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Benditos sean todos los que se
reúnen en el nombre de su Señor Dios, Cristo. Soy vuestro Padre Yahvé y les
digo, todo aquel que en Cristo mi Hijo muy amado se reúne y en su nombre, están
en Mí. Benditos sean todos, les doy mi paz,
Yo soy el Señor Dios de los Ejércitos, reciban mi paz. Quiero hacerles
un llamado a que sean mejores cada día, a que dejen todo por su Señor y Dios,
quien les da todo. Y son de Dios y son hijos de Dios, y ustedes quieren lo
peor, buscando fuera de la casa de su Padre Dios. Andan buscando miseria,
podredumbre, y andan buscando bagatelas. Cuando tienen un Reino, cuando tienen un Padre Dios, un Rey de Reyes
y Señor de Señores, con ustedes. En verdad les digo, que necios son todos
aquellos que no están en mi Divina voluntad. Necios les llamo, testarudos,
porque tienen un Padre bueno y dejan todo. Y van con aquel que les odia y le
abren el oído. Satanás está furioso con
ustedes, lleno de envidia, y de ira. Porque están con su Señor, pero a veces
son como aquellas ovejitas distraídas. Que van con el Buen Pastor y escuchan a
otro que les está llamando, y piensan que aquel es el verdadero Pastor, y dejan
a su Señor Dios que ha venido a redimirles, y a darles vida, mi Hijo muy amado,
Jesucristo.
Hijos tan queridos y tan amados,
si de su Señor reciben vida, y reciben todo lo que os tienen. Miren hijos,
satanás no les podrá dar luz en sus ojos. No Les ha creado su cerebro, ni Su
pensamiento. NO Les ha creado un cuerpo, y órganos, No Les ha creado sus
miembros, ni la voz. Todo es obra mía, todo es creación mía, y es
porque les amo. Y todo lo que les he dado, aún su creación como hombres o
mujeres, es para que den gloria su Señor, para que le alaben, adoren, le
bendigan, y le glorifiquen en todo
momento.
No se aparten de su Parroquia,
permanezcan en oración, tiempos muy difíciles vienen. Está muy próxima la Parusía de mi Hijo, está
por llegar, y deben estar vigilantes, y despiertos. De cuales jóvenes se
consideran. De las desprevenidas. Es tiempo de que inicien y empiecen una vida
nueva, prevenidos. No saben el día, ni
la hora en que Yo les voy hacer el llamado. Por qué quieren alcanzar el último
de todos los lugares, cuando pueden estar en el primero. Por qué quieren estar
en el lugar medio, cuando pueden estar en el primer lugar. Por qué quieren
estar alejados de la plena gloria. Por qué prefieren estar alejados de su
Padre, si les quiero junto conmigo. Yo
les beso, quiero que trabajen, porque todo trabajador
recibe un salario. Y este salario es la vida eterna, este salario es mi Hijo
tan querido, Jesucristo. Él mismo se regala, y se da, porque Él es Dios, y en
el Padre, y el Hijo es un mismo Dios. Aunque somos tres personas distintas, El
Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, estamos en un acuerdo, en un mismo amor, y en un mismo llamado. Pues Yo soy el Señor
Dios Todopoderoso de los Ejércitos, y les hago el llamado a todos, es tiempo. Para unos es en la tarde, o al anochecer,
pero saben, es el mismo salario que Yo les voy a pagar hijos. A todos les
pagaré un denario, si Yo veo que inician y empiezan a trabajar, a dar gloria en
plenitud a su Señor. Qué les impide. Si
Yo les he dado sus miembros, sus sentidos,
y el querer mismo. Tienen ciertamente una voluntad propia, Yo les he dado un
conciente, un subconsciente, un intelecto, una memoria, y una inteligencia. Son
perfectos, pero en el Espíritu como
están, perfectos o imperfectos.
Si hay imperfección en ustedes y en su interior, piensen, yo quiero ser
perfecto para mi Señor Dios. Para el que me ama, para el que me creó, yo quiero
ser en Cristo mi Señor, para darle gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu
Santo. Que Dios me ha dado como herencia, su mismo Espíritu, el Espíritu de
Yahvé, y el Espíritu de Dios está en mi.
Acuérdense que hay otro Espíritu malo, pestilente, y ese quiere ocupar
el lugar del Espíritu Santo. Y ustedes quieren el espíritu que tanto les odia.
Cuando hay un Espíritu Santo que es amor, y misericordia, y que se queda, que
está en ustedes para santificarles. Pero no les obliga, solo les hace el
llamado siempre. Qué han hecho con el
Espíritu Santo que Yo les entregue el
día de su bautismo. Qué han hecho con su Señor Trinidad Santa que se quedó en
ustedes. Sí, hijos amados son ricos, y son hijos de Dios, el que creó todo, les
ha creado. Y les ha creado para amarlos, para compartir su Reino, y ahora son
peregrinos y muchos dicen pero porque me diste una libertad propia. Yo te digo, si no te hubiera dado una
libertad propia, serías un títere, sin mérito. Pero el mérito
es porque te he dado una libertad propia, y en tu libertad propia, quiero que tú me ames, me respetes, y me respondas al llamado que te hago. Quiero que todos ustedes digan. > Jesucristo es mi Señor, me ha
redimido, y soy salvo en Cristo. Mi
Señor, mi Dios, al que yo amo y adoro, él es mi todo y yo dejo todo por mi
Señor. > Y mi Hijo los hace a todos
hijos, también predilectos del Padre Celestial, y os hay un infierno, un lugar de castigo. Y no
quieren ir a ese lugar. Yo no he venido
a condenarlos, sino a librarlos de la condenación. No son condenados, ustedes
son salvos, pues ya han sido redimidos, y un Dios vivo y verdadero, quiso hacerse hombre como ustedes. Y saben
para que, para redimirles, y con mucho dolor y con mucho amor, se entrego por ustedes, mi Hijo muy
querido y amado Jesucristo, estando en el Huerto de los Olivos. Él contemplo, vivió, toda su Sagrada pasión tan
dolorosa, y Él también os tuvo una tentación. Señor Dios ayúdame, Señor si tu quieres haz que de Mí pase este cáliz,
pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya Padre. Porque también era
humano, es Divino, y es mi Hijo, pero
Él mismo quiso ser humano, para darles vida, y formar un pueblo santo en
Él mismo, y en su Cuerpo Sagrado. Aquí
está mi Hijo, está con ustedes, entre
ustedes y está en ustedes, benditos sean todos.
Si Yo Yahvé, les hago un llamado, vengan presurosos. Y saben, siempre
está satanás pronto para alejarlos del
camino de la verdad, y quiere hacerlos reos, malvados. Satanás siempre está
tratando de que no haya santidad, y de que se alejen, porque Dios les quiere
santos. Santos hijos amados, Yo les
quiero santos, conmigo, y en mi Reino. Y muchos dicen, Señor y que hago yo para
ser santo. Sabes, Dios mismo te ha
venido a traer la santidad. Basta que tu
aceptes a Jesucristo, como tu único Dios y Señor, basta que Tú lo aceptes en tu vida, y basta
que tu les digas, Señor aquí estoy. Pero te digo también, agárrate de Cristo,
porque Cristo no te va a soltar si te
agarras de Él. Él quiere tu iniciativa, aunque
te está haciendo el llamado, Él siempre está contigo y tu que le dices que no,
que no puedes, y no tienes tiempo. Mira Señor, yo no se hacer nada, ya me voy
Señor. Y te vas, cobarde, y temeroso eres, pero sabes, Cristo
te está siguiendo los pasos, como un vagabundo y dice, a ver si se arrepiente,
y a ver si me escucha. Padre, déjalo Padre, mira me va a escuchar,
hay que darle una oportunidad más. Y así cada día me habla mi Hijo, déjalo,
dale otra oportunidad, un día más Padre.
Mira me van a escuchar y me van
aceptar como su Señor, y van hacer lo que Tú y Yo les estamos mandando,
escúchame Padre, déjalos Padre, ellos van a dar fruto en Mí. Mira voy a
mandar a mis hijos, para que ellos hablen
en mi Santo nombre, y Yo voy hacer mi obra por medio de ellos. Padre,
déjalos que no se me vayan a perder.
Mira hijo a ellos se les da una oportunidad cada día, y cada momento y
sabes que dicen. Que se retiran, porque quieren darle gusto a su carne, y a su
lengua. Y quieren que su lengua sea tan malvada de ir a robarle la honra,
aquellos los cuales van en el camino.
Ellos ya están criticando y dicen
que cucarachota va allí, y yo les digo, si supieras lo que tu eres en verdad. Nunca
critiques ni maldigas, no pongas apodos,
ni te mofes de los que van a la Santa Iglesia. Acuérdate que todo se te es tomado
en cuenta, lo bueno y lo malo. Si tu haces un desaire a tu hermano, se te toma
en cuenta, pero si eres amoroso con tu hermano, se te toma en cuenta también. Todo en el último día, un juicio
para ustedes, pero que pasa en Cristo mi Hijo.
Saben que pasa, En ese juicio
está Él y se presenta agonizante a Mí, lleno de heridas, sangrando y me dice. Padre, no te basta esto, no te basta mi
sacrificio, mira Yo te lo ofrezco por él, por
ella. Y Yo digo, si me basta Hijo, por Ti, no lo condeno, Hijo Yo te los
he dado, son tus hijos y Tú sabrás lo
que haces, del él, de ella. Y el me dice, Padre, muchas gracias, se que Tú eres un Padre bueno
y que Tú me has dado a los que son mis hijos ahora. Yo te traigo un muerto, que Yo le di
vida por mi Sagrada Pasión tan dolorosa,
aquí está Padre, Yo le digo, Hijo, has
lo que Tú dispongas, son tuyos, son tus
hijos, Tu los redimiste. Mi Hijo no les condenaría. Yo no les condeno pero quiero que amen mucho,
a mi Hijo y en mi Hijo que es amor. Los trae presuroso a su Padre y me los
presenta, me dice. Mira Padre aquí te
traigo a tu Iglesia en Mí, forman mi Cuerpo Padre. Mira que hermoso pueblo
tienes, alégrate Padre. Yo le digo, Hijo
me alegro, porque en Ti veo a mi Iglesia, veo a los que Yo mismo te he confiado en tu
redención. Hijo que hermoso eres, mira como todos están adheridos en Ti, y todos estos ya en Ti. Están en Mí y Yo me alegro tanto de tener a
mi pueblo en Mí, en Ti Hijo. Te digo de
nuevo, no tengas miedo, te hago el
llamado soy Yahvé tu Padre, entrégame todo lo que hay en ti, no seas cobarde. Vacíate, te quiero conmigo, tengo planes para ti, sabes, mis planes son
tantos, que aún tu no lo comprendes. Soy Yahvé tu Padre quien te hago un
llamado en Cristo, mi Hijo tan querido, vienen tiempos muy difíciles, pero para
aquellos que escucharon mi llamado y dijeron, Padre aquí estoy, vengo hacer lo
que Tú me mandas, se que Tú me darás tu armadura, pon esa armadura en mi y
envíame. Te hago un llamado, ven, y
sígueme, quiero transformar tu interior, tu mente y tu corazón. Soy tuyo, soy
tu Dios, soy tu todo, soy más que todo lo creado, porque Yo lo crié y todo llegará a dejar de
ser. Pero sabes, tu nunca vas a dejar de ser, y Yo te quiero conmigo en mi
Reino y que vas a traer en el último
día. Padre tuve mucho miedo y sabes, por eso no hice lo que me mandaste, tuve mucho miedo,
y aquí estoy. Y Yo te digo hijo, tenía
tantos planes para ti pueblo, por
medio de ti. Pero tu no quisiste y Yo respeté
tu voluntad, ahora te digo, ven porque soy un Padre misericordioso, entra hijo amado. Pero cuanto quisiera que tu
hubieras hecho caso a mi llamado. Mira te voy a dar a ver, todas esas almas que
se perdieron, por medio de ti. Yo las iba a traer a Mí, todas esas almas por medio de ti, Yo les iba
a dar vida, estaban muertas. Muertas, y te iba a enviar para que soplaras los
huesos secos, que hay en las ciudades, en los montes, en los valles, y en todo
lugar hay huesos secos. Yo dije, le enviaré, soplaré por medio de él, y haré
hombres y mujeres nuevos.
Acaso la enfermedad les quitará
la vida en el Espíritu, te digo, no. La enfermedad en Cristo te hace crecer en
santidad, y en pureza, porque Yo te purifico, y sano tu interior. Yo hago de ti
un hombre, y una mujer nueva, pero no reniegues, ofrece tu dolor a tu
Señor. > Señor, es por Ti, es porque
te amo. Ayúdame Señor, yo no quiero renegar, no quiero ofenderte. Señor en Ti,
y para Ti, Señor, yo se que Tú vas a hacer tu obra en mi, como Tu quieres.
Porque Tú eres mi Señor y yo puedo en Ti, soportar todo y antes bien, dame más.
Porque yo te quiero ofrecer más, porque quiero desagraviarte, por tantos que te
agravian. Oh Señor dame esa gracia, concédeme desagraviarte, quiero amarte en
plenitud con todo mi ser, con todas mis fuerzas, con toda mi mente, con todo mi
corazón, y con todo lo que soy. Porque soy tuyo y en Ti, yo quiero estar
siempre en tu voluntad Divina.
>Yo quiero que todos que me
escuchan inicien una vida nueva, trabajen hijos amados. Todo trabajador recibe un salario, y ustedes
reciben un salario que nunca se acabará. El cual para ustedes es un salario
divino, basta que se abandonen con fe, en Cristo mi Hijo muy amado, el mismo
hace su obra. El Espíritu Santo en ustedes, les fortalece, y les impulsa hacer obras
buenas, para bien de sus hermanos, y para gloria de su Dios y su Señor. Hijos
les quiero mucho, estoy enamorado de ustedes, soy un papá bueno, soy un papá
que les he creado por amor. Para amarnos y para que me amen en mi amor, y así
seamos todos uno. Porque el amor siempre
unifica, pero el odio es división. Si supieran cuanto les amo, soy Yahvé
vuestro Padre.
El Espíritu Santo, en ustedes, se alegra o se entristece.
Tiene sentimientos, es Dios, es amor, y
es la Tercera
persona de la
Santísima Trinidad, quien unifica a toda la Santa Iglesia de
Dios, y estoy muy triste. Porque muchos de mis hijos en su mal testimonio están
alejando almas del camino, y están dentro de la Santa Iglesia, y
dicen que son de Dios. Pero muchos de
mis hijos están alejando almas, y son enviados
de satanás. Que se han metido como humo negro, pestilente, y el demonio es astuto, malvado, y está haciendo
su obra mala. Si les digo esto, es para
que estén vigilantes, y estén despiertos en oración. No vaya a ser que escuchen
otra voz, los tome descuidados, y se desvíen del camino. Yo los quiero conmigo hoy, y siempre.
Una novia muy enamorada no ofende a su amado, sino que
trata de complacerlo siempre, y de darle lo mejor. Y siempre piensa en el muy
amado, igualmente el hombre siempre
piensa en su amada, no tiene otro
pensamiento y quiere darle todo lo mejor. Va se cambia, se peina, se perfuma
para ir con su amada, y dice, para gustarle, para que ella me ame. Y es porque
le ama y por eso quiere quedar bien,
estar siempre reluciente, limpio, y no
pierde detalle. Igualmente la
mujer, así quiero que siempre piensen, quiero ser hermosa, hermoso para mi
Señor. Quiero estar limpio, quiero estar
peinadito, pero os les digo, del
espíritu. Quiero que estén limpiecitos, hermosos, pero Quién les va a limpiar,
y quien les va a sanar sus heridas. Quién les va a levantar, Quién. Su amigo,
su vecino, ciertamente orará por
ustedes, intercede. Y Yo escucho a mis hijos,
pero solamente Cristo el Señor de Señores,
es el único que te puede limpiar, purificar, sanar, y renovar. El
Espíritu Santo en ustedes siempre, impulsándolos, y guiándolos. En el Espíritu
Santo, ustedes tienen vida, ven que somos tres personas distintas, pero un solo
Dios. No pueden estar ustedes sin Espíritu Santo, no pueden estar sin Cristo, y no pueden estar sin el Padre
Celestial. Aquí está María, mi Hija tan querida, a quien Yo
amo. Y Quien me da más gloria, alabanza,
y adoración que todo lo creado, ella es mi Hija y Yo la amo, Yo la elegí como
mi Hija, mi esposa y mi Madre.
Escuchando el mensaje de Dios,
mis hijos aún ya son liberados, y sanados. Porque mi palabra es liberación, mi
palabra es sanidad, y mi palabra es vida nueva para mis hijos. Aquel que me está escuchando ya
está recibiendo por el poder, y santidad de la palabra. Muchos de mis hijos
reciben de su Señor, al solo escuchar la palabra de Dios.
Las almas benditas del Purgatorio
oran por ustedes, y ustedes oran por ellas. Y ellas se ponen muy contentas y
dicen, Oh Señor que ya empiece la oración. Y cuando empiezan, se llenan de
contento y se alegran, porque saben, Yo les concedo refrigerio.
Oren siempre con una disposición
para Dios, dejando todo aquello que les
pueda llamar la atención, todo aquello en lo que estén pensando, no, van a dejar ese tiempo para vuestro Dios
y Señor. Quiero que sea exclusivo el tiempo del Santo Rosario, como ofrenda
única para Dios, en María Santísima. A quien se le está entregando en cada Ave
María, una rosa. Yo el Señor, en cada
Padre nuestro, estoy recibiendo también, una ofrenda de ustedes, al estar
adorando y meditando en cada misterio convenido de cada día.
Benditos sean todos, que buscan siempre la corrección. Pero
ustedes que se avergüenzan y dicen, ay Señor Dios, me da vergüenza contigo, me ves pecando. Estos hijos, es porque ya van avanzados al
Reino de los Cielos, y son aquellos mis hijos que tienen un santo temor a Dios.
Pero aquellos que pecan y ni se avergüenzan, ni sienten temor de Dios, es que andan en el camino equivocado. Y no se arrepienten y
siguen en ese camino, pues estos hijos míos, es conveniente, que enderecen el
camino y vuelvan. Porque todo aquel que peca y no se arrepiente, en el
solamente hay un espíritu oscuro, y podrido. Su espíritu no tiene vida y para
que tenga vida, necesita de escuchar
siempre de su hermano, el llamado de
Dios. Yo los envío para que vayan y Yo hago mi obra en ellos. Benditos sean.
Les amo.
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