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Yo les amo a todos, son mis
hijos. Y que hace un Padre con sus hijos, siempre buscándolos, guiándolos, y
los hijos siempre diciendo, sí Señor. Pero en todo momento, los hijos se
desvían. Hijos amados, permanezcan todos en la verdad, ámense mucho, bendíganse,
y ayúdense el uno al otro. Cuídense, pues en verdad les digo que van en el camino,
y aquel que dice, que va por el camino que quiere, ese hijo va por el camino de
oscuridad. El camino en el cual se pierden, miren aquel hijo, el cual anda en
un laberinto y no sabe por donde salir. Ustedes que conocen ese camino, vayan
tómenlo de la mano, y guíenlo para que sepa por donde salir. Porque en verdad
les digo, si ustedes duermen, satanás actúa. Si descansan, satanás nunca
descansa, si desvarían, satanás aprovecha esos desvaríos para hacer su obra
mala. Un Mandamiento nuevo les he dado,
el que se amen los unos a los otros, y aquel que no ama, no puede decir estoy
en Cristo. Cristo es amor y aquel que no
es amor, no puede decir que es en Mí. El desamor es muerte, y el amor es vida,
ámense todos y vivan. Ayúdense, sosténganse, y aconséjense en el mismo amor de
Dios. En la caridad de Dios, pidan a María Santísima siempre, digan.
María Santísima, asístenos,
porque vamos en el camino. Madre Santísima tu eres nuestra Madre y nosotros
somos tus hijos. Oh Madre Santísima, Tú eres la que intercede por nosotros,
danos de nuestro amado Dios, lo que Tú consigas por tu misericordia misma. Que
es la misericordia que Dios te ha dado para nosotros. Y en una misma
misericordia, porque Tú Madre mía, estás en el Padre, en el Hijo, y en el
Espíritu Santo. Como hija, esposa y madre.
> Aquí estoy con ustedes, soy
vuestro Jesús, y aquí está mi Madre Santísima, la que tanto os ama. Vuestra
Madre que no les abandona, y que intercede. Ella ora, les asiste, y vela sus sueños. Ella en todo momento les
besa, y les acaricia, como una Madre amantísima que es. Pues en verdad les
digo, que ella es Esposa y es Madre, y es Hija. Y os en verdad les digo, que
ella está en la
Santísima Trinidad. Y la Santísima Trinidad
con María, y en María.
Donde se reúnen dos o tres en mi
Santísimo nombre, aquí estoy con ustedes. Aquí está mi Madre Santísima, es un
encuentro con Dios vivo, y verdadero.
Hijo tan amado, no te apartes del
camino, piensa en todo momento, el Señor y Dios, me ha dado la vida, está
conmigo porque Él es la vida. Quiero que sigas adelante, no te detengas en el
camino. Mira que Yo les doy a mis hijos y les doy en abundancia, los lleno, y
los colmo de dones, carismas, y virtudes. Yo mismo Dios, les doy mi Santo
Espíritu. En verdad les digo que si se detienen en el camino, el mal aprovecha.
El ladrón está pronto para robar, y va robando si se lo permiten. Y en lugar de
virtudes, va dejando pecado, muerte, odio, y críticas. Va dejando iniquidad,
pecado, oscuridad, y muerte. Ustedes benditos hijos, son restaurados en Cristo.
Cristo les restaura, no se aparten del camino. Yo los quiero conmigo y en Mí.
Mis hijos son dóciles, humildes, y obedientes, o acaso son más que su Dios y
Señor. Si Yo el Señor Dios Todopoderoso, vine hacerles el llamado a seguirme,
síganme en el ejemplo de vida de Cristo. Obediencia, entrega, humildad,
servicio, perdón, y misericordia.
Este es un encuentro con Dios
vivo, Yo Dios les hablo de viva voz.
Quiero que con fe, se cubran con mi manto, que con fe crean, están en mi
regazo, no se aparten de Mí. Os les digo también que satanás en su astucia, y
en su maldad, puede hacerles creer, y hasta ver que son miseria. Pero ustedes
son hijos de Dios, son soberanos, porque Cristo Jesús, les ha hecho reyes. Son
reyes en el Rey de Reyes, y en el Dios vivo y verdadero Jesucristo, son todos
uno en el Padre. Porque el Hijo es en el Padre y el Padre en el Hijo, y todo
aquel que es en el Hijo es también en el Padre. Llénense de alegría porque
todos poseen un mismo espíritu, el Espíritu de Yahvé. El Espíritu de
Jesucristo, el Espíritu Santo, que estuvo en María y que en María se encarnó.
satanás como león rugiente trata
de hacerles creer y saber, que no valen, y que no pueden hacer nada. Trata de
apartarles del camino y llevarles por el camino de oscuridad, donde haciéndoles
ver, que van en el camino en el cual hay felicidad, y alegría. Donde está en su
querer y no en mi Divino querer, soy vuestro Dios Cristo Jesús.
No olviden que son soberanos, son
hijos de Dios, y han sido revestidos de gracia, y liberados del pecado
original. Llenos de alegría canten
himnos de alabanza, pues Cristo Jesús, les ha venido a ser en cada uno de ustedes
en Él, Por medio de cada uno de los Sagrados Sacramentos. Pues Cristo Jesús es
el Señor de los Sacramentos, aquel que está en Cristo, se siente alegre. Y sabe que Cristo su Señor habita en Él
porque es su Señor y Dios. Se levanta
lleno de alegría, no nacieron para ser limosneros, ustedes son hijos de Dios,
del Altísimo en Cristo Jesús, son reyes, sacerdotes y profetas. Son señores,
porque Dios mismo les da su señorío, siéntanse orgullosos, valen mucho.
Cuídense del ladrón, porque en todo momento está tratando de robar, y asesinar.
La bestia quiere llevarles a su madriguera que es el infierno. Permanezcan
despiertos y vigilantes, ayúdense el uno al otro, no se desesperen, y no
permitan que el mal les traiga desasosiego. Soy paz, soy vuestro Cristo.
Yo quiero hombres decididos,
valientes, que digan, yo soy de Cristo, y para Cristo. Hombres que digan, por
Cristo mi Señor, yo vivo. En Él tengo, por Él vivo y en Él, y a Él le puedo
dar, y en Él yo puedo dar, en su Santo nombre a mis hermanos. En Él yo puedo
ser, como quiere que sea, caritativo y misericordioso, y en Él yo venzo. Pues
siéntanse grandes en Cristo, que su orgullo sea Cristo, y en Cristo. Todos
ustedes en el Padre.
Vengo a ustedes, a cada uno,
conozco todo de cada uno de ustedes.
Cuanto deseo que se abandonen a Mí, estoy aquí con ustedes, soy la Santísima Trinidad.
Arrepiéntanse de su pecado,
cuanto bien pudieron hacer a su hermano pero solamente pensaron en ustedes, en
su necesidad, pero no pensaron en el otro.
Tengo una alegría grande, mis hijos
están trabajando, unos de una forma, y otros de otra, pero todos van en el
camino. Miren que algunos solamente tienen un peso y lo dan con amor a su
Señor, me piden que lo tome para que disponga de el. Y quieren que por medio de este peso se tome
el mensaje y sea llevado a muchos que no me conocen. Yo estoy aquí con ustedes, otros más de mis
hijos están orando, intercediendo, y ofreciendo sus enfermedades, su cansancio.
Otros están escribiendo el mensaje, grabando el mensaje, benditos hijos que en
su perseverancia en Cristo van ascendiendo. Cada uno de ustedes son llamados a
dar fruto, en vuestro Señor Dios Cristo Jesús, algunos más de mis hijos están
grabando el mensaje, y otros trasmitiéndolo, muchos por medio de los CD.
Oren para que muchos reciban este
mi mensaje de amor. Miren que muchos me escuchan y se preguntan donde se dará
este mensaje, viene de Dios, del Señor Jesús. Quieren investigar a ver donde
está fuente. De esa fuente, viene para muchos esa frescura a los corazones que
están resecos. Yo soy Cristo Jesús, que los he tomado como un medio para que
este rocío llegue muy lejos, y muchos reciban de Jesús de Nazaret, la palabra,
y el mensaje de vida.
Acuérdense que satanás está
furioso, envidioso, y lleno de ira, de odio. Y ven que ustedes van en el camino
y más les persigue, pero no dejen lo que han iniciado. El malvado satanás en
todo momento dice. > Qué. Estos van a llegar al lugar que yo dejé, al
reino que yo dejé. Y van a ir a ese lugar. nunca, nunca. Siempre estaré
tratando de que se desvíen del camino. si yo estoy en este lugar, en el cual
reino. pero es un reino de odio, y ellos vendrán a ese reino porque ninguno
ocupará el lugar que yo dejé. > Eso
dice el malvado, pero Yo Cristo Jesús, en verdad les digo que el Reino de los
Cielos, se les ha dado a todos sus hijos en herencia. En Cristo Jesús son
herederos todos, y no son vencidos. En María Santísima ustedes no son vencidos,
sino vencen en los Dulces Corazones. Si les digo esto es para que estén en
oración los unos por los otros, vigilantes, y estén en oración, en esta cadena
de oración de las veinticuatro horas. Oren y estén vigilantes, ayúdense los
unos a los otros, invítense los unos a los otros a trabajar. Que ninguno diga,
a mí no me hablaron. Que ninguno diga, a mi no me instruyeron, yo no fui
invitado Todos son invitados, todos son
llamados a dar fruto en Cristo y para Cristo. Todos son hijos de Dios, son
soberanos, y reyes. Aquel que dice que Jesucristo es su Señor, y al decir esto dice a mi Señor sirvo, y le
entrego, por su Señor lo dejan todo. Van a Mi, porque soy su tesoro y en su
tesoro, son soberanos, ricos, y
dueño.También se han hecho señor en Mi y van al Reino, a vivir eternamente con
su Señor.
Yo no les doy aquello que les
aparte de Mí, y os también me gusta ver, cuanta fe tienen, y cuanto esperan de
Mí. Muchos me dicen Acuérdate de lo que te pedí, y Yo te digo, acuérdate
también que a Mí me gusta que esperes en Mí con fe. Acuérdate de mi Hijo
Abraham, él recibió una promesa, y estuvo esperando siempre en esa fe, de su
Señor. Y por su fe reciben.
> Cantad, y alabad al Señor, porque Él es
digno de alabanza. Que sus hijos le canten, y le alaben llenos de
agradecimiento, y de amor, del mismo amor que es Dios. Que hermosos mis hijos,
elevad vuestra alabanza, cantad, y alabad con el corazón, con el alma, mente,
con todos sus miembros, y sentidos. Decid al Señor cuanto os le aman, alégrense
pueblo mío, porque el Señor está con ustedes, soy vuestra Madre María
Santísima, soy la
Inmaculada. Señor aquí están mis hijos, todos son tan
hermosos. Pues cada uno de ellos son en mi amadísimo Hijo, recíbelos Padre.
Acuérdate Padre que si ellos algo deben, mi Hijo muy amado Jesús, les redimió.
Perdónales sus pecados, ellos se arrepienten. Escúchalos y ve la intención con
que se arrepiente, perdónales sus pecados, dales hambre y sed de Ti Señor.
Llénalos de fe, no ves que son pequeños, que cada uno de ellos sea en mi amado
Hijo Cristo Jesús. No veas sus pecados, son mis hijos perdónales. Que no se me
pierda ni uno solo, dales Señor esa virtud, de que ellos tengan un
arrepentimiento de sus pecados, y que ellos empiecen una vida nueva en Cristo
el Señor. Pues mira ellos no saben lo que hacen, perdónales y hazles hombres
nuevos. Mira que todos ellos aman a mi Hijo muy amado. Y en Cristo Jesús, están
dando fruto. Sabes Padre, que mi Hijo muy amado les ha revestido, en el perdón
de sus pecados. Cristo ha tomado medios para hacer su obra salvífica. Todo su
pueblo, los sacerdotes consagrados, pues tanto el Papa, obispos, y sacerdotes.
Todos ellos son sacerdotes en Cristo, y son consagrados. El Señor les ha tomado
a ustedes también, para que le hagan conocer y amar. Para que en Cristo que es
camino, ustedes también en Cristo sean camino. Para que vayan y lleven a todos,
la buena nueva. Cristo Jesús ha venido para redimirles, Él ofrece su Sagrado
sacrificio por cada uno de todos sus hijos. Alégrese pueblo de Dios, porque el
Señor cada día, y en todo momento hasta el fin de los tiempos, está en un
ofrecimiento de su Sagrada pasión tan dolorosa por todos ustedes, pueblo de
Dios, pueblo sacerdotal en Cristo. Todos ustedes que también profesan un
sacerdocio, por el Sagrado Sacramento del Bautismo. Y todos ustedes en Cristo
mismo y para Cristo. Que llevando la Buena Nueva, haciendo conocer a Cristo Jesús,
quien les redimió y resucitó. Y que está con ustedes presente, y que viene a
quedarse y habitar en ustedes. Lleven esta Buena nueva a todos, pues aquel que
calla, es como aquel hijo que le dieron un solo denario. Pero lo escondió, lo
enterró y decidio enterrarlo, porque tenia miedo de que aún pierda el denario.
Si Dios miraba que el estaba trabajando ese denario, el Señor miraba su
esfuerzo y viendo que no daba el suficiente fruto. Pero dijo. >
Está haciendo un esfuerzo, yo hago Mi obra. él se esfuerza, y quiere dar
fruto en Mí, y para Mí. Y el está dando
ya fruto aún sin darse cuenta. > Yo
les digo, todos han recibido y son en Cristo Jesús. Y con su ofrenda de cada
día, Como ofrenda ustedes mismos en Cristo. Son gratos hijos de Dios Padre, en
Cristo Jesús. Y la ofrenda está recibiendo el Padre Celestial y esa ofrenda
queda allí, como ofrenda grata a Dios. Y en el último día, ustedes veran todo
lo que acumularon. Y os les dirá el Padre.
> Todo lo acumularon en Cristo Jesús, y ustedes dieron fruto. Y saben
que sus pecados les han sido perdonados. Cristo, mi Hijo muy amado les redimió,
en Cristo dieron fruto, y en Cristo tienen la entrada triunfal, al Reino de los
Cielos. Somos Jesús, y María, con
ustedes.
El Espíritu Santo está con
ustedes pronto, si por el pecado lo han echado fuera, el Espíritu Santo que es
amor se retira. Pero quiero ser en
ustedes, arrepiéntanse de su pecado. Pues Cristo Jesús les sana, les purifica,
y les renueva con su sangre preciosa. Revistiéndolos de esa gracia
santificante. Él les da de nuevo su espíritu. Que hermosos son mis hijos,
Ustedes están escuchando de viva voz a vuestro Dios. Todos ustedes están
llamados en Cristo, para que sean en Cristo, por medio de los Sagrados
Sacramentos, recibidos de Cristo, por medio del sacerdote consagrado.
No te dejes vencer, di en
Cristo. > Yo venzo, porque la luz
está en Mí, y la luz vence la oscuridad. A mi nadie me vence en Cristo, porque
soy luz en Cristo. Porque Cristo me ha tomado como lámpara. Y Él se ha quedado
en mi, Él es la luz en mi.
> El Señor está siempre con su pueblo. Y Yo
el Señor muy pronto vendré visible para unos, y otros solamente escucharán
truenos, y estruendos. Alégrense, pues en verdad les digo, que muchos de mis
hijos se han abandonado al mal. Hijos amados, los abortos están cada vez más en
aumento. Oren e intercedan, pues a miles de niños, los están matando, con todos
aquellos medios anticonceptivos. Muchas de mis jovencitas, y muchos de mis
hijos, en todas las edades dicen que estan cuidándose, porque no quieren ahorita
tener hijos. Pero muchas de mis hijas, se están embarazando, y están matando a
sus hijos uno a uno. Y muchos de ellos siguen acercándose al Banquete Divino,
en pecado mortal. Y solo dicen, que se estan cuidando. Yo les digo, todo aquel
que esté usando anticonceptivos, está en pecado mortal. Todos son llamados para que sean guiados,
por las Leyes de la
Santa Iglesia Católica. Que son leyes de Dios, pues muchos
están engañándoles, y dicen. > Dentro
de la Santa Iglesia
Católica, también están permitiendo el aborto. Están permitiendo los medios
para que no tengan hijos, nomás que les están engañando. > No crean, díganles no es cierto. Porque
están difamando a la esposa de Cristo, que es la Santa Iglesia
Católica. Acérquense y vayan a sus sacerdotes, hablen con ellos, y vayan con
aquellos mis hijos, los que he tomado como un medio, y que se han ofrecido a su
Señor, como medio para hacerles saber, de aquellos medios naturales. Yo no
quiero que mis hijos se vayan a perder, soy vuestro Jesús.
Todo lo que ustedes dejan por Mí,
aquello que es para ustedes algo material, en verdad les digo que les será
remunerado. Todos ustedes que quizá dejaron a sus padres, y hermanos,
invítenlos, y díganles, vayamos a tener un encuentro con Dios. Y ustedes que
tienen hijos, hermanos, amigos, y enfermos, háganmelos aquí presentes, Pues
para Mí no hay distancia.
Ustedes en Cristo dan fruto, y Yo
les hago el llamado por la mañana, y a media mañana, a medio día, al atardecer,
y por la noche. Y os les digo, Yo soy Dios de amor, y les pago a todos el mismo
salario, el Reino de los Cielos. Quiero que siempre a donde vayan, digan. > Jesús y María vayamos. Quiero que Tú
hagas tu obra hoy, por medio de mi. Señor Dios, quiero que me limpies, y me
prepares, como el que prepara la tierra. Moja la tierra, para que el sembrador
que eres Tu mi Señor, siembres en mi, y recojas la cosecha de esta tierra que
Tú has creado, y que ahora la has hecho en Ti, y le das soberanía.
> Soy tuyo, soy de cada uno. Y ustedes que
dicen, soy un gran pecador, no te merezco. Yo he merecido para ti, ustedes que
dudan si los amo. Mi amor es eterno, y por amor Yo permití cada una de mis
llagas, cada gota de sangre derramada, y cada escarnio. Es por amor a ustedes,
y por el perdón de sus pecados, ustedes son mi hijos, soy vuestro Jesús. Si supieran
que en todo momento estoy ofreciendo a mi Padre, el sacrificio puro y santo,
por cada uno de ustedes. Cuanto deseo que participen en cada misa, de todas las
gracias que Yo el Señor, les concedo. Muchos dicen ya fui a misa, pero digan,
fui a participar de la
Santa Misa. Fui a participar de la fiesta de fiestas, y del
gran Sacrificio. Pues el mismo Señor lo ha ofrecido por amor a mi, y en Cristo
yo soy, y en Cristo el Señor mi Dios, me ha recibido.
En mi Sagrada pasión estoy
escarnecido. Jesús recibió bofetadas, y fue traspasado. Estoy irreconocible,
pues en verdad les digo que mi Madre dijo, este es mi Hijo. Mi Divino rostro
está todo roto, mi boca toda rota. Mi Divino rostro está escarnecido, mis
santísimos ojos, están traspasados por las espinas. Mis ojos están enrojecidos
y llenos de sangre, brota la sangre. Yo soy este vuestro Cristo, vuestro Dios.
Mi santísima frente está toda llena de llagas, traspasada por las espinas. Mi
divina nariz está toda llena de dolor, pues pasaban y me golpeaban con puño
cerrado a mi nariz, de un lado hacia otro. Mi cabeza ha sido traspasada,
golpeada, y en cada una de mis Santísimas Llagas, penetran las espinas. Golpe,
tras golpe, y burla tras burla, aventándome de un lado hacia otro. Burlándose
de Mí y llamándome, ándale rey, con esas palabras hirientes, y altisonantes.
Esas palabras que me aturdían, y me hacían tanto recordar a la bestia. A la que
está en el infierno, pues cada palabra que escucho, igualmente me hiere, y me
lastima. Ustedes son hijos de Dios, no repitan esas palabras de la bestia. Dios
detesta toda palabra, la cual muchos usan, y siempre dicen unos a otros, esto
es normal. Pero NO hijos amados, su boca
no debe de pronunciar palabra alguna, que no venga de Dios. Benditos hijos, soy
traspasado por las espinas, y toda mi Divinidad, y mi cuerpo se estremece.
Estoy lleno de dolor, y muero cientos de veces, muero por cada pecado que
ustedes cometen. Es un dolor tan grande, el que ustedes que son miembros de mi
Santísimo Cuerpo, siento que me arrancan igualmente la vida, al ustedes
separarse por el pecado de Mí. ámense los unos a los otros, como Yo les amo.
Ayúdense, que en estos tiempos difíciles, el hombre siempre está pensando en su
querer, y en su tener. Y tener siempre el poder y el mando. Yo les hablo. ustedes
son mis hijos. y les he aconsejado una y otra vez. Estoy con ustedes, yo, su
agonizante Jesucristo, lleno de espinas, de escarnio y de dolor.
Voy por el camino pedregoso. Mi
cabeza Sagrada se estrellaba contra las piedras, y mis huesos Sagrados. La
sangre seguía brotando. Y muchos decían.
> De donde la sangre. Que acaso no se ha secado. Acaso tendrá un
manantial adentro, de donde emana tanta sangre. Dejó como un río de sangre,
cuando estuvo atado a la columna. Igualmente lo encontramos sudando sangre, y
en todo momento emana sangre. De donde emana la sangre. > Hijos amados. Yo soy manantial de agua
viva.
Ustedes que por amor, celebran un
aniversario más, de mi nacimiento como hombre. Siendo Dios Eterno. Benditos
sean, porque os veo que se alegran y dicen. Celebremos a nuestro Rey. Ustedes
que celebran a su Rey, les digo, todos ustedes en Mí son reyes. Y así pues, la
celebración que es para vuestro Rey, sea la alegría de todos ustedes, en el
mismo Rey de Reyes.
Les amo.
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