cristo mi Hijo muy amado se reúne y en su nombre, están en Mí. Benditos sean todos, les doy mi paz,  Yo soy el Señor Dios de los Ejércitos, reciban mi paz. Quiero hacerles un llamado a que sean mejores cada día, a que dejen todo por su Señor y Dios, quien les da todo. Y son de Dios y son hijos de Dios, y ustedes quieren lo peor, buscando fuera de la casa de su Padre Dios. Andan buscando miseria, podredumbre, y andan buscando bagatelas. Cuando tienen un Reino,  cuando tienen un Padre Dios, un Rey de Reyes y Señor de Señores, con ustedes. En verdad les digo, que necios son todos aquellos que no están en mi Divina voluntad. Necios les llamo, testarudos, porque tienen un Padre bueno y dejan todo. Y van con aquel que les odia y le abren el oído.  Satanás está furioso con ustedes, lleno de envidia, y de ira. Porque están con su Señor, pero a veces son como aquellas ovejitas distraídas. Que van con el Buen Pastor y escuchan a otro que les está llamando, y piensan que aquel es el verdadero Pastor, y dejan a su Señor Dios que ha venido a redimirles, y a darles vida, mi Hijo muy amado, Jesucristo.
Hijos tan queridos y tan amados, si de su Señor reciben vida, y reciben todo lo que os tienen. Miren hijos, satanás no les podrá dar luz en sus ojos. No Les ha creado su cerebro, ni Su pensamiento. NO Les ha creado un cuerpo, y órganos, No Les ha creado sus miembros, ni la  voz.  Todo es obra mía, todo es creación mía, y es porque les amo. Y todo lo que les he dado, aún su creación como hombres o mujeres, es para que den gloria su Señor, para que le alaben, adoren, le bendigan, y le glorifiquen  en todo momento.
No se aparten de su Parroquia, permanezcan en oración, tiempos muy difíciles vienen. Está muy próxima la Parusía de mi Hijo, está por llegar, y deben estar vigilantes, y despiertos. De cuales jóvenes se consideran. De las desprevenidas. Es tiempo de que inicien y empiecen una vida nueva, prevenidos.  No saben el día, ni la hora en que Yo les voy hacer el llamado. Por qué quieren alcanzar el último de todos los lugares, cuando pueden estar en el primero. Por qué quieren estar en el lugar medio, cuando pueden estar en el primer lugar. Por qué quieren estar alejados de la plena gloria. Por qué prefieren estar alejados de su Padre, si les quiero junto conmigo.  Yo les  beso,  quiero que trabajen, porque todo trabajador recibe un salario. Y este salario es la vida eterna, este salario es mi Hijo tan querido, Jesucristo. Él mismo se regala, y se da, porque Él es Dios, y en el Padre, y el Hijo es un mismo Dios. Aunque somos tres personas distintas, El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, estamos en un  acuerdo, en un mismo amor,  y en un mismo llamado. Pues Yo soy el Señor Dios Todopoderoso de los Ejércitos, y les hago el llamado a todos, es tiempo.  Para unos es en la tarde, o al anochecer, pero saben, es el mismo salario que Yo les voy a pagar hijos. A todos les pagaré un denario, si Yo veo que inician y empiezan a trabajar, a dar gloria en plenitud a su Señor. Qué les impide.  Si Yo les he dado sus miembros, sus  sentidos, y el querer mismo. Tienen ciertamente una voluntad propia, Yo les he dado un conciente, un subconsciente, un intelecto, una memoria, y una inteligencia. Son perfectos, pero en el Espíritu como  están, perfectos o  imperfectos. Si hay imperfección en ustedes y en su interior, piensen, yo quiero ser perfecto para mi Señor Dios. Para el que me ama, para el que me creó, yo quiero ser en Cristo mi Señor, para darle gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Que Dios me ha dado como herencia, su mismo Espíritu, el Espíritu de Yahvé, y el Espíritu de Dios está en mi.  Acuérdense que hay otro Espíritu malo, pestilente, y ese quiere ocupar el lugar del Espíritu Santo. Y ustedes quieren el espíritu que tanto les odia. Cuando hay un Espíritu Santo que es amor, y misericordia, y que se queda, que está en ustedes para santificarles. Pero no les obliga, solo les hace el llamado siempre.  Qué han hecho con el Espíritu Santo que Yo les  entregue el día de su bautismo. Qué han hecho con su Señor Trinidad Santa que se quedó en ustedes. Sí, hijos amados son ricos, y son hijos de Dios, el que creó todo, les ha creado. Y les ha creado para amarlos, para compartir su Reino, y ahora son peregrinos y muchos dicen pero porque me diste una libertad propia.  Yo te digo, si no te hubiera dado una libertad propia, serías un títere, sin mérito. Pero  el  mérito es porque te he dado una libertad propia, y en tu libertad propia,  quiero que tú me ames, me respetes,  y me respondas al llamado que te hago.  Quiero que todos ustedes digan.  > Jesucristo es mi Señor, me ha redimido,  y soy salvo en Cristo. Mi Señor, mi Dios, al que yo amo y adoro, él es mi todo y yo dejo todo por mi Señor.   > Y mi Hijo los hace a todos hijos, también predilectos del Padre Celestial, y os  hay un infierno, un lugar de castigo. Y no quieren ir a ese lugar. Yo  no he venido a condenarlos, sino a librarlos de la condenación. No son condenados, ustedes son salvos, pues ya han sido redimidos, y un Dios vivo y verdadero,  quiso hacerse hombre como ustedes. Y saben para que, para redimirles, y con mucho dolor y con mucho  amor, se entrego por ustedes, mi Hijo muy querido y amado Jesucristo, estando en el Huerto de los Olivos. Él  contemplo, vivió, toda su Sagrada pasión tan dolorosa, y Él también os tuvo una tentación. Señor Dios ayúdame, Señor  si tu quieres haz que de Mí pase este cáliz, pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya Padre. Porque también era humano,  es Divino, y es  mi Hijo, pero  Él mismo quiso ser humano, para darles vida, y formar un pueblo santo en Él mismo, y en su Cuerpo Sagrado.  Aquí está mi Hijo,  está con ustedes, entre ustedes y está en ustedes, benditos sean todos.  Si Yo Yahvé, les hago un llamado, vengan presurosos. Y saben, siempre está satanás pronto para alejarlos  del camino de la verdad, y quiere hacerlos reos, malvados. Satanás siempre está tratando de que no haya santidad, y de que se alejen, porque Dios les quiere santos. Santos hijos  amados, Yo les quiero santos, conmigo, y en mi Reino. Y muchos dicen, Señor y que hago yo para ser santo.  Sabes, Dios mismo te ha venido a traer la santidad. Basta  que tu aceptes a Jesucristo, como tu único Dios y Señor,  basta que Tú lo aceptes en tu vida, y basta que tu les digas, Señor aquí estoy. Pero te digo también, agárrate de Cristo, porque Cristo no te va a soltar si  te agarras de Él.  Él quiere tu iniciativa, aunque te está haciendo el llamado, Él siempre está contigo y tu que le dices que no, que  no puedes, y no tienes tiempo.  Mira Señor, yo no se hacer nada, ya me voy Señor.  Y te vas,  cobarde, y temeroso eres, pero sabes, Cristo te está siguiendo los pasos, como un vagabundo y dice, a ver si se arrepiente, y a ver si me  escucha.  Padre, déjalo Padre, mira me va a escuchar, hay que darle una oportunidad más. Y así cada día me habla mi Hijo, déjalo, dale otra oportunidad, un día más Padre.  Mira  me van a escuchar y me van aceptar como su Señor, y van hacer lo que Tú y Yo les estamos  mandando,  escúchame Padre, déjalos Padre, ellos van a dar fruto en Mí. Mira voy a mandar a mis hijos, para que ellos hablen  en mi Santo nombre, y Yo voy hacer mi obra por medio de ellos. Padre, déjalos que no se me vayan a perder.  Mira hijo a ellos se les da una oportunidad cada día, y cada momento y sabes que dicen. Que se retiran, porque quieren darle gusto a su carne, y a su lengua. Y quieren que su lengua sea tan malvada de ir a robarle la honra, aquellos los cuales van en el camino.  Ellos  ya están criticando y dicen que cucarachota va allí, y yo les digo, si supieras lo que tu eres en verdad. Nunca critiques ni maldigas, no pongas  apodos, ni te mofes de los que van a la Santa Iglesia. Acuérdate que todo se te es tomado en cuenta, lo bueno y lo malo. Si tu haces un desaire a tu hermano, se te toma en cuenta, pero si eres amoroso con tu hermano, se te toma en cuenta  también. Todo en el último día, un juicio para ustedes, pero que pasa en Cristo mi Hijo.  Saben que pasa,  En ese juicio está Él y se presenta agonizante a Mí, lleno de heridas, sangrando y me  dice. Padre, no te basta esto, no te basta mi sacrificio, mira Yo te lo ofrezco por él, por  ella. Y Yo digo, si me basta Hijo, por Ti, no lo condeno, Hijo Yo te los he dado, son tus hijos y Tú sabrás  lo que haces, del él, de ella. Y el me dice, Padre,  muchas gracias, se que Tú eres un Padre bueno y  que Tú me has dado a los  que son mis hijos ahora.   Yo te traigo un muerto, que Yo le di vida  por mi Sagrada Pasión tan dolorosa, aquí está Padre, Yo le  digo, Hijo, has lo que Tú dispongas,   son tuyos, son tus hijos,  Tu los redimiste.  Mi Hijo no les condenaría.  Yo no les condeno pero quiero que amen mucho, a mi Hijo y en mi Hijo que es amor. Los trae presuroso a su Padre y me los presenta, me dice. Mira Padre  aquí te traigo a tu Iglesia en Mí, forman mi Cuerpo Padre. Mira que hermoso pueblo tienes, alégrate Padre.  Yo le digo, Hijo me alegro, porque en Ti veo a  mi Iglesia,  veo a los que Yo mismo te he confiado en tu redención. Hijo que hermoso eres, mira como todos están adheridos  en Ti, y todos estos ya en Ti.  Están en Mí y Yo me alegro tanto de tener a mi pueblo en Mí,  en Ti Hijo. Te digo de nuevo,  no tengas miedo, te hago el llamado soy Yahvé  tu Padre,  entrégame todo lo que hay en ti, no seas  cobarde. Vacíate, te quiero conmigo,  tengo planes para ti, sabes, mis planes son tantos, que aún tu no lo comprendes. Soy Yahvé tu Padre quien te hago un llamado en Cristo, mi Hijo tan querido, vienen tiempos muy difíciles, pero para aquellos que escucharon mi llamado y dijeron, Padre aquí estoy, vengo hacer lo que Tú me mandas, se que Tú me darás tu armadura, pon esa armadura en mi y envíame.  Te hago un llamado, ven, y sígueme, quiero transformar tu interior, tu mente y tu corazón. Soy tuyo, soy tu Dios, soy tu todo, soy más que todo lo creado,  porque Yo lo crié y todo llegará a dejar de ser. Pero sabes, tu nunca vas a dejar de ser, y Yo te quiero conmigo en mi Reino y que vas a traer  en el último día.  Padre  tuve mucho miedo y sabes, por eso  no hice lo que me mandaste, tuve mucho miedo, y aquí estoy. Y Yo te digo hijo, tenía  tantos planes  para ti pueblo, por medio de ti. Pero tu no quisiste y Yo respeté  tu voluntad,  ahora te digo,  ven porque soy un Padre misericordioso,  entra hijo amado. Pero cuanto quisiera que tu hubieras hecho caso a mi llamado. Mira te voy a dar a ver, todas esas almas que se perdieron,  por medio  de ti. Yo las iba a traer a Mí,  todas esas almas por medio de ti, Yo les iba a dar vida, estaban muertas. Muertas, y te iba a enviar para que soplaras los huesos secos, que hay en las ciudades, en los montes, en los valles, y en todo lugar hay huesos secos. Yo dije, le enviaré, soplaré por medio de él, y haré hombres y mujeres nuevos.
Acaso la enfermedad les quitará la vida en el Espíritu, te digo, no. La enfermedad en Cristo te hace crecer en santidad, y en pureza, porque Yo te purifico, y sano tu interior. Yo hago de ti un hombre, y una mujer nueva, pero no reniegues, ofrece tu dolor a tu Señor.  > Señor, es por Ti, es porque te amo. Ayúdame Señor, yo no quiero renegar, no quiero ofenderte. Señor en Ti, y para Ti, Señor, yo se que Tú vas a hacer tu obra en mi, como Tu quieres. Porque Tú eres mi Señor y yo puedo en Ti, soportar todo y antes bien, dame más. Porque yo te quiero ofrecer más, porque quiero desagraviarte, por tantos que te agravian. Oh Señor dame esa gracia, concédeme desagraviarte, quiero amarte en plenitud con todo mi ser, con todas mis fuerzas, con toda mi mente, con todo mi corazón, y con todo lo que soy. Porque soy tuyo y en Ti, yo quiero estar siempre en tu voluntad Divina.
>Yo quiero que todos que me escuchan inicien una vida nueva, trabajen hijos amados.  Todo trabajador recibe un salario, y ustedes reciben un salario que nunca se acabará. El cual para ustedes es un salario divino, basta que se abandonen con fe, en Cristo mi Hijo muy amado, el mismo hace su obra. El Espíritu Santo en ustedes, les fortalece, y les impulsa hacer obras buenas, para bien de sus hermanos, y para gloria de su Dios y su Señor. Hijos les quiero mucho, estoy enamorado de ustedes, soy un papá bueno, soy un papá que les he creado por amor. Para amarnos y para que me amen en mi amor, y así seamos  todos uno. Porque el amor siempre unifica, pero el odio es división. Si supieran cuanto les amo, soy Yahvé vuestro Padre.
El Espíritu  Santo, en ustedes, se alegra o se entristece. Tiene sentimientos, es Dios,  es amor, y es la Tercera persona de la Santísima Trinidad, quien unifica a toda la Santa Iglesia de Dios, y estoy muy triste. Porque muchos de mis hijos en su mal testimonio están alejando almas del camino, y están dentro de la Santa Iglesia, y dicen que son de Dios.  Pero muchos de mis hijos están alejando almas, y son enviados  de satanás. Que se han metido como humo negro, pestilente, y el  demonio es astuto, malvado, y está haciendo su obra mala.  Si les digo esto, es para que estén vigilantes, y estén despiertos en oración. No vaya a ser que escuchen otra voz, los tome descuidados, y se desvíen del  camino. Yo los quiero conmigo hoy, y siempre.
Una novia  muy enamorada no ofende a su amado, sino que trata de complacerlo siempre, y de darle lo mejor. Y siempre piensa en el muy amado,  igualmente el hombre siempre piensa en su amada,  no tiene otro pensamiento y quiere darle todo lo mejor. Va se cambia, se peina, se perfuma para ir con su amada, y dice, para gustarle, para que ella me ame. Y es porque le  ama y por eso quiere quedar bien, estar siempre reluciente, limpio, y no  pierde detalle.  Igualmente la mujer, así quiero que siempre piensen, quiero ser hermosa, hermoso para mi Señor.  Quiero estar limpio, quiero estar peinadito, pero os  les digo, del espíritu. Quiero que estén limpiecitos, hermosos, pero Quién les va a limpiar, y quien les va a sanar sus heridas. Quién les va a levantar, Quién. Su amigo, su vecino,  ciertamente orará por ustedes, intercede. Y Yo escucho a  mis hijos, pero solamente Cristo el Señor de Señores,  es el único que te puede limpiar, purificar, sanar, y renovar. El Espíritu Santo en ustedes siempre, impulsándolos, y guiándolos. En el Espíritu Santo, ustedes tienen vida, ven que somos tres personas distintas, pero un solo Dios. No pueden estar ustedes sin Espíritu Santo, no pueden estar  sin Cristo, y no pueden estar sin el Padre Celestial.  Aquí  está María, mi Hija tan querida, a quien Yo amo.  Y Quien me da más gloria, alabanza, y adoración que todo lo creado, ella es mi Hija y Yo la amo, Yo la elegí como mi Hija, mi esposa y mi Madre.
Escuchando el mensaje de Dios, mis hijos aún ya son liberados, y sanados. Porque mi palabra es liberación, mi palabra es sanidad, y mi palabra es vida nueva para  mis hijos. Aquel que me está escuchando ya está recibiendo por el poder, y santidad de la palabra. Muchos de mis hijos reciben de su Señor, al solo escuchar la palabra de Dios.
Las almas benditas del Purgatorio oran por ustedes, y ustedes oran por ellas. Y ellas se ponen muy contentas y dicen, Oh Señor que ya empiece la oración. Y cuando empiezan, se llenan de contento y se alegran, porque saben, Yo les concedo refrigerio.
Oren siempre con una disposición para Dios,  dejando todo aquello que les pueda llamar la atención, todo aquello en lo que estén pensando,  no, van a dejar ese tiempo para vuestro Dios y Señor. Quiero que sea exclusivo el tiempo del Santo Rosario, como ofrenda única para Dios, en María Santísima. A quien se le está entregando en cada Ave María, una rosa.  Yo el Señor, en cada Padre nuestro, estoy recibiendo también, una ofrenda de ustedes, al estar adorando y meditando en cada misterio convenido de cada día.
Benditos sean todos,  que buscan siempre la corrección. Pero ustedes que se avergüenzan y dicen, ay Señor Dios,  me da vergüenza contigo, me ves pecando.  Estos hijos, es porque ya van avanzados al Reino de los Cielos, y son aquellos mis hijos que tienen un santo temor a Dios. Pero aquellos que pecan y ni se avergüenzan, ni sienten  temor de Dios, es que andan en  el camino equivocado. Y no se arrepienten y siguen en ese camino, pues estos hijos míos, es conveniente, que enderecen el camino y vuelvan. Porque todo aquel que peca y no se arrepiente, en el solamente hay un espíritu oscuro, y podrido. Su espíritu no tiene vida y para que tenga vida,  necesita de escuchar siempre de su hermano,  el llamado de Dios. Yo los envío para que vayan y Yo hago mi obra en ellos. Benditos sean.


Les amo.

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