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-Soy Dios con ustedes. Están hablando de tiempos difíciles. Más
hijitos amados, el hombre en su maldad, os está haciendo los tiempos difíciles.
Yo quiero la paz entre ustedes, la concordia, y la unificación. Y
todos ustedes, se desvían del camino. Que pocos son los que en verdad,
están en obediencia a vuestro Dios y Señor. Bienaventurados sean todos los
pobres de espíritu. Bienaventurados sean, los que buscan estar en la paz de
Dios. Bienaventurados todos aquellos, que buscan estar en obediencia a vuestro
Dios, y Señor. Benditos sean, bendito el pueblo que eleva sus manos, y
dice. > Bendito sea el Señor, gracias
porque me diste la vida. Porque me das vida en abundancia, en Cristo tu Hijo,
mi Señor tan amado. -Bendito el hijo que le agadece la vida a su Padre.
Benditos hijos, los que os dan la gloria al Señor, por haber creado a la Santísima y Purísima,
Virgen María, benditos los que la bendicen.
Benditos son por su Padre, que les dio la vida, sí, benditos sean, los que bendicen a María
Santísima, y la aman. Benditos sean los que le dicen, Madre mía. Yo quiero que le llamen Madre mía, porque es
vuestra Madre, y ustedes sus hijos. Benditos sean hijos amados, todos lo que están en obediencia al Santo
Espíritu. Todos los que poseen el
Espíritu Santo, dichosos y bienaventurados son. Es aquel, que busca estar en un
santo temor a su Señor, en un mismo Espíritu. Todos los quiero en un mismo
Espíritu, que se amen todos en el mismo Espíritu Santo, que es el don del amor
del Padre, y del Hijo. Y ustedes os
reciben Espíritu Santo, es para que ustedes dancen y bailen de alegría.
Benditos los que en esta tarde lo han dejado todo por mi amor. No les importa
el tiempo, ni el frío. Ustedes vienen a adorar a vuestro Dios, benditos sean
mis pequeños hijos. Yo les bendigo a todos, y les doy mi paz, soy vuestro Dios
Yahvé, el Señor que les ha dado la vida, el Señor de los Ejércitos.
Bendigan a vuestro Dios, en todo
momento de sus vidas. Aún en tiempo de escasez,
levanten sus manos, y bendigan a vuestro Creador. En tiempos de
abundancia, bendigan a su Señor.
Bendigan en todo momento al Señor Dios Todopoderoso. Bendigan, es bueno que
bendigan.
Aquel que vive para el mismo, que
está sentado en su casa viendo televisión, aquel que se dedica solamente al
placer de su carne, no dará fruto alguno.
Antes bien, en su ocio, el mal estará buscando distraerlo, y si lo
permite, el mal hará daño por medio de este. Miren cuantos de mis hijos no
quieren trabajar, están en el ocio, y muchos de ellos caen en el pecado mortal,
y muertos están. A todos les bendigo y les doy mi paz.
Les he llamado a la obediencia,
no se dejen llevar por su capricho. No se dejen llevar por su querer, ya
estarían en la desobediencia. Y todo aquel que está en la desobediencia, No puede decir. > Soy un servidor del Señor. -Muchos de mis hijos dicen evangelizar, pero
os les digo, están dando la gloria, y la alabanza al Señor. La ofrenda será buena, cuando se están
dejando llevar por su querer, y no por el Divino querer. Permanezcan en la humildad, en la paz de Dios.
El que está en obediencia a su Señor, es grato a Dios.
Hagan examen de conciencia,
arrepiéntanse de su pecado. Soy Dios quien les hablo de viva voz. A quien le harás saber, y conocer lo que hay
en tu interior. Lo que no has hecho conforme a mi Divina voluntad, sino a tu
voluntad. Que lo que tu hagas en tu voluntad, es muerte en el Espíritu. Haced examen de conciencia, pues Yo veo
vuestro interior, y que conozco sus deseos, pensamientos y pecados. Dichoso el
que se arrepiente de todo corazón, de sus pecados. Yo soy Jesús Sacramentado, quien les dice,
aquí estoy, me he quedado para darles vida, y vida en abundancia. Vivan una
vida sacramental. Benditos sean todos mis hijos, que se alegran en saber, que
Yo el Señor Dios, por medio de los Sagrados Sacramentos, doy vida nueva.
Todos ustedes, quiero que
ofrezcan a mi Madre tan amada, en Mí, estas rosas. > Hijos queridos, Yo tomo las rosas que me
dan. Porque mi amado Hijo, me pide que las reciba de cada uno. Yo las recibo en Cristo mi Hijo muy amado,
soy vuestra Madre María Santísima. Les
digo, que os quiero más que una rosa,
quiero a todos en el perfume mismo, de cada rosa.
- Soy Espíritu Santo con ustedes, se han
reunido en mi Santo nombre, y Yo les digo, estoy muy contento con ustedes. Más
mi alegría es muy grande, cuando ustedes están en la gracia divina, en gracia
de Dios. Yo mismo soy esa gracia, soy en ustedes, dichosos los que permanecen
inmaculados, en el perdón que les doy. Aquel que en un santo temor a Dios,
aborrece el pecado, sabiendo que es muerte, sabiendo que es satanás, el autor
del pecado. El que se quiere en verdad, se cuida, como propiedad santa de Dios.
Dichoso el que me abre la puerta,
pues el que lo hace, me quedo en el. Más
si ustedes se obstinan, en seguir en su querer y permanecen con la puerta
cerrada, Yo seguiré con ustedes, a donde van. Más les digo, quiero estar en
ustedes, quiero que todos sean uno en Mí. Para que en Mí, sean en mi Padre
Celestial, que tanto les ama en Mí, y en Mí tienen vida. Sin Mí no tienen vida,
porque por ustedes mismos no la tendrían. Miren los animalitos, y las plantas,
ellos no tienen espíritu. Pero ustedes si tienen espíritu, y es unificado, esté
en mi Espíritu, dándoles vida. Ustedes
son peregrinos, tienen un tiempo para
recibir la vida, en la concepción de sus padres, Os engendrados. Más desde ese
momento, ya son hombres, ya son mujeres, y ya os tienen un espíritu que Yo les
he dado, el soplo de la vida. Ya son hombres y son mujeres desde ese
momento. Más también les digo, en la
gestación, Yo voy formando todo su cuerpo, tal cual son ustedes. Más después, Yo permito que nazcan por obra
mía, que nazcan del cuerpo de una madre. Creados de una mujer, con la
participación de un hombre, porque esta es mi Divina voluntad. Más les digo,
nacen, y ven la luz del mundo, van tomando conciencia. Yo he tomado como medios
a esos padres, padre y madre, para que mis hijos inicien una construcción en ustedes. Si, una edificación dentro, en su espíritu, y
en su conciencia que apenas inicia. Haciéndoles conocer, y amar al Dios vivo,
que les ha dado la vida. Haciéndoles saber que hay un Dios, quien los creo.
Dichosos los que muestran sus manitas, con sus uñitas, sus ojos, su rostro, y
sus cabellos, en fin todo vuestro ser, y dice. > Mira hijo, el Señor te ha creado, ha creado
tu cabeza con unos cabellos hermosos. Chinitos o lacios, o de diferente color,
porque el Señor así ha querido dárselos, a cada uno de nosotros. Mira, el Señor
creó, tu carita, con tus ojitos y
naricíta. Tu boquita, todo es obra de Dios. Mira que hermoso te hizo. Mira tus ojitos tienen luz, porque Diosito
les da luz a tus ojos. Démosle la gloria a Dios. Tu ves, porque el Señor Dios
quiere que veas, mira tu naricíta, la creó para que respires. Mira, estás
respirando a cada momento, porque el Señor permite la respiración. y lo estás
haciendo automáticamente, porque así lo ha querido Dios. Si te costara tanto
trabajo respirar, te cansarías. Mira te ha creado tu boquita, para que hables,
mira tus dientecitos, para que tu mastiques. Mira tus manitas, para que con
estas manitas, alabes a tu Creador. -
Así mostrarles cada partecita de su cuerpo, aún sus partes íntimas, y
decirles. > El Señor todo lo creo
hermoso. Mira te ha creado, y te ha creado con un fin. Para que con todo
lo que ha creado el Señor en ti, tu le des la alabanza y gloria. Démosle gracias al Señor, mira te dio unos
piecitos, para que camines, tus uñitas que hermosas son. -Empiecen a hablarles de Dios, a estos
niños, los cuales irán haciendo dentro
de ellos, una edificación espiritual. Y
estos mis niñitos cuando sean grandes, seguirán con esos cimientos, que ya han
hecho. Háblenles siempre de Mí,
háblenles de mi amor. No les
impongan, siéntense a platicar con
ellos, y en la plática háganles saber, de la grandeza del Señor, vuestro Dios.
Benditos sean los padres, y madres de familia, que os inculcan en ellos, el
amor a vuestro Dios. Miren que vienen
tiempos muy difíciles, los cuales ya están viviendo, y muchos quieren robar la
fe, quieren hacerles creer, en creencias paganas, y doctrinas satánicas. Las
cuales roban la fe, desde pequeños a mis niñitos, ustedes tengan cuidado, de
éstos mis hijos. Ustedes son los constructores, de éstos pequeñitos en el
espíritu. Díganles cuanto les aman, y nunca los maldigan, ni los enseñen a
hablar palabras altisonantes. Porque estos niños van a decir, mi padre y mi
madre, me enseñaron amar a Dios, pero también yo escuchaba, que ellos no lo
amaban tanto. Llegará el día en que
ellos tendrán una conciencia definida, un pensamiento definido, y se acordarán de todo lo positivo, pero también
de lo negativo. Dichosos los padres y
madres, que son buenos pastores, que pastorean a sus ovejitas, a mis niñitos que les confío. Les abrazo a
todos, les beso, y les doy paz, soy
vuestro Señor, Cristo Jesús.
Pueblo santo de Dios, santos son los que os están unificados, en el
Cuerpo Santísimo de Cristo. Yo los divinizo, y los hago uno en Mí. Somos
humanidad en Mí. Más quiero que sean sinceros, siempre en una sinceridad profunda.
No digan. > no me ven ahorita, haré de las mías. -Esto, os perturbará su mente, su corazón, y
os irá desviando del camino. Acuérdense que Yo estoy con ustedes, os escucho, y
veo, para Mí no queda nada oculto. Vivan en la
sinceridad de ustedes mismos, para vuestro Dios, en todo momento. Con
los que les rodean, con los que por el camino encuentran, vivan siempre en una
sinceridad, en un amor. Y así irán creciendo en virtud, y en santidad, soy
vuestro Jesús, estamos con ustedes los Dulces Corazones que tanto os amamos, Jesús, y María.
Cuanto deseo que renuncien a todo
espíritu de muerte, que no se dejen guiar por el mal, por sus bajas pasiones, y
por sus malos deseos. Cuanto deseo que ustedes vivan santamente, cuanto los
deseo a todos en Mí. Cuanto deseo que ustedes sean santos, de que todos ustedes
hablen, y vean a mi Padre cara a cara. Cuándo será eso. Yo el Señor, por los
méritos de mi Sagrada pasión tan dolorosa, he ganado este mérito santo. Y
quiero que dialoguen frente a frente, con mi Padre Celestial. Este regalo es
Para todos, sin excepción, porque Yo a todos los quiero con mi Padre, en Mí.
Por eso gimo y lloro, porque muchos están dispersos. Pobrecitos hijitos, van
como ovejitas sin pastor. Yo les hago el llamado, y tomo medios para hacerlo.
Más dichosos, los que insisten en hacerles conocer, mi Divina voluntad.
Dichosos los que insisten, en hacerles conocer mi amor tan grande por ellos.
Los que me aman, quieren que todos lo
hagan, los que buscan la salvación, y saben que su Salvador está con ellos,
quieren que todos sean salvados, y que todos reciban de su Señor, estos dones
muy especiales. Los cuales Yo he ganado para mi pueblo, para todos, la
salvación de las almas. Hoy en
día, la juventud se aleja cada vez más, los padres ya no pueden con sus hijos,
y muchos de ellos dicen: > Ya volverá, lo dejaré ir. -Más los padres y madres, deben de estar en
un amor profundo a sus hijos, aconsejándoles y haciéndoles saber, entre el bien
y el mal. Y haciéndoles conocer el peligro tan grave, tanto de perder la vida
según el cuerpo, la carne y el espíritu. Aconsejen a sus hijos, vayan y
aconsejen, ustedes que me escuchan, a
todos aquellos que van por el mundo. No se dejen llevar por su querer, no vaya
a ser que por su querer, también se desvíen del camino. Hagan lo que les he estado pidiendo. Muchos de mis hijos no están llevando mis
mensajes, solamente los reciben, pero no los están haciendo vida, y Yo quiero
que los hagan vida. Muchos de mis hijos se están dejando llevar por su querer,
y os llevan mensajes. Pero muchos ya no llevan mis mensajes, solamente llevan
los que ellos quieren. Yo quiero que
lleven mis mensajes, para que muchos me conozcan. Oh cuantas veces se los
seguiré diciendo, lleven mi mensaje, y oren por esa gran evangelización, si,
evangelización escrita, donde muchos mirarán.
Lleven mi mensaje, soy vuestro Señor, Cristo Jesús. Benditos sean los
que escuchan, los que reciben, y los que
llevan a los demás.
Muchos no están abiertos a la
gracia, y por eso muchos no reciben el
mensaje. A los que no están abiertos a la gracia, Yo por medio de ustedes,
quiero hablarles. Háganles saber de Mí, y de mi mensaje. Muchos creen que soy
un Dios lejano, creen que estoy allá, en lo lejos viéndoles. Estoy aquí con
ustedes, y entre ustedes. Muchos no
creen ni tan siquiera, que Yo el Señor Dios, tomo a quien Yo quiero, para hacer
en mi Divina voluntad, lo que deseo, en una alianza de ustedes con vuestro
Dios, y Señor.
Cuantos de mis hijos, hacen
sangrar mi amantísimo corazón, y el de mi Madre tan querida. Mi Padre amado que tanto les ama, contempla a su pueblo, y dice. Pueblo mío, Yo
que te he hecho. No te portes así, Yo te
amo, Y te envié a mi Hijo, mi Hijo te ha redimido pueblo mío. Porque no vuelves,
no hay quien te hable de Mí. Yo enviaré
aquellos mis hijos, pero algunos reciben el llamado, permanecen sordos al
llamado y siguen en su vida rutinaria diaria.
Encerrados haciendo lo suyo, pero no piensan en sus hermanos, soy
vuestro Dios que les he dado la vida. Más quiero que los que me ámen, en verdad lo hagan, vayan y lleven mi
mensaje de amor.
Sigan adelante en esa gran obra,
que Yo Dios Todopoderoso por amor, estoy haciendo por medio de cada uno. Los
que han decidido a dejarlo todo y seguirme, no vuelvan pasos atrás. Sino antes bien, con su mirada fija, siempre
hacia delante. Yo soy vuestro Dios, vuestro guía y Pastor, tengan fe.
Venid y seguirme, tu que dices: > Señor yo ya no puedo hacer
nada. Estoy enfermo, yo no puedo
caminar. -Tú puedes hacer mucho, tu que estás en tu casa, Ofréceme tu sacrificio, y Yo el Señor Dios,
lo tomo. Como una ofrenda agradable y hermosa, y le doy un mérito
evangelizador. Tu que lo ofreces por todos tus hermanos que están
evangelizando, por todo tus hermanos que son adoradores. Unos a los otros
ayúdense, y sosténganse en Cristo. Yo mismo soy la montaña, Yo mismo les digo,
que en Mí llevan esta ascensión. Ya van en una ascensión, sino fuera así, Yo no
se los diría. Alégrense. Y unos a los otros ayúdense, oren e intercedan. He
pedido la intercesión de los unos a los otros, dichosos los que están
cumpliendo, con mi mandato divino. Dichosos los que están en esta cadena de
oración, que tanto sacrificio les ha costado, pero que en este sacrificio
santo, por amor a vuestro Dios, Yo le doy un mérito grande. Tan grande que como
hombres y mujeres, no se imaginan.
Saben que su espíritu se alegra
en Mí, se alegra grandemente. Para ustedes es un gran misterio la vida, ustedes
mismos, es un gran misterio su vida. Pero su espíritu se alegra grandemente en
Mí, salta de gozo, y me dice, Señor bendito seas que Tu proteges, cuidas y os
alimentas los tuyos. Muchos piensan, mi boca, mi nariz, y mis sentidos. Más
saben, su espíritu también tiene sentidos
y vida. Os la vida del cuerpo, y
la vida del espíritu, están unificadas. Más todo, esté unificado en Cristo, y
en Cristo. Cuerpo y Espíritu, serán uno en Cristo, y en Cristo darán fruto, en
el espíritu y en el cuerpo, según la carne.
> Soy vuestra Madre María Santísima,
les cobijo con mi manto. Den la gloria al Señor y la alabanza, por
este tiempo de lluvia, que para muchos es frío. Cobíjense en el calor de
vuestro Dios, con el fuego del Espíritu Santo.
- Ni el frío, ni la lluvia les
detuvo, vinieron presurosos. Algunos de ustedes con muchos sacrificios, algunos
apenas tenían para pagar un pasaje, y dijeron, vamos con el Señor, en una cita
de amor. El enamorado no se detiene ante
al frío, o el calor, ante la lluvia. El
enamorado siempre va presuroso, porque el fuego del amor arde en él, y es más
fuerte del amor, que aún su flojera. El esfuerzo tan grande que hacen para
venir, a esta cita de amor, ninguno regresará con las manos vacías. Mi Madre
muy amada, María Santísima, está intercediendo mucho por ustedes, intercede en
todo momento por cada uno. Muchos enemigos se han querido acercar a ustedes, y
sus familias. Más en Mí, no tengan temor. Conságrense siempre a los Dulces
corazones, de Jesús, y de María, Cúbranse con mi Sangre preciosa, y alejen a
sus enemigos de ustedes, y de sus
familias. María Santísima, es defensa para todos ustedes, ella os ama tanto, y siempre está
intercediendo, por la salvación de sus almas.
Alaben a mi Madre amada, y
bendíganla. Díganle cuanto le aman, son sus hijos.
Todos ustedes, vivan en la paz de
Dios. Ciertamente llevan una cruz, su
cruz de cada día, pero, déjenla en
Mí. Que será más difícil, entregármela, o llevarla por ustedes mismos.
Muchos dicen: > Señor que difícil es
entregarte mi carga. Cuando Yo no me
puedo deshacer de ella. - y Yo te digo,
Quién te ha dicho que te vas a deshacer de ella. Entrégamela, y Yo el Señor te sostendré.
Llevo contigo esta carga, más Yo te la hago ligera, y tu yugo muy suave.
Ustedes entre vecinos, amigos, y familia, visítense los unos a
los otros, y consuélense. Yo quiero
consolarlos, necesito de ustedes, Yo que les di la vida, de su voz necesito, de todo lo que he creado,
en ustedes. Quiero por medio de ustedes
hacer mi obra, en su querer también, si ustedes no quieren, Yo no podré hacer
nada por medio de ustedes. Quieran pues,
vayan y consuelen al que llora, al que gime, no se limiten. Antes bien,
unifíquese la Comunidad,
los vecinos. No les de vergüenza, vayan
y pidan, para aquel que más necesita. Os
les digo, ustedes en Cristo Jesús recibirán, y recibirán en abundancia. Al
igual que todos aquellos, que participaron en aquella necesidad, que Yo por
medio de ustedes, aliviaré, y remediaré.
Les amo.
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