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Yo me fijo en su interior, y en lo que Hay en
su interior. Os ustedes lo saben, y ante Mi no pueden esconder nada. Ustedes
que buscan la grandeza en este mundo, es tiempo de que se bajen, porque si no,
la caída será muy dolorosa. Y os una caida que duele mucho algunas veces trae muerte. No se
sientan grandes, De qué se sienten grandes, a caso de lo que han aprendido. Si
es así, pónganlo en práctica y no se sientan grandes, eso viene de Satanás.
Miren hijos, ni tan siquiera Yo Dios, vine a buscar la grandeza en este mundo,
ni tan siquiera Yo su Señor, vine a buscar mi reinado aquí. Es tiempo que se bajen
del orgullo, de la soberbia, y del que busquen el poder, el tener y el
hacer. Acuérdense que el demonio es muy
astuto, sus mañas son terribles, y mortales. Benditos hijos, si en verdad me
aman, os ábranme la puerta. Para que Yo vacié toda la porquería, y la
podredumbre que hay en ustedes, y en algunos esa serpiente. No se enorgullezcan
De lo que tienen, pobrecitos hijos. De
que se enorgullecen de tener un cuerpo bonito y arreglado, o De las cosas
terrenas. Os pobrecitos, los llamo ignorantes y pobres, cuando su grandeza no
está en el tener, en ese orgullo, esa soberbia. Yo les digo, ustedes que me
están escuchando, si en ustedes hay esos espíritus, es tiempo de que los echen
fuera. Porque les están pudriendo el estomago, los intestinos, y su memoria, su
cerebro, les está pudriendo aun su cuerpo, y el espíritu ya está podrido,
porque permiten que entre ese virus, y esas bestias en ustedes. Hoy les hablo
no con dureza, sino con consejo de amor, para que no se me pierdan, para que no
se desvíen del camino. Saben que el pecado trae enfermedad, y que muchas veces ese pecado, es porque
dejan entrar esos espíritus pestilentes, los cuales buscan hacer mal en todo su
ser. Si les hablo es para que cierren puerta a lo que no viene de Dios, es
para que estén vigilantes, orando. Y si
toca la puerta un espíritu pestilente, y oscuro, cierren la puerta
inmediatamente. Os háblenle a María Santísima, Ave María purísima, protégeme
que mis enemigos me acechan. Ayúdame Madre mia para cerrar la puerta, no puedo
Madre santísima, ayúdame, te necesito.
Clamen, hablen en voz alta, porque esos espíritus están vivos, pero
traen muerte. Espíritus pestilentes, podridos, y lo podrido es muerte. Benditos
sean todos, si les estoy hablando es para que todos estén despiertos, y
vigilantes. Muchos de mis hijos cuidan tanto su cuerpo, con un celo, le tienen
tanto amor a su carne. Pero su espíritu lo descuidan, y hacen de su cuerpo un
ídolo, y de su misma carne un dios. Ciertamente quiero que cuiden su salud, que
cuiden su cuerpo, pero muchos hacen un ídolo, y hacen su dios de su cuerpo, y
esto no está bien, no viene de Mi. Oren mucho. Están en tiempo de persecución,
en tiempo de batalla. Les he pedido, unifíquense todos. Es tiempo de estar en
comunión con vuestro Dios, y Señor. Es tiempo de estar en penitencia, de que
estén despiertos, Yo les estoy hablando de viva voz, soy vuestro Dios Cristo
Jesús. Aquí estoy con ustedes mis ovejitas tan queridas, os Yo soy el buen
pastor, y Yo doy Mi vida por ustedes. Nadie me la quita, y nadie me obliga, Yo
doy Mi vida por cada uno de ustedes. Es tiempo de que enderecen el camino, y es
tiempo de que vuelvan. Es tiempo de docilidad, y es tiempo de entrega a Dios.
Es tiempo de humildad, de obediencia, y de amor, es tiempo de Dios.
Mis pequeños, Yo quiero que todos
vivan santamente. No quiero que se
pierdan, acuérdense que hay un lugar de castigo, y hay también un reino para ustedes. También
acuérdense que hay de lugar a lugar, y de grados a grados de santidad. Yo los quiero a ustedes santos. Es tiempo de que
dejen todo por Mí, dejen el pecado, y dejen todo aquel o aquello que sea muerte para uno, y para
otro, que sea muerte para ustedes. Acuérdense, Yo Dios estoy aquí, y he venido
a librarles de la muerte, y a darles vida. Dichoso el que Me escucha, el que
viene a Mi y os ha dejado todo por Mi amor. Que les dolió mucho dejar aquello
que tanto querían, y deseaban, que tanto amaban, y lo han dejado todo por Mí. Y
os les digo, que hay una alegría grande entre todos los santos y ángeles. Es
una alegría inmensa, una alegría infinita en todo el Reino, porque todos
comparten la alegría de Dios. Al ver un pecador que se arrepiente, que vuelve,
y que tiene un santo temor de ofender a su Señor.
Hijos arrepiéntanse de su pecado,
y pidan perdón a quien hayan ofendido.
Pidan perdón ustedes que han ofendido, pidan disculpas, y reciban el
perdón. Perdónense los unos a los otros, os hijo no son hijos del enemigo, son
hijos de Dios. Hijos amados, Satanás es odio, Satanás es ira, es celo, y es
envidia. Satanás es aquel soberbio, aquel que se quiere sentir grande, y
poderoso. Cada uno de ustedes piense, Que es lo que lo está dominando en este
momento. Que es lo que les está dominando. Yo quiero un arrepentimiento de todo
corazón de sus pecados. Quiero que se arrepientan, Yo Jesús Sacramentado estoy
con ustedes iglesia mía, soy Jesús con Mi pueblo. Yo doy vida por medio de mis
sagrados sacramentos, por medio de un Sacerdote. Es el Sacerdote administrador de mis bienes
divinos, y Yo Dios Todopoderoso por medio de él siendo testigo, del sacramento.
Les digo a los que se han casado, a los que están unidos en el sacramento del
matrimonio, han hecho una promesa a Dios, a su Señor. Yo los he unido en una
sola carne, y los he unido en Mi, ustedes que os han decidido por su cuenta hacer
lo que les place, y no lo que Yo quiero. Están equivocados y están en pecado,
arrepiéntanse. En su querer se desvían del camino y desvían a otros. Yo que les
hablo de viva voz, he hecho un pueblo en el cual solamente se han volcado en
critica, a todos los veo como ovejas sin pastor. Y os muchos dicen que me aman,
pero donde está su amor si están pecando. Dónde está el amor que dicen tenerme.
No será más bien, que han decidido los unos a los otros, ser anticristos. Han
decidido dar mal testimonio. Están decididos a seguir en ese afán de ofenderme,
y lastimarme. Son los que me flagelan. Quiero que se pidan perdón los unos a
los otros. Quiero que se abracen los unos a los otros, porque Yo Cristo Dios,
quiero abrazarlos ahora, si tu estas decidido a perdonar. Están dispuestos a
iniciar una vida nueva. Yo soy el buen
pastor, y Yo llevo a mis ovejitas por senderos seguros, y las ovejitas asoman la cabeza cuando tocan la
puerta, y os dicen Quién me hablara.
Sacando la cabeza ven Satanás, con propuestas hermosas para ustedes, y
os deciden retirarse mejor, de Jesús, y se van a donde les están prometiendo
cosas terrenas. Y empieza Satanás a
poner odio, discordia, y malos entendidos. Oren los unos por los otros, Yo Dios
estoy aquí. Y es tiempo de
arrepentimiento.
María Santísima les cubre con su manto, y os
les digo que os en los últimos tiempos, aquí se refugiarán, y aquí estarán.
Entonces dirán Qué grande es el Señor.
En estos momentos estoy herido por vuestro
amor. Mis heridas son para ustedes, son su refugio, un refugio seguro.
Refúgiense en Mis santísimas llagas,
junto con sus familias, en este tiempo de tanta persecución. Cúbranse
con Mi Sangre Preciosa, emanando de cada una de Mis sagradas heridas. Lávense
con Mi sangre preciosa, quiero que permanezcan en gracia de su Señor, en gracia
Divina. Quiero que permanezcan en gracia de Dios, para que Yo pueda hacer Mi
obra por medio de ustedes, para bien de muchos. Os ustedes son llamados como
hijos de Dios, y como hijos de Dios, reciben de Dios su Padre. Qué reciben de
Dios Todopoderoso, Bienes divino estando en Cristo dan fruto en Cristo, y dan
fruto para Dios, en Dios.
Yo Dios Todopoderoso ya pensaba
en cada uno de ustedes, desde el principio. Ya pensaba en ustedes, en darles la
vida, a muchos de mis hijos les he dado
vida, pero han sido asesinados en el vientre de su madre. Esto me causa mucho
dolor, os para muchos el traer dispositivo, y el cuidarse, según ellos dicen
para no tener hijos. Ellos sin darse cuenta están abortando, y están matando a
sus hijos, y se convierten en asesinos. Muchos de mis hijos, dicen estar con la
conciencia limpia, tranquila, y van, se confiesan, y no confiesan ese pecado.
Yo les digo en este momento, todos lo que son asesinos de sus hijos, recibirán
castigo. Busquen en la santa iglesia lo permitido para el control natal, ahí
los instruirán. Muchas de ellas, no están usando nada en su cuerpo, lo cual
provoque muerte a sus hijos. Os vayan y pregunten por aquel método en el cual
muchos de mis hijas están ahora. Ciertamente muchas por enfermedad evitan el
tener hijos, y otras porque os dicen que no pueden mantener tantos hijos. Yo les digo, pobrecitos hijos míos verdad. Yo
puedo darles para mantener a sus hijos, pero muchos por el pecado mismo se
minimizan. Y os ellos mismos se empobrecen, y tienen solo
dos, o tres hijos nada mas, diciendo que no
pueden mantener más hijos. Os los que han tenido muchos hijos, los
permitidos por Dios, Yo les he dado para que mantengan a sus hijos, para que
les vistan, y les calcen. Yo soy Dios.
Yo Quiero que todos estén en paz,
en la paz de Jesús, de su Señor. Ámense los unos a los otros, y vivan
santamente. No teman, y busquen tener siempre contento a vuestro Dios, y Señor.
Siendo obedientes a Mis mandatos divinos, ámense los unos a los otros como Yo les
amo.
Les amo.
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