Audio-mensaje MP3:
Padre; aquí están mis hijos. Ellos han venido a darse una cita de amor con nosotros. Muchos corazones están oprimidos., alégrense,. Abandónense a Mi. entréguenme su pesar. Dejen todo en mis manos, que Yo proveeré según Mi divina voluntad. Os pido su sinceridad de corazón. Os pido sinceridad mis hijos muy amados. en aquel que no hay sinceridad, será como aquel hipocrita que os dice: Te amo, -Pero enseguida os está haciendo daño. ¿Si no hay sinceridad en ustedes, cómo puede haber gracia divina en ustedes? ¿Cómo puede haber vida en ustedes? Un corazón hipócrita viene de Satanás. Les amo hijos. Duélanse de su pecado. Que su arrepentimiento venga de lo profundo de su corazón. Guarden un momento de silencio. Hagan examen de conciencia. Bendito el que delante del médico, reconoce su enfermedad. Yo le doy sanidad, del alma y del cuerpo”.
Mi Padre se gloría, de cada uno de ustedes en Mi. ¿Quién es el más rico? El que está en gracia plena de Dios. Esta riqueza no es de este mundo, si no es del Espíritu de Dios en ustedes. el alma se alegra en el Espíritu Santo. ¿Porque están tristes? No abran la puerta a la tristeza, al dolor. No se esclavicen, ni se dejen esclavizar. Ustedes son libres. la libertad es en ustedes. no permitan ser sometidos. Esclavizados. Pues en verdad les digo, que el demonio, en todo momento está tratando de someterlos. de robarles la fe, la libertad. y muchos de mis hijos enferman. Muchas enfermedades no vienen de Mí. Muchas enfermedades psicológicas, son creadas por el mismo hombre, y por el mal. Les amo. les saludo y les beso. Vengo con cada uno de ustedes. soy Cristo vuestro Dios con ustedes.
¡Cuanto deseo un abandono a Mi. Concentren, sus mentes. sus corazones, sus sentidos, y todo su ser, a si abriéndome la puerta, para Yo hacer Mi obra en cada uno de ustedes. Muchos de mis hijos me esperan distraídos, pensando cada cual según su pensamiento. Mas Yo quiero ser su pensamiento. Quiero ser todo para ustedes. Cierren los ojos, que el Espíritu de Dios viene a cada uno de ustedes. Antes bien, alábenlo y bendigan al Señor de la vida. Vengo con mis hijos, y algunos no están dispuestos para Mi. otros mas, ni siquiera piensan en Mi. paso y veo la puerta cerrada. Mas Yo toco. Dichoso el que me abra la puerta, dichoso el que con fe, recibe de Mi. dichosos el que con fe, recibe de Mi fortaleza, paz, y a si mis dones y carismas derramo. Esta es una fiesta de fiestas. Mas aun son peregrinos. Pronto dejara de peregrinar en este mundo, y vendrán al Reino de los cielos. Estén preparados en el mismo Espíritu Santo”.
Dichoso aquel que con fe, enlaza en el Santo Rosario de Mi Madre Santísima, según sus intenciones. Enlacen en el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Enlacen en el Nombre de María Santísima. lo que hagan y lo que pidan, que sea con fe.
Mediten y adoren Mi Santísima, y Preciosísima Sangre. Mis Santísimas Llagas. y ofrezcan adoración según la voluntad de cada uno de ustedes a Mi Padre Celestial, por todos los pobres pecadores, por toda la juventud, por todos mis hijos, que se han abandonado al satanismo, homosexualismo. Por los que se han abandonado al lesbianismo, y por todo el pecado que se está cometiendo. Para que el Señor Todopoderoso, le dé el merito que él quiera darle, y a si vuelvan muchas almas, del destierro a la vida”.
Vengan a Mi. Mi dulcísimo corazón está abierto. El que fue traspasado por una lanza, está abierto para todos ustedes. De Mi amantísimo corazón, en todo momento esta fluyendo Mi Preciosísima sangre, y agua, para todos ustedes. Vengan al Crucificado. Contémplenme por un momento. Mediten en Mi Sagrada Pasión tan dolorosa, y Yo os les digo, que les concedo indulgencias, cada que ustedes tengan esta práctica santa por amor. En verdad les digo, que están ganando indulgencias. Yo les concedo indulgencias, mis muy amados. Mis benditos. Se les conceden gracias muy especiales. a si la conversión de sus familias, el auxilio y el socorro del Señor, estará siempre con ustedes. Mi Madre Santísima, estará muy contenta con ustedes, y el mismo enemigo huira de aquellos, que sean adoradores y meditadores de Mi Preciosísima Sangre, de Mis Santísimas Llagas. pues les digo, que entre más sean adoradas Mis santísimas Llagas, Mi Preciosísima Sangre, ofrecidas al Padre Celestial, irán creciendo en perfección, en sabiduría, y en amor. Benditos sean.
Contemplen por un momento Mi Santísima carne. Está toda esparcida. Contemplo Mi santísima carne, y aunque es santa, y bendita, la bendigo, y doy gloria a Mi Padre, por el sufrimiento que es por cada uno de ustedes. por cada uno de mis hijos. Estoy saldando vuestra cuenta. ya no tienen que ofrecer, el cebo de becerros gordos. Ya no tienen que ofrecer, la sangre de los machos cabríos que ofrecían en sacrificio a Mi Padre Celestial. Porque en verdad les digo, que Yo, Cordero Divino, me he ofrecido a Mi Padre Celestial, una vez y para siempre. he padecido. he sido flagelado. Ultrajado. He pagado vuestra deuda. Estén alegres. ¿Porque están tristes mis hijos muy amados? Yo ya sufrí por ustedes. Entréguenme y confíenme sus sufrimiento. Su desaliento. Abandónense a Mi.
Sufro mucho por mis muy amados. Por los que no aceptan Mi Sagrada Pasión tan Dolorosa. Que no me han aceptado como su Redentor. ¡Como tendrán vida!. ¡Como serán elevados al Reino de los cielos, si ellos han decidido tener ídolos. Solamente ídolos. Y en verdad les digo, que aquel que deja entrar a su casa a otro que no soy Yo, ya me está diciendo. ¡Señor vete, prefiero a este. No quiero que tengan ídolos, ni amuletos, ni cosa que se le parezca. Pues les digo, en una casa no puede haber 2 señores. O estan conmigo, o en contra de Mí. Mis hijos. Sean misericordiosos, compasivos. Duélanse del que sufre, del que llora.
Yo soy el árbol de la vida, y ustedes son ramas de este árbol. Permanezcan en Mi. y en Mi, darán fruto, y fruto en abundancia. Cuídense de los arboles que dan fruto podrido. no vaya a hacer que coman, enfermen, y mueran”.
Soy el mendigo de vuestro amor. Pues bien me dicen ahora. Te amo, estoy contigo. Pero enseguida escucho. Crucifíquenlo. Cuantas veces a la vez, estoy escuchando a todos aquellos que dicen amarme, pero que gritan. Crucifícalo Señor. Herodes. Pilatos. Todos se escuchan a una sola voz.
Benditos sean por ofrecer a Mi Padre Celestial, adoración y meditación, de Mi Sagrada Pasión tan dolorosa. Mi flagelación. Este Mi dolor, a llevar la Santa cruz. Caigo por primera vez. Mi Santísimo Cuerpo aplastado por la cruz, cual uva exprimida. A si brota Mi Preciosísima sangre. Recíbanla hijos. Reciba cada uno. Dichosos mis hijos que sin ver creen. Pues en verdad les digo, que hace mas merito el que sin ver cree. Quiero que me digan que me aman, desde lo profundo de su corazón.
Habla la virgen María:
“No teman hijos míos, porque Yo voy con ustedes. Vayamos al encuentro del Señor, que está en el templo santo, esperándolos lleno de ternura y de amor, de misericordia, y perdón. El es la vida misma. en ese día, Yo los consagrare, y los entregare, a Mi amado Hijo Jesús. y El con amor, os recibe en su amantísimo corazón. El Señor Todopoderoso, no permitirá que ustedes se pierdan.
Benditos mis hijos, que por amor a vuestra Madre Santísima, ustedes dan prioridad. Mis muy amados, benditos sean ustedes que aman a Mi Madre Santísima. Soy Cristo Jesús con ustedes. Mis hijos que aman a Mi Madre Santísima, que no permiten que difamen a Mi madre tan amada, benditos sean ustedes y todas sus descendencias. Benditos sean, porque en verdad les digo, que son soldados guerreros de Dios. pues aquel que permite que Mi Madre sea ofendida, calumniada. Aquel que permite que Mi Madre tan amada, sufra por sus hijos, y no hagan nada, seria como esos soldados amedrentados, miedosos, que llega el enemigo y los devora, y los lleva al castigo eterno. Yo no he venido a condenar a nadie mis hijos. si no antes bien, apártense del mal. no lo permitan. Aborrézcanlo, y en todo momento, practiquen obras de misericordia, de amor, caridad, benditos sean.
Yo les avisare mis hijos amados, desde con tiempo para que ustedes se preparen. el tiempo aun no llega, pero os les digo, el tiempo llegará. Estamos dando prorrogas, a ver si mis hijos se convierten. A ver si vuelven. Enviare una purificación. Bendito sean todos los que se arrepientan y vuelvan al Señor.
Cada uno entregará en las manos de Mi Madre muy amada, su ofrenda, su súplica, su intercesión. Abandonándose a Mi Madre tan amada. Mi Madre muy amada, quiere ofrecerme a cada uno de ustedes. Una madre onerosísima, os quiere entregarles como una ofrenda hermosa y santa.
Bendito sea todo aquel mi muy amado, que se arrepiente de su pecado. Muchos dicen. Yo no tengo culpa alguna. Os les digo, todos van en el camino, pecadores son, unos caen, otros se levantan. Mas aquel que diga. Yo no tengo culpa, Está en un error. Yo me duelo de mis hijos muy amados. Dichoso aquel, que en desagravio por su ofensa al Padre Celestial, al Hijo, y al Espíritu Santo, y a Mi Madre muy amada, ofrece ayuno, penitencia. Dichoso el misericordioso y compasivo. Dichoso aquel que no juzga a su hermano, si no con gran misericordia le aconseja, le tiende su mano amorosa, y le dice. Ven, vayamos al Señor.
Benditos hijos míos. ¿Cuantos se visten de sayal?... ¿Cuantos se acuestan sobre cenizas?... Les hablo de aquellos que se arrepienten. ya eh pagado por sus culpas. Apenas claman misericordia, y en verdad les digo, Mi misericordia os doy a cada uno de mis hijos. Extiendo mis brazos a cada uno de ustedes. Benditos hijos, que con un santo temor a su Dios, caminan por este mundo. Vivan en el amor y misericordia. A todos les doy mi paz. Yo soy Cristo Jesús.
“Como todo hijo pide a su padre con sencillez, con fe, sabiendo que vuestro Padre no os negara aquello que pidan. Pidan al Padre, que les aleje del camino de la oscuridad, de la muerte. Benditos hijos. Les amo a todos. Imploren la presencia del Espíritu Santo, en cada uno. Salten, brinquen, y con gran alegría invoquen al Santo Espíritu, pidiendo que venga a cada uno de ustedes. Alégrense. Pidan en el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Yo quiero transformar sus vidas. Limpiarlos, de podredumbre. Les amo. Invoquen al Espíritu Santo. Digan. Paráclito divino, desciende a cada uno. Somos tu pueblo. ven como fuego. Mira que somos tus hijos. Nosotros también queremos ser tus apóstoles. Somos tus apóstoles en ti. Te entregamos toda esa cobardía que hay en nosotros. Recibe todos esos miedos que hay en nosotros. te entregamos la avaricia, a las cosas del mundo. Deshacemos nuestras fuerzas y voluntad en ti. por tu amor, recibe mi alma. mi cuerpo. mi mente y mi corazón. Recibe mi espíritu que es tuyo, y que con amor, tu me diste. Ahora te pedimos purificación. ¡Oh divino Paráclito! Que eres el divino amor del Padre, y del Hijo. Derrámate en nosotros. Luz divina, ven a nosotros. Penetra en todo nuestro ser. y que a tu luz divina, a tu poder divino, salga toda oscuridad, todo espíritu de derrota, salga de nosotros en este momento. Paráclito divino, venimos ante ti, llenos de dolor y de sufrimiento. tu eres consuelo en el llanto y en el dolor. Ven paraclito divino.
“Vengo con poder, a quedarme en cada uno de ustedes. Dichosos ustedes que con espíritu de humildad, de obediencia, de amor, de caridad me reciben, pues Yo soy ese Espíritu de amor, caridad y misericordia y fe. Vengo a cada uno, rechacen con fe toda oscuridad que hay en ustedes. Cada uno renuncie a todo espíritu oscuro. he venido a purificar a Mi pueblo muy amado, pues el Señor, el Todopoderoso, ha vencido la oscuridad que cubría a Mi pueblo. Vengo como fuego. Penetro en cada uno de ustedes. Ardan corazones. Ardan almas. Ardan espíritus. Ardan cuerpos. Ardan todos sus sentidos en el fuego divino. Renuncien ustedes, a la tibieza que hay en ustedes. Yo no los quiero tibios, si no calientes. Reciban fuego, y renuncien a toda frialdad. Los quiero calientes, decididos. Soy el Paráclito divino, enviado por el Padre, y el Hijo, al pueblo de Dios. He venido a santificarlos. Santo es, todo aquel que está en obediencia al Altísimo, en los sagrados mandamientos. Vengo como agua. Dichosos ustedes mis hijos, que me abren su corazón. Recíbanme como agua. Purifico, sano, libero, a todos mis hijos que con fe me aceptan.
El camino no es fácil mis pequeños. el camino es pedregoso. si han decidido dejarlo todo por Mi, prepárense para las pruebas. Yo les sostengo en las pruebas. Muchos de mis hijos, están llamados al martirio. Quiero ungirlos, si quieren ser ungidos. Vengo como viento. me quedo en ustedes. Soplo en ustedes, benditos hijos. Reciban Espíritu Santo, unificándolos en Mi. en un mismo espíritu. Los unifico en Mi, porque es Mi divina voluntad. Yo soy el buen pastor, y ustedes ovejitas de Mi rebaño. Mis muy amadas. ¡que hermosas son. Relucientes, y blancas como el algodón! Si algunas de mis ovejitas, por su decisión, por su voluntad, quieren permanecer en la oscuridad, hoy les digo, que se arrepientan de todo corazón de sus pecados. Conviene que lo dejen todo mis hijos muy amados. Yo mismo soy el Reino. Yo mismo soy la gloria. la promesa del Padre, y del Hijo con ustedes.
Hay espíritus, os les digo, espíritus de muerte. Esos espíritus son oscuros. Les estarán llamando siempre a la fornicación. y a si posesionándose de sus cuerpos, y de sus almas, si ustedes lo permiten. De la vida, les llevaran a la muerte. De la luz, a la oscuridad. Les he dado libre albedrío mis hijos. Más no se dejen llevar por su voluntad porque se perderían. Yo soy la voluntad divina, que he venido a quedarme en todos mis hijos que con gran obediencia, y con gran amor aceptan mis preceptos, los viven, y los hacen conocer, y amar a sus hermanos. Estoy con ustedes. Les amo. Sé la intención de cada uno de ustedes. Les bendigo. Soy el Espíritu Santo con ustedes. Les amo. Benditos hijos. ¡Cuanto deseo que pidan dones!. Yo soy el Señor dador de dones aquí con ustedes. Ustedes son Mi Iglesia, y Yo a mi Iglesia la lleno de dones y carismas”.
Les amo.
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