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Ustedes son hijos de la luz, y la
luz es en ustedes. No pueden vivir sin el pan de la vida, y sin beber la sangre de Cristo. No solamente
coman mi Cuerpo. Os acaso un cuerpo no
se compone de huesos, carne, sangre, inteligencia, discernimiento, y
entendimiento. Y os en si, un cuerpo creado por Dios, y os Dios mismo es
cuerpo. Cristo Jesús es Cuerpo, es Divinidad y se queda con su Divinidad y su
cuerpo, en ustedes. Si les digo esto es para que crean y lo reciban. Y en Él no
tengan temor, pero ciertamente tienen que estar unificados en la Divina voluntad de Dios.
Que es la misma Divina voluntad de María. Dios les habla de viva voz, les
hablamos de viva voz, soy Dios Espíritu Santo. Ustedes no están en las
tinieblas, la luz está aquí, y viene a
ustedes. Y la luz se quiere quedar en ustedes, son creados por Dios, por la
luz, y por el amor. Y nacieron del amor. ámense hijos amados. Si ustedes
reciben el Cuerpo y la Sangre
de Cristo, pero no se aman, no pueden decir que Dios está en ti, si cometen
pecado. Satanás es odio, es ira, división, dispersamiento, orgullo, soberbia,
envidia, y celo de odio. Satanás es muerte y si les digo esto, es para que
cuando lleguen esos espíritus, y toquen a la puerta, no les dejen entrar. Son espíritus de muerte, y destructivos, los
cuales, buscan en todo momento la
destrucción de ustedes mismos. Haciéndoles creer y ver, que ustedes deben de
ser grandes, poderosos, y sobresalientes los unos de los otros. Satanás siempre
está buscando el que ustedes brillen aquí, haciéndoles creer, que son grandes, que se impongan, que saquen su
casta, que tienen que vivir, y que no dejen que los otros lo humillen, ni
sobajen. Y que hagan lo que les dice y vivirán. Esta es la palabra de satanás,
eso es lo que dice el malvado. Yo se los estoy haciendo saber, satanás siempre
quiere imperar, y cuando alguien quiere
imperar, ya no está en mi Divina voluntad. Ya está buscando el ser visto, y ya
está la soberbia en él. Saben, lucifer
fue expulsado por su soberbia, y quiere que todos sean soberbios. El malvado siempre está queriendo hacerles
creer, que ustedes son mas, y les pone celo,
envidia para hacerles caer, y minimizar el pecado. Y es cuando dejan
entrar esos espíritus. El espíritu en ese momento se estremece, llora, y gime.
Está entrando el cáncer en él. Acaso
nunca han sentido que es el cáncer en
los huesos, un cáncer dolorosísimo. Pues os les digo, esto es poco para lo que
el espíritu siente, su espíritu está muriendo, siente unos dolores infinitos. Y
el espíritu muere, porque ustedes quieren la muerte en su espíritu. Igualmente los animalitos siguen caminando,
cuantos de mis hijos siguen caminando, están gordos, y llenos de vida. Cuantas
mujeres están adornadas regiamente, sus cabellos, sus rostros delineados, y
maquillados. Pero que hay dentro, muchos
buscan un cuerpo escultural, hombres y mujeres. Pero si no están con Dios, en
Dios, y para Dios, solamente hay muerte, y un vacío. Muchos se suicidan y
siento un dolor muy grande. Soy Dios
Espíritu Santo, y quiero que piensen todos ustedes. A mayor gozo le dan a su
carne, más débil son. Y a mayor grado quieren llegar según la carne, buscando
una exaltación, están siendo pobrecitos, y el último de todos en el Reino. Quizá aquí el primero, pero allá el último
lugar, es un lugar donde solamente se vive una vida vegetal, y solamente hay
tristeza. Porque no están en la plena gloria, y alegría. Busquen el primer
lugar siendo humildes. Como van a llegar al Reino de los cielos. En Cristo que es humilde, y obediente. Porque
fue obediente con el Padre hasta morir en una cruz. Él mismo quiso entregarse por amor a
ustedes, en una unificación también con
el Padre y el Espíritu Santo. Cristo les ama y siendo Dios, quiso hacerse uno
entre ustedes para salvarles, y perdonar sus pecados, y ha pagado por sus
culpas. Él no quiso ser visto, sino antes bien, vino a ser ver a su Padre, a
serlo conocer. Y siendo Dios se anonadó hasta morir, como un hilacho colgado en
la cruz, escarnecido y descoyuntado. La humildad, la obediencia, y el amarse
son una virtud, y Dios da virtudes en abundancia. Yo soy Jesús Sacramentado, mi
Espíritu les doy, ámense. Porque el Espíritu que les doy es el Espíritu de
amor, y si no hay amor, no pueden decir que están llenos de Espíritu Santo. El
Espíritu Santo se manifiesta en ustedes y por medio de ustedes a muchos. Dios
es amor, si no hay amor, no hay vida. Si están en un grupo de oración, y aún
están más cerca de los sacerdotes, Son ministro, y evangelizadores de tiempo
completo. Sino hay amor, solamente serán como las campanas que resuenan, y
aturden. Llegarán y dirán. > Señor yo te serví, mira fui ministro de la Sagrada Eucaristía.
Mira cuantos te recibieron por mi medio, gracias Señor. > Yo te voy a decir, acuérdate, tu buscabas que todos te
exaltaran, y te dijeran, que eres bueno, y santo. Te elogiaban y te buscaban, y
tu dejabas que todos hicieran de ti su ídolo, y su dios. Y esto no me gusta, ya
recibiste allá tu recompensa, ahora vete al último lugar, porque todo el mérito
ya lo recibiste allá. Eras tan
caritativo, e ibas con los pobres los necesitados. Y trabajaste día y noche. Si
trabajaste mucho, pero allá recibiste tu recompensa, mira cuantos bienes
recibiste allá, y que no compartiste con los necesitados. Antes bien, te hiciste orgulloso y mirabas
con mucho orgullo aquellos que se acercaban a ti. A cuantos les dijiste, que se
fueran que no tenias tiempo para el. A cuantos les dijiste ahorita no me
molesten, tengo mucho trabajo, después.
A cuantos les dijiste sabes que, vete a otro lugar, ahora no puedo. Yo les
diré, mira ahorita voy a pasar todo lo que fue tu vida, mira muchos se fueron
llorando porque pensaban recibir de Mí, por medio de ti. Pero fue tan grande tu
orgullo, ya habías recibido mucho, y te sentías en un lugar hermoso, te mirabas
regiamente vestido. Es más te sentías que tu eras el señor o la señora, y te
negaste a muchos. Recibiste de muchos
la exaltación, mira cuantos hicieron
de ti un ídolo, y ahora ellos también. Mira donde están y muchos van por camino
equivocado, pues anda al lugar que te corresponde.
Hay de grados a grados de
santidad, quiero que ustedes sean
humildes. No en una humildad en que sobajen su cabeza, y en que se vistan de
sayal. De que les serviría si en ustedes hubiera el orgullo, y fueran a
exhibirse vestidos de sayal, llenos de ceniza, y dijeran estoy ayunando. Me he vestido de sayal por amor a Dios.
El demonio entra en ese momento y os dice. > Mira que bueno es, anda ríndete a el, porque de el vas a recibir
ahora. > Y dejan a Dios a un lado, y
van a recibir de el. Y sabes satanás puede hacer su obra también por medio de el. Para que le sigan exaltando, y
no quiero que caigan en el idolatrismo.
Ciertamente ámense los unos a los
otros, sin idolatrar, y sin exaltar.
ámense en un amor de servicio, de entrega, visítanse, y consuélense. Cuando
estén enfermos unifíquese el grupo, con aquel que está enfermo, vayan y
visítenlo. Y díganle, te amo, vengo a visitarte, el Señor nos ha enviado, Él viene con
nosotros. ábranselo, que se sienta unificado, y amado. Soy Dios quien les
hablo, cuando uno llore, unifíquense. Sino pueden ir todos, vayan dos o tres,
vayan y consuélenlo. Esto es la unificación,
el amor, y la misericordia. Cuando tu hermano no tenga que comer, unifíquese el grupo y vaya llévele. Yo lo
estoy recibiendo de ustedes, y si es todo el grupo pues de todo. Yo le estoy
dando un mérito grande, para ustedes es muy poco. Pero cada uno de ustedes
coopero con ese poco, y todos unidos,
dieron de comer aquel que no tenía. Esto es el amor, esta es la
misericordia, y este es el crecimiento espiritual, la unificación en la
comunidad. Soy Cristo Jesús, quien les habla en este momento, invítense los
unos a los otros, a las obras de
misericordia. Ustedes que van a visitar a la periferia, aquellos hermanos vuestros, háganlo por amor, coperén, invítense, y
ámense. Quizá a muchos no los conocen, pero Yo voy en cada uno de ustedes, y
ustedes en Mí, a hacer esas obras, obras de misericordia que son gratas al
Padre Celestial. Y si les digo que Yo voy en ustedes, y ustedes conmigo es
porque ya ustedes, siendo amor y misericordia son en el que es amor y
misericordia. Les estoy hablando del camino a la santidad, Yo soy el camino,
ámense y consuélense mucho. Y les digo
no sean obedientes al que les quiere desviar del camino, aún si fuera su padre,
su madre, llámenle la atención con amor, y díganle. No es el camino a seguir madre, padre, yo te
amo, pero mira no es el camino, Dios nos
ama. El Espíritu Santo mismo, les dará palabras de amor, de convencimiento, y
de vida eterna, palabras que se quedan en el corazón, y moran en el, y alegran
el espíritu.
Aquí está mi Madre tan amada, la
que les he dado estando Yo en agonía,
clavado en la santa cruz. Yo se las entrego a cada uno de ustedes, cuidarán de ella y la defenderán. Porque
muchos la lastiman y la hacen
llorar y gemir. Y es mi Madre tan amada,
ustedes son mis hermanos y ella es vuestra Madre, ámenla muchos y díganle cuanto la aman,
exprésenle su amor. Ella necesita, aunque tiene todo el amor, y ella misma es
el amor, porque está en el amor y el amor en ella. Necesita de escucharles que
la aman, porque son sus hijos, y una
mamá necesita sentir el afecto de sus hijos,
aquí estoy con ustedes, soy Cristo Jesús.
Mi Padre está contento, pero se
entristece tanto cuando una alma, y uno solo, el cual quiere imperar en un
grupo de oración. Haciéndose creer, ver, y sentir como dios, y esto es obra de
satanás, quien le puede tomar como un medio para destruir un grupo completo, y
que cuentas va a dar aquel que ha destruido un grupo de oración, que dividió un
grupo. Que cuentas va a dar aquel por medio del cual por su mal testimonio,
muchos se fueron. Mediten, van a ser muy pronto llamados a juicio. Soy ahora
amor y misericordia, ahora hay misericordia,
y amor.
Aquí estoy me he quedado para darles vida, y vida en abundancia, para
perdonar sus pecados, y resucitarlos cada vez que mueren por el pecado.
Les doy las gracias, en Mí no
existe el orgullo, ni la soberbia. En Mí no existe el mal, antes bien, detesto
el mal, y por eso quiero que ustedes vivan santamente. Soy Dios y me quise
hacer hombre por ustedes, pero no igual a ustedes por el pecado. Porque Yo soy
Santísimo, Y Yo les digo, Yo les
corregí, nunca les odie, No guarde
rencor en Mí. Yo solamente les corregí, y les seguiré corrigiendo porque les
amo, los quiero santos. Y quiero que deseen ser santos, sean santos, y Yo les
estoy mostrando el camino de la
santidad, soy Jesús de Nazaret con ustedes.
Soy Jesús Dios, el único Hijo del
Padre Celestial y todos ustedes en Mí, son hijos del Padre Eterno. Fuera de Mí,
no pueden decir, soy hijo del Padre, si solamente en el Hijo, son hijos en el
Padre Celestial.
Yo soy Yahvé quien les hablo en
este momento, benditos hijos, esta es su ofrenda. El orgullo no lo quiero,
deséchenlo, y la soberbia es muerte en ustedes. Aquí está mi Hijo, se ha
quedado para darles vida. Él pagó ya por sus pecados, el Reino de los Cielos es
regalado ya para ustedes, por la
Sagrada pasión de mi Hijo tan querido. Quién quiere el Reino,
Ustedes digan, Yo Señor. Pero que estás
haciendo, estás en obediencia a tu Señor, o estás haciendo lo que tú quieres,
buscas la exaltación, y el sobresalir entre tus hermanos. Quieres ser más que
Dios, acuérdate que lucifer eso quiso, y fue expulsado del Reino. Ahora aquí
está el Reino y vengo a regalártelo a ti. Si, vengo a darte a mi Hijo, aquí
está mi Hijo, quédate en Él, y recíbelo,
no es lo mismo el que tu digas, Señor te quedaste en mi.
El que recibe a Dios, puede pecar
y expulsarlo, por no estar en obediencia a su Señor, y por querer ser más que
Dios. Por no seguir el camino que es Cristo, pero si tu escuchas. El estar en
Cristo, es estar en obediencia a Dios, en no exaltarse, porque eso es obra del
demonio, de satanás. Ni Yo mismo me exalto, Yo mismo Dios me anonado a ustedes.
Hasta estar aquí ahora en este lugar, porque les amo, porque estoy enamorado de
ustedes. Para muchos es una locura, pero si es locura de amor, estoy loco por
ustedes. Y os les digo a cada uno no todos están en Cristo, reciben a Cristo,
pero no todos están en Cristo. No todos
están en la obediencia, lloro y gimo. Porque Yo hablándoles de viva voz,
están en desobediencia, os he enviado a mis hijos para hablarles y guiarles por
el camino. Yo los elegí, y Yo quise elegirlos para hablarles de viva voz, y
hacerles conocer el camino a seguir. Y
hacerme conocer a ustedes, y que es mi Divina voluntad. Pero muchos de mis hijos los han apedreado, y Yo
les digo, que Yo los fortalezco y les doy mi paz. Y muchos más de mis hijos os
quieren dejarse llevar por su querer, por su ser, y por su haber de ellos
mismos, y esta no es mi Divina voluntad. O están conmigo o están contra de Mí.
Todo mi pueblo conozca mi grandeza y mi señorío, y saber que Yo tomo a quien Yo deseo.
Ahora les digo a todos, que
comulgan y me reciben. Pero expulsas a Cristo y lo haces sufrir mucho, es mi
Hijo y Yo te hablo de viva voz, soy Yahvé tu Señor. Y al cometer pecado de
sentirte grande aquí en la tierra, ya no dejas quedarse al que es humilde, a mi
Hijo, a Cristo. Busca pues que Cristo sea en ti, y tu ser en Cristo, para que
ya tu cuerpo sea en el Cuerpo de Cristo, y formen un solo cuerpo. Para que en
ustedes haya un mismo Espíritu, el Espíritu de Dios en ti. Para que tu Espíritu
en verdad descanse en el Cuerpo, y en el Espíritu de Dios. Yo les vengo
hacerles un llamado, vivan santamente porque el tiempo ya está aquí. ámense
mucho, van a venir muchos y a encontrar en el camino a muchos, los cuales van a querer desviarles.
Haciéndoles creer que son el amor, y muchos se van apartar del camino. Y muchos
se van a dejar guiar por falsos pastores.
Si les hablo esto es para que estén despiertos y vigilantes. No hay otra esposa de mi Hijo, solamente la Santa Iglesia
Católica. No hay otra esposa, Él no tiene concubina, Él es un Dios de amor
solamente. Aquí está Cristo Sacramentado,
dándoles vida de su vida misma, el que es vida, les da vida en sus
Sacramentos.
Dios está aquí y está con
ustedes, pero quiere ser en ustedes. Y aún más ahora les vengo a ser el
llamado, sean en Cristo. No es lo mismo Cristo en mi, que yo en Cristo, les he
dado el significado hace un momento, sean Cristos vivos aquí en la tierra. El Reino está aquí,
soy Yahvé Dios quien les estoy hablando, Yo los abrazo. Veo en este grupo el que Yo formé con tanto amor, dispersamiento, y orgullo en algunos, el querer ser en
algunos, y esto no me gusta. No me gusta
porque Yo no acepto lo de satanás, y muchos se están dejando llevar por ellos
mismos, siendo ovejita que te desvías del camino y desvías a otros. Me diras
que trabajaste mucho para Mí, pero que mal testimonio estuviste dando, como
estuviste desviando almas del camino, y cuantos por tu culpa quisieran escuchar
mi voz, y pudieron recibir de Mí, y se fueron. Yo te voy a llamar a cuentas, es
tiempo que endereces el camino. No te dejes llevar por ti mismo porque te
perderías, y perderías a otros. Y harías caer en la desobediencia a otros,
aquellos que me darían fruto, porque tu los desviaste del camino y están en
desobediencia ellos también. Tu eres el que será juzgado por todo lo que tu
hermano también hizo, y aquel que obedeciéndote a ti, y no a Dios, también será juzgado, pero con menos rigor.
Soy Yahvé y les estoy hablando de viva voz. Yo quiero un Grupo de Oración
unido, lleno de amor, y obediente a mis mandatos Divinos. Quiero que estén en
obediencia a los mandatos de la Santa Iglesia Católica. Satanás muchas veces les hace ver y creer que
no vienen de mí muchas cosas, pero sean perseverantes en la oración, y en la
unificación. Y si alguno está fallando, con amor llámenle la atención, si, en
Cristo Jesús, hacen ver que está equivocado y él lo acepta. Y habrán ganado un alma, pero si
aquel sigue obstinado en su maldad, en su orgullo, en su querer ser y desvía
almas, él dará cuentas de el y de muchos. Pero ya ustedes habrán recibido la
recompensa de Dios. Tú estuviste en obediencia a Mí, le llamaste la atención con amor, pero antes
de que llames la atención acuérdate, que tienes que dar testimonio de santidad.
Y para que seas santo, quiero que sepas, que no porque estés solo, dispongas tu
de tu cuerpo como tu quieras. Porque muchos de mis hijos, están disponiendo de
sus cuerpos en una profanación del templo vivo de Dios. Sí, muchos dan mal uso,
se masturban y esto no viene de Mí, es una ofensa a Dios, y una profanación al
templo vivo de Dios. Antes bien, ofréceme tu sacrificio, tu cuerpo. Pideme
ayúda para someter, y no ser sometido por el mal. La mujer también muchas veces se ve en el
espejo desnuda, y se ve sus partes y está buscando siempre el verse hermosa.
Eso no viene de Mí, viene de satanás, y allí empieza ya el pecado de
lujuria. Antes bien hijas amadas, sus
cuerpos como templos vivos de Dios, cúbranlos, son templos de Dios, y no usen
ropas las cuales, sean insinuantes. No me gusta que usen esos pantalones
apretados, ni que usen esas blusas con escotes, y sin mangas. No me gusta que
usen esas blusas cortas, ni esas ropas
en las cuales, en el camino hagan caer a muchos, en el pecado. Porque sus
cuerpos son templos vivos de Dios, en los que Dios busca estar, y en los que
Dios mismo quiere que ese cuerpo sea en el mismo Cuerpo de Cristo. Usen sus
ropas en las cuales no haya insinuación, ya fuera pantalón, pero no lo usen
nunca ajustado a su cuerpo. Antes bien,
usen esa ropa en la cual no haya
insinuación, sus vestidos no deben ser esa atracción en la cual, llamen al pecado
a otros. Les hablo a hombres y mujeres,
cuiden muchos sus cuerpos como propiedad de Dios, y como templos vivos de Dios.
Soy el Señor Dios de los Ejércitos, y aquí estoy, quiero que todos sean en el Cuerpo de Cristo, mi Hijo muy amado. A
todos los quiero ver en el Cuerpo Místico de Cristo, quiero que sean la esposa de Cristo, que
formen el Cuerpo Místico de Cristo, y quiero que sean Cristos aquí en la
tierra, Iglesia mía, amada mía, son todos.
Y mi Iglesia es evangelizadora y todos
son enviados, todos son llamados. El que es enviado no va solo, porque
en su Fiat a Dios, Dios también se da en un Fiat, y es uno solo.
Mi misericordia es muy grande,
para todos los pobres pecadores.
Sabiendo que aquí está la vida, muchos mueren, y no aceptan la vida que es mi
Hijo muy amado Jesús. Por eso les hago un llamado a todos, vayan y lleven la Buena Nueva, vayan y
lleven el Kerigma, por donde ustedes vayan. Que importa que les llamen locos, a
Dios le llamaron loco. Y no se ofendan,
antes bien, alégrense y digan soy Cristo vivo aquí en la tierra. Pero no lo
digan con el afán de orgullo, sino en el
afán del amor. Yo les abrazo a todos. Les bendecimos, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo,
benditos son y son en el que es bendito.
Aquí está mi Hija muy amada María
Santísima, aquí está para que la lleven a los demás como Cristos vivos, que
quiero que sean todos, en Cristo mi Hijo tan amado. Mi Hijo les ama, tanto como Yo les amo, el
Espíritu Santo les ama tanto, como Yo les amo, y María Santísima les ama tanto como Yo les amo, soy Yahvé vuestro
Dios.
Todo tuyo hoy y para siempre,
Santísima Trinidad. Todo mío te quiero, y para siempre. Te he dado una
voluntad, y libertad, pero quiero tu Fiat y aún si te pido, en tu propia
voluntad, quiero tu Fiat. Si tu quieres, dame tu Fiat, porque Yo tu Señor te
doy mi FIAT a ti. Todo tuyo Trinidad Santa,
toda tuya María Santísima, y todos ustedes en María Santísima como hijos
predilectísimos. María Santísima los cubre con su manto, les defiende de las
acechanzas infernales, de esos enemigos que ustedes no ven. Pero que María
Santísima si ve, y llora cuando se van de sus brazos, gime y dice. > Hijo regresa a Mí, ven quédate en Mí,
soy tu Madre. Deja que Yo te cobije con mi manto. > María Santísima también está en obediencia
plena a la Trinidad
Santa. María Santísima les ama en el amor mismo de la Trinidad Santa. La Trinidad Santa, se manifiesta también en María,
porque estoy en ella para todos ustedes. Yo no le niego nada a mi Hija tan
querida, en Cristo mi Hijo muy amado,
todos son ustedes. Pero quiero
que sean, ya es tiempo, el Cuerpo de Cristo.
A todos les digo, son mis hijos,
mis muy amados, en el único Hijo Jesucristo, en el Primogénito. Entren
presurosos, y todos formen el Cuerpo Místico de Cristo. El único, en el único que tienen vida, en el único que son y serán. > Soy vuestra Madre María Santísima, estoy
afligida hijos amados. Tanto que os
quiero que todos ustedes como mis hijos, oren conmigo, nunca oren solos.
Siempre invitenme a orar con ustedes. Los defiendo de las acechanzas de los
enemigos, y quiero tomarlos como un medio, para que Dios esté contento. Orando
siempre por todos mis hijos. Yo quiero
que oren conmigo hijos, ya es tiempo, el tiempo ya está aquí. ámense, soy
vuestra Madre María Santísima.
> He venido para servirles y no para ser
servido. He venido a decirles que sirvan a su Señor, en cada uno de sus
hermanos, y Yo sirvo en ustedes a sus hermanos en un Fiat. Yo hoy les di mi
Fiat y les pedí el vuestro, para en un mismo Fiat, ustedes sean como Dios.
Limosnero soy, ustedes que dan lo
mejor a quien no se lo debe dar, y que ustedes mismos se prefieren primero que
a Cristo. Yo les digo aquí estoy
esperando de ustedes una entrega verdadera a Mí, y que no hagan de ustedes
mismos un ídolo. No hagan de ustedes mismos su propio dios, no hagan de
aquello, ni de aquellos un dios para ustedes. Porque Yo muero de dolor,
limosnero soy, y esperando que ustedes me abran la puerta, que me digan te amo.
No con palabras según su humanidad, sino
palabras que broten del mismo amor. Que el amor es con ustedes, y el amor aún se ha quedado al recibir el Sagrado Sacramento del Bautismo. Amen con el
corazón, con el espíritu, y con la mente. Yo quiero un amor verdadero, de
entrega de docilidad, y de obediencia, soy Jesús.
Busco el amor del hombre, siendo
Yo el amor. Busco el amor de cada uno de mis hijos, cuando en el Reino de los
Cielos, toda la Corte
Celestial, los ángeles y santos, están en adoración y
alabanza. Pero Yo el Señor Dios les digo, sufro, y gimo, porque les amo y no
quiero que se pierdan. Y si no son amor, como va haber vida en ustedes. Soy Dios de amor, Jesús. ámense hijos, y el
amarse los unos a los otros, es dar gloria a Dios.
Les
amo.
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