jueves, 22 de marzo de 2012

Mensaje 2 de Marzo 2012



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 Soy Dios vivo y verdadero. Cristo Resucitado, con ustedes pueblo mío. Pero quiero ser en ustedes, quiero que me acepten, como su Dios y Señor. Benditos sean todos, los que han sido bautizados, en el Sagrado Sacramento del Bautismo. Son en Cristo Jesús, y como miembros del Cuerpo Místico de Cristo, ustedes son en Cristo. En el Hijo, son en el Padre. El Espíritu Santo es en ustedes.

Vengo con cada uno, y toco a la puerta. Dichosos los que me abren, y dicen.   > Yo soy tu siervo, y Tú eres mi Señor. Mírame en la humildad de tu siervo, y atiende a mi súplica. A quien más voy,  sino a Ti. Que eres mi Señor, Oh Jesús. 
 - Hijos amados, hoy el Divino médico, vino a auscultar  su interior.  Vengo a auscultar su espíritu, porque quiero dar salud en el espíritu. Porque  muchos piden la salud de su cuerpo, pero es mejor que haya salud en su espíritu. Para que en ese espíritu sano, haya salud en su cuerpo.

Mi corazón está abierto, fue traspasado por  la lanza. De mi amantísimo corazón Yo quise que brotara la última sangre y agua, que quedaba en Mí. Es para todos, como renuevo de vida. Pues Yo el Señor Dios Todopoderoso, que soy amor y Misericordia, presuroso escucho vuestro llamado, cuando me dicen. >  Señor quiero ser en Ti.  -Más quiero que te arrepientas de tu pecado. Sí, arrepiéntete con sinceridad y con dolor de tu corazón. Yo soy vuestro Jesús quien te digo, me he quedado contigo. Sí, con cada uno de mis hijos, aún los más pecadores, Yo estoy con ellos.  Más quiero que mis hijos, se arrepientan de todo corazón de su pecado. Yo siempre les hago el llamado, les hago el llamado al amanecer, al mediodía, y por la tarde, os en todo momento. Dichoso el que escucha y dice. > oh Señor, me arrepiento de mi pecado.  - Pues Yo me he quedado. Yo el Señor que les he redimido, el Señor Cristo Jesús, para darles vida nueva, en el perdón de sus pecados.

Creen que podrán con su cruz de cada día. En  verdad les digo, que no podrán ustedes mismos, con su cruz de cada día. Dichosos ustedes que se abandonan en Cristo, vuestro Dios y Señor. El Señor Dios Todopoderoso que os llevó tan pesada cruz, en este peregrinar camino al Calvario. Ustedes en Mí, vuestro Cristo, en ese abandono a Mí, Yo el Señor quiero llevar esa cruz que ustedes llevan cada día. Ustedes conmigo, y Yo con ustedes. Si alguien les ha dicho, tu has nacido para ser libre, para ser feliz, y Yo te digo. Si buscas ser feliz,  si buscas esa libertad en el mundo, no la vas a encontrar. Satán querrá hacerte creer, que la felicidad la encontrarás en aquellos lugares, en los cuales él mismo te hace ese llamado, y en los cuales te promete.  > Tu tendrás dinero, la fortuna llegará a tus manos, yo te haré volver al ser amado.  - En una unión pecaminosa, muchos de mis hijos buscan al ser amado, que dicen será su felicidad, y  prometen.  Tu cuerpo no es para que estés enfermo, la salud la recibirás.  Acuérdense que Satán, es el prometedor, el que engaña. Y ciertamente puede hacerles ver, y hasta creer, y sentir que ustedes recibirán. Pero os les digo, el que les odia, no podrá darles algo bueno.  Enseguida, aquellos mis hijos que os le han dado entrada, a ese ser el cual les odia, y quiere la muerte para ustedes. En ustedes mismos les tomará como un medio, para destrucción de sus familias, sus familias mismas. De ustedes los que hayan ido a esos lugares satánicos, donde Satán les está prometiendo, por medio de  algunos que están trabajando para él, y que por medio de ellos os hace tanto daño a muchos de mis hijos. Haciéndoles creer todo aquello, que en su maldad y  en su odio, les hace creer. El que les odia, puede hacerles ver, creer y hasta sentir, pero enseguida, hará mucho daño. Yo soy vuestro Señor Cristo Jesús quien les habla, para que ustedes lleven este mensaje a muchos de mis hijos, que por muchos servidores de satanás, os han invitado a esos lugares. Os les digo, arrepiéntanse todos ustedes, que hayan ido a esos lugares, donde han sido muy dañados, y donde su espíritu, queda lleno de lepra. El espíritu sufre mucho, si Yo les digo esto, es porque es verdad, su espíritu muere, y entra un sufrimiento grande en vuestro espíritu. Quiero hacerles saber, que Yo el Señor Dios Todopoderoso Jesucristo, les he redimido, y me he quedado para darles vida nueva, en el arrepentimiento de sus pecados, por medio del Sagrado Sacramento, de la confesión, y en el firme propósito de enmienda. Yo el Señor Dios quiero darles vida nueva, reciban con fe. En el perdón de sus pecados, aquel que es pecado, y que se quedó en su espíritu, para darle muerte. Yo el Señor le libero, le doy vida nueva, y todo aquel daño que recibieron, queda como una mancha en su espíritu. Sus pecados les son perdonados, pero queda una mancha, en ella, quiero que ofrezcan penitencia, ofrezcan ayuno, y ofrezcan obras de misericordia. Un cambio en su vida, para que sea borrado de su espíritu, todo aquello que satanás quiso, que en ustedes quedara, y fuera muerte en el espíritu. Yo les amo, si les digo esto es para que tengan temor, aquel que os puede matar el cuerpo, y también el espíritu, y llevarles al fuego eterno. No vayan a esos  lugares de satanás. Yo el Señor se los digo, y os les digo la verdad, soy vuestro Cristo.

 Soy vuestra Madre María Santísima. Pequeños hijos tan amados, quiero decirles que estén en oración. Estoy muy triste, lloro y gimo por todo mi pueblo pecador. Mis hijos tan queridos y tan amados, lloro y gimo por cada alma que se pierde. Cada jovencito, cada niño, que se están apartando del camino, y os dan pasos agigantados en declive, hacia el lugar de castigo. Cada día están muriendo más de mis hijos, y muchos de ellos mueren en pecado mortal. Mis niños y mis niñas, se están corrompiendo cada día más. Miren a mis pequeñitos, a muy temprana edad están perdiendo su virginidad. Igual que mis niños varones, pierden su virginidad y muchos a temprana edad, Ya  padecen de esas enfermedades venéreas, las cuales les harán  mucho daño, y muchos más serán contagiados, así aumentando ese virus. Pues muy pronto mis hijos, el sida será tanto, que hasta los niños lo padecerán, al recibirlo por trasmisión sexual. Pues muchos de mis hijos, son usados por todos aquellos mayores. Muchos y muchas de mis hijas, en su perversión están pervirtiendo a niñitos inocentes. Estoy muy afligida porque a muchos de mis niños, los están matando. Aquellos niños que han recibido vida en su vientre, de aquellas niñas mías. Muchos de estos niñitos, son usados para bienes de lucro. Muchos de mis hijos, son comprados como mercancía, y como mercancía se venden en muchos productos. Así muchos de mis hijos, convirtiéndose en caníbales. Y otros más, embelleciéndose por medio de estos mis niños, los cuales les llaman fetos.  La ira del Señor es grande, muy pronto, el Señor Dios, que les ama tanto, y aún así en su amor y misericordia, y en su sufrimiento tan grande, porque son sus hijos, y les ama.  Y muchos en desobediencia están.  El Señor Dios, se ha detenido por tantos justos, porque muchos de mis hijos, aún tienen un santo temor al Señor Dios, que les ha dado la vida.  Y aún por aquellos niñitos,  que en su inocencia, en su pequeña sonrisa, aún en su llantito os claman.  Señor detén tu castigo.  > Soy María Santísima, de todos ustedes. Estoy intercediendo, más el Señor, dice.  - Oh María, no ves que mis hijos cada vez más se pervierten unos a otros. No ves que más almas se están perdiendo.  Porque les amo, vendrá una purificación.  > Pronto será esa parusía esperada por todos. Pronto mi Hijo vendrá. Cuándo será ese día. Muchos lo esperan, más muchos más dicen.  >  Esa es creencia de hombres, que la Iglesia la que dicen que es católica, nos quiere asustar.  > Hijos amados, Yo vuestra Madre María Santísima les hablo. El tiempo llegará, pero nadie sabe cuando.  Solamente Dios Altísimo lo sabe. Yo María Santísima enviada del Señor Cristo, quien está conmigo y permite que  Yo de este mensaje. Yo vuestra Madre María Santísima, quien estoy intercediendo por cada uno de ustedes, y que ustedes en mi regazo, no se perderán. Yo les amo mucho.

Mis hijos amados, en vuestro Señor Jesús no se asusten. él es en ustedes, y ustedes en su amor y misericordia, siendo pueblo en Cristo Jesús. Siendo un solo pueblo y un solo cuerpo en el Señor Jesús. No tengan temor. Teman al pecado. Tengan mucho miedo aquel que en sus engaños, pueda  alejar del camino de la verdad, ustedes tienen libre albedrío, en ese libre albedrío busquen siempre tener contento a  vuestro Dios y Señor. Adórenlo, alábenlo, y bendíganlo, busquen estar siempre en obediencia a los mandatos divinos del Dios vivo y verdadero. El Señor Dios, quien les ha creado y quien con amor os dice, son mis hijos y los quiero conmigo, en Cristo Jesús, ellos volverán a la Casa Paterna. María Santísima con ustedes, pidan mucho al Espíritu Santo. Pidan en todo momento al Espíritu Santo. Rezad el rosario, rezadlo con devoción, meditando en los misterios del día correspondiente. Ofreced al Señor con amor, esta oración que es  tan grata al Señor, el rezo del Santo Rosario. Adoradores de la Sagrada pasión de mi amado Hijo Jesús. Alégrense porque el Señor se alegra en todos aquellos sus hijos, que por amor os ofrecen esta que es tan hermosa y grata al Señor. Soy vuestra Madre María Santísima. Permanezcan en gracia de Dios , Yo les cubro con mi manto. Conságrense a los Dulces Corazones que tanto os amamos, familias y comunidades, consagrados todos a los dulces Corazones. Mis hijos amados hagan los viernes primeros, ofrecidos  al Sagrado Corazón de Jesús. Los sábados en vuestra comunión ofrecida por amor, en esa consagración a los  Dulces Corazones de Jesús, y de María, viernes y sábado primeros de cada mes. Les amo.

 - Yo Dios de todos los santos y ángeles, Dios de todos ustedes hombres peregrinos, me alegro que me pidan la unificación de los santos, con ustedes. En esa unificación con vuestros hermanos santos, que están en el Reino de los Cielos, quien no solo interceden por ustedes, sino que  se alegran grandemente cuando dicen. >  intercede por mí,  tu que estás en la presencia de Dios Santísimo Jesucristo. Les redimió a ustedes, y por vuestra redención están en el Reino de los Cielos, y por la misma redención de mi Señor, esperamos estar con ustedes. Ayudadnos a ser santos, como ustedes lo son. -Sí hijos amados, me gusta mucho que ustedes dialoguen con mis hijos, que están en el Reino de los Cielos. Ellos se alegran en que ustedes os pidan, que intercedan por ustedes ante el Trono Celestial.

Alégrate pueblo de Dios,  que una gran fiesta he preparado para ti. Sí, esta fiesta no es como las fiestas del mundo. Es una fiesta espiritual, de espíritu a espíritu. El Espíritu de Dios con ustedes, busca siempre ser uno en el espíritu de cada uno de sus hijos.

 Alaba y adora a tu Señor, con todo tu ser, con todos tus miembros. Adórale con tu mente y corazón. Sí, el Señor te ha creado, para que le alabes y le adores. Le bendigas y le des gracias. Que el Señor que es bueno, toma a sus hijos como un medio para hacer su obra, según su Divina voluntad, soy vuestra Madre María Santísima.

 - Escucha a mis hijos, ellos claman con fe. Dichoso el que eleva el espíritu, y en verdad, este llamado a mi Padre que les está escuchando. Y cada uno de ustedes es único y en Cristo Jesús, uno en el Padre. Tu que te compáras a tu hermano, a tu hermana, sabe, eres único, y eres irrepetible. El Señor te ha dado un espíritu, y te ha dado un cuerpo, pero te ha dado una mente, una voluntad, y un libre albedrío. Y tu hermano no decide por ti, al menos que tu lo permitas. En tu libre albedrío, tu recibes si tu quieres, el mal o el bien. Sabiendo que si aceptas el mal, será  muerte en ti. Más el bien, tu Señor Dios que te ha dado la vida, y que te ama tanto. Y que si te arrepientes en tu querer de tus pecados, El Señor te hace hombre,  y mujer nueva. Si te digo esto, es para que te alegres.  Tu que te has arrepentido de tus pecados,  tu que te avergüenzas delante de tu Señor, de haberle ofendido y de haber pecado. Alégrate tu que has perdonado a tu hermano, y si no lo has perdonado, perdónale. Pues os te digo, que si tu niegas el perdón a tu hermano, en ti no hay vida nueva. Tu elevas tu voz hablando a mi Padre, más hoy quiero que hablen a mi Padre. Escucha mi clamor en tu Hijo que tanto amas, Jesucristo.  El Señor Dios que les ha dado la vida, escucha el clamor de todos ustedes, en Cristo Jesús, pidan al Padre Celestial.  Más os les digo, el Espíritu Santo quiere estar en cada uno de ustedes. Es mi Grupo de Oración, cada uno de ustedes son mis muy amados, pues con amor, Yo formé este grupo de Oración, no hubo intervención de hombre. Yo el Señor Jesús lo formé, soy el Buen Pastor que con amor guío a mis ovejitas. Mis ovejitas tan amadas, que con docilidad se dejan guiar, por el Buen Pastor. A todos les he llamado a trabajar para el Reino de Dios. Dichosos ustedes que han escuchado mis mensajes anteriores, que todos están unificados en un mismo mensaje. Soy Dios Cristo, la palabra.

 Un mandamiento nuevo les doy, el que se amen los unos a los otros. ámense los unos a los otros, y serán la alegría para vuestro Padre que les dio vida. Pues si se aman los unos a los otros, unos a los otros  serán vencedores en Cristo Jesús. Vencedores del aquel que tanto les odia, y en el amor de los unos a los otros, unificados como pueblo santo de Dios. Os les digo, se tambalearán, pero no caerán. Porque Yo Jesús, os en Mí, ustedes están, y Yo les sostengo. El Espíritu Santo les ama, el Espíritu Santo con ustedes.

Ya veo, y siento, sufro toda mi Sagrada pasión tan dolorosa. Más también los  veo a ustedes, tambaleantes, pecadores, y me  duelo de todos ustedes, me duelo de todos mis hijos, y lloro y gimo, sudo sangre. Empapa mi Divinidad toda, mis cabellos sagrados están empapados de sangre. Tanto que caen gruesas gotas de sangre, mis sagradas vestiduras, de cabeza a pies, estoy en un continuo fluir de mi Sangre Preciosa. Sí, soy Dios, pero también soy hombre, y según mi condición de hombre, voy a ser destrozado completamente. Pues al contemplar mi Sagrada pasión tan dolorosa, ya me veo colgado en la Santa cruz. Esta cruz que es signo de victoria, para los que creen en Mí. Yo Jesús les hablo, orad e interceder en Cristo Jesús,  con Cristo Jesús y en vuestra Madre María Santísima.   Adorad mi Sagrada pasión tan dolorosa y meditad en cada golpe, cada bofetada, y en cada calumnia. Meditad hijos amados, Yo permito el derramamiento de mi Preciosísima Sangre, permito el escarnio, y permito el dolor tan infinito.


Les amo.

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