Descargar MP3:
Hijos amados, únanse los unos a
los otros. Y no digan, que son de diferentes lugares. Ni que cada quien haga
por su parroquia, y en su comunidad. No digan que son sacerdotes de diferente
parroquia. Es tiempo de que se unifique toda la Iglesia, y que trabaje. Es
tiempo de que la misma Iglesia de fe, que recibieron en el Bautismo, la tengan.
La fe que se les ha dado, es un don gratuito, y un regalo de Dios. Que se les
da desde el momento del Bautismo. únanse
rezando el Santo Rosario, y orando mucho, por las muy próximas elecciones. Os
miren cuantos de mis hijos se están perdiendo, y se están yendo aquellos
lugares en los que los están engañando. Diciéndoles que hay obispos y
sacerdotes, tengan mucho cuidado, es engaño de satanás. Miren que mis hijos en la ignorancia,
queriendo sanar, van a lugares en
los cuales les prometen, con engaños y haciéndoles creer, que les están dando
sanidad. Ciertamente, Yo los amo porque
son mis hijos, pero aquel que no está en la verdad. No puede dar algo que no
tiene. Yo dentro de mi Santa Iglesia Católica, les he dado dones y carismas.
Pero muchos de mis hijos no los saben usar. Solo trabajan, llegan, descansan,
cenan y duermen. Y al otro día se levantan en la misma rutina, van desayunan,
se van al trabajo, y allá comen. Pero nunca hablan de Dios, nunca siquiera
dicen delante de todos, démosle gracias
a Dios, por los alimentos. Muchos
católicos, se avergüenzan tanto de Dios, de nombrar el Santo nombre de Jesús.
Solamente comen, y muchos dan gracias, pero a escondidas, para que no les
escuchen. Y esto me desagrada. Yo quiero que todos ustedes lo griten, y lo
proclamen abiertamente, Jesucristo es el
Señor, es mi Señor. Muchos masones, los cuales
no son católicos, están trabajando arduamente. Apartando almas del camino. Y
mis hijos tan ignorantes, se dejan vencer, y se dejan ciegos, llevar por otro
ciego, hasta caer al abismo. Cuanta ignorancia hay dentro de la Santa Iglesia
Católica. Hay católicos que en ellos no hay, ni un 10% del catolicismo.
Solamente dicen. Soy católico, voy a misa cuando me nace.
Ya fui a misa, y ahora me dedico a lo mío.
No se acuerdan mas, a
que fueron a misa, ni de que se trato la Sagrada Palabra.
Mucho menos discernirla, y os viven en el chisme, hasta calumniando. Y van y
reciben, otra vez la
Sagrada Hostia. Mi
Iglesia está decadente, por eso es que les pido que evangelicen. Levántense en
armas, se los digo una y otra vez.
Muchos de mis hijos ya no quieren asistir solo porque les pido que
evangelicen. Que eso no les toca, que ellos solo vienen a recibir. Porque
tienen una necesidad y solo por eso, se van a otros lugares. Creen que solo por
ir a misa, ya están cumpliendo. Y piensan que no es necesario comulgar, ni
alcanzar la santidad. Pobrecitos hijos, tan ignorantes. Vienen y escuchan la
palabra, y son como los cochinitos. Aquellos que se les echan las perlas, y no
saben que hacer con ellas. Os las perlas no se les echan a los cerdos, porque
no saben lo que reciben. Miren cuantos de mis hijos han venido, y escuchado a
su Señor hablar de viva voz, y se alejan por lo que Yo les dije
anteriormente. Mi Iglesia está
decadente, pero les digo, vayamos e instruyamos a otros. Hagámoslo con tacto, y
digámosle como al pequeñito. Dios te ama, Dios nos ama. A un niño no se le
puede dar una enseñanza de un adulto, de un abogado, o de un médico. No se les
puede dar una enseñanza superior, porque no saben que es eso. Deben de iniciar
evangelizando y aquellos que os empiecen a evangelizar no los dejen, sigan con
ellos. Háganlos sus amigos, y díganles que les aman. El tiempo ya está aquí, A
ustedes no les gusta escuchar eso. Por tanto que se ha dicho y se dice todo el tiempo,
y aún no llega. Yo les digo, en tiempo de Noé, se les estuvo avisando desde
tiempo antes. Pero todos pensaban igual, y se burlaban de mi hijo muy amado
Noé. Llegó el diluvio, y todos estaban
fuera. Cuando hubo lugar en la barca construida, y nadie quiso entrar. Dijeron,
que esa barca es para los tontos, y los que creen. No creyeron, y llegó el
tiempo del diluvio. Y todos pedían, ábrenos la puerta, y déjanos entrar. Pero
las puertas ya no se abrieron más, y entraron solamente los que creyeron. Igualmente
hoy, el tiempo llegará cuando ustedes
menos lo esperen. Pero señales ya se están viendo.
Mi amantísimo corazón está
traspasado, y abierto. Yo soy la puerta, no hay otra. Permanezcan en la fe, en
la esperanza, y en la caridad.
Quiero que lean y relean el
mensaje que les doy. Es un mensaje de amor, pónganlo en práctica, y os inviten
a sus hermanos. Para que participen de este mensaje evangélico. Mensaje de
amor, de luz, y de vida, soy vuestro Jesús.
María Santísima, llena de alegría
dice. Mis hijos amados, tan queridos. Ustedes aman a mi Hijo, y
le aman tanto. Que el tiempo que el Señor les da, os digan. Démosle tiempo del
tiempo que Dios, nos da. Y ofrecen tiempo para su Señor, y el Señor les dice.
Quién es el más grande y
poderoso, entre ustedes. Os aquel que
hace la voluntad de mi Padre, ese es el más grande entre ustedes. Y El
último, y el que se hace servidor de su
hermano. El que se hace como un niño.
Aquel que perdona, ese es el más grande. El que cierra la puerta al orgullo,
a la soberbia, a la envidia, a los malos
entendidos, y al querer ser aquí en el
mundo, ese es mi hijo mas grande. El querer tener poder aquí en el mundo, ese
es el último entre todos. Es aquel soberbio, el que se siente cabeza, y al
mando, el será el último. Os aquí no hay
otro, que vuestro Dios, soy Cristo Jesús.
Quiero que todos mis hijos como
Iglesia, y Cuerpo Místico de Cristo. Permanezcan en Cristo y sean como Cristo.
Vivan una vida Sacramental, de oración,
y de misericordia. El cristiano católico, lleva una vida de penitencia.
Y el que va por el mundo, y va por el camino ancho, en el cual no hay que le
detenga hacia el camino del mal. Cuanto me gusta que mis hijos digan. Señor voy a Ti. Quiero que Tu Señor hagas tu obra en mi. Toma
el medio que tu quieras, porque se que no es el médico de este mundo, sino Tú,
quien me das la salud. Señor estoy
dolido de haberte ofendido, y lloro a tus pies. Con mis lágrimas quiero Señor
Dios, mojar y como fueron bañados con las lágrimas de la Magdalena, yo quiero
también derramar en Ti ese perfume. Quiero volver a Ti, hazme hombre nuevo,
estoy arrepentido y decidido a no volver a pecar, y a no volver a mis pecados
que cometí. Acúdame porque yo
quiero de hoy en adelante servirte, seguirte, amarte, y hacerte amar. Yo escucho a mis hijos, y a este hijo lo abrazo y lo traigo a
Mí.
Intercede por ellos Madre, que Yo
os escucho tus ruegos en todo
momento. Yo no les desampararé,
porque son mis hijos, y mis hermanos. Oh Madre mía, recíbelos en Ti.
Pues ellos quieren estar en Ti y se abandonan a Ti, como sus hijos. Y os
te llaman Madre mía y te aman. Cuídalos pues Madre mía, escucha atenta su
oración. Que Yo escucho tus ruegos, y os no te negaré nada de lo que Tú me
pidas por ellos. Ciertamente que Tú me pides siempre lo que más les conviene, y
nunca pides lo que los puede apartar del camino. Somos Jesús, y María con ustedes.
Yo los recibo en mi regazo, son
mis pequeñitos. Oh hijitos tan queridos, benditos sean. No dejen de rezar el
Santo Rosario, tengan esa devoción, y llamen a sus familias. Miren en estos
tiempos que vienen, muchos dirán, Señor donde estás. Más saben que Dios está
con ustedes, y que no les va a desamparar. La marca de la bestia esta ya en
muchos lugares, y empiezan en esta marca del 666. Fíjense y estén atentos, para que en lo que
compren y consuman, siempre haya aquello en lo que el Señor Dios Todopoderoso
les ha dicho. Consuman solamente lo que no viene del mal. Muchos de los
productos vienen contaminados, y a muchos les están añadiendo, lo que ellos piensan que es bueno para ustedes. Y ponen polvos,
los cuales vienen de fetos, de aquellos niños que dicen, que solamente es un
producto. Y que solamente era, y ya no es. Y creen que les puede servir mucho a
la humanidad. Hay muchos ignorantes, y hay muchos satánicos. Los cuales hacen y
usan todo lo que es cosa de Dios. Como cosa la cual dicen que es algo que no
sirve, y muchos la usan también para
cosas que son satánicas.
Tomo el trago amargo, mi pueblo
se pervierte, mis hijos se pierden, y las comunidades se pervierten. Siempre
están queriendo ser más unos que otros, dejen la ignorancia. Ustedes saben que
aún Dios, mi Hijo tan amado, es humilde.
Tanto que se hace pobrecito por cada uno de ustedes. Tanto que os está con
ustedes, aunque sean pecadores, y le ofenden tanto. Está con ustedes y está
pronto a perdonarles sus pecados. Y está pronto a llevarlos a Él, y hacerlos uno en Él. Os No son más que Dios.
Sean humildes, y ámense los unos a los otros, y dejen la soberbia, y el yo.
Vean a su hermano.
El Señor está con ustedes, Él es
el camino. Si el hombre desea tomar otro camino, el Señor va tras él. No deja a su hijo y apenas voltea y lo escuha
diciendo que está herido y enfermo. Me clama y me pide que lo sane. Y os le
digo, mi hijo ya está clamando. Pobrecito, lo levanto, lo beso, y lo sano. Pero solamente piden salud de su cuerpo,
pidan la salud del alma, y del espíritu.
El amar a Dios es la vida, el
seguir a Dios es la vida, y el vivir en Dios, y Dios en él, es la vida. Dios es
la vida y os el morir por Cristo, es la alegría de todos mis hijos. Morir al
pecado, a sus pasiones, y a sus deseos. Los cuales muchos son pecaminosos,
vengan a Cristo, y después de este peregrinar, dirán llenos de alegría. Señor bendito seas, que Tú fuiste la vida, y ahora que estamos
acá en tu Reino. Estamos llenos de gozo. Señor si supieran los mortales que
vivir para Ti es una alegría. Y que morir por Ti es la gloria. Y que estar
contigo Oh Señor Dios, es la plenitud. Aquí estoy Señor, envíame a mi. Vamos Señor, se que Tú eres el de la obra, yo
solamente soy tu siervo.
El que dice, voy a la guerra y
tiene miedo. El demonio, el enemigo dirá.
Este es un guerrero
cobarde. Lo tomaremos, y lo llevaremos a la mazmorra. Allí lo tendremos encerrado
para que no haga nada. Ustedes son valientes. El que se confíe
en su hermano y este seguro que no le fallará, es como recargarse en un piso
resbaladizo habiendo jabón. Caerán, se lastimarán, y llorarán. Pero Yo les
digo, Yo nunca les fallaré, soy Cristo vuestro Dios.
Benditos los que son sinceros de
corazón, porque estos son mi alegría, y mi gozo.
No teman y se angustien. No abran
puertas a quien no deben, cierren la puerta. Y siempre que estén en la
tentación, y a punto de caer. Con la
Sangre preciosa de Jesucristo, cierren y sellen la puerta.
Para que nadie pueda entrar, solamente Tú Señor. Que es tú Dios, y quieres que
estés dentro de ti. Para que Tú y Yo, ahora cerremos esa puerta. Soy tu Señor y
Dios. No aceptes a nadie que no venga de Mí.
Oren, y Todos proclamen que Jesucristo es el Señor. Todo aquel que
proclama abiertamente, Jesucristo es mi Señor. Hasta los enemigos tiemblan y se
retiran, porque no pueden escuchar tal palabra. Y todos aquellos que lo dicen,
es porque el Espíritu Santo está en ellos, y ustedes son bautizados, e hijos de
Dios. Sepan que si, pecadores son, y quiero que se arrepientan. Y Yo Cristo
vuestro Dios, estoy pronto a liberarlos, sanarlos, y renovarlos. Y hacerlos hombres y mujeres nuevos. Yo soy
Jesús, y fuera de Mí, no hay otro. Yo tengo una esposa y fuera de ella no tengo
otra, Mi Santa Iglesia Católica. Dentro de la Casa, y familia, hay Sacramentos. Fuera de la Casa, no los hay. Son
solamente aquellos mis hijos, los cuales reniegan de la fe. Y van por el Camino
que quieren, y siguen al Maestro que quieren. Cuando Maestro solamente hay uno,
Cristo el Señor. Vuelvan todos los que andan desviados, regresen a la Casa Paterna.
Regresen mis hijos amados, que Yo ya pague por sus culpas. No tengan miedo, por
mas grande que sea su pecado. Yo soy el Señor, y ya pagué por ese pecado tan
abominable. Mírame en la
Santa Cruz, estoy colgado, y mis huesos descoyuntados, soy un
hilacho. No tengo carne, me la arrancaron toda con los flagelos. Y esto me
costó pagar por tu pecado, soy tu Dios, y tu Señor. Yo quise hacerme hombre por
amor a ti, para redimirte, y para pagar tu deuda. No debes nada en Mí.
Arrepiéntete de tu pecado, ahora que puedes. Ven presuroso que Yo te espero en
mi Casa Santa. Donde he tomado medios para perdonar tus pecados. Os hoy en día
muchos de mis hijos proclaman, que los sacerdotes están en pecado, o que
hicieron. Yo les digo ven una casuela grande de arroz, y en ella hay tanto
arroz. Pero cuantos negritos encuentran, la mayoría son blancos. La mayoría de arroz está bueno, y uno que
otro no. Como en mis apóstoles hubo uno, el cual quiso vender a su Señor, y de
doce me quedaron once. Más Yo les digo en este momento, no difamen a mis
sacerdotes. Aunque sean pecadores, no blasfemen contra un sacerdote. Antes bien,
sean misericordiosos y ayunen, oren, e intercedan. Para que un sacerdote que
está tentado por el demonio, y el cual es hombre como ustedes, y como es
cimiento. Sabe el demonio que si remueve un cimiento, caen muchas piedras. Y el
demonio siempre está con la mirada puesta,
lleno de odio a cada sacerdote. Os pues Yo les digo, oren y sean
misericordiosos, y no difamen a un sacerdote. Acuérdense que aquel que proclama
delante del pueblo. Si un sacerdote desertó, lo difaman y lo dicen. Pero Quiénes son ustedes para juzgarlo. Son
peregrinos, no pueden caer aún más bajo que él. Yo les digo, oren por ellos, e
intercedan. Sean misericordiosos, y compasivos. Y si ese sacerdote vuelve al
redil, ustedes habrán ganado en Cristo muchas almas. No nada más una, muchas almas,
y os será la derrota de satanás. Porque aquel, el que estaba desviado, volvió
al redil. Quiero que empiecen una vida nueva, y que dejen el pecado. Acuérdense
que Yo soy el Señor, y Yo los quiero a todos en Mí. Y que ninguno se pierda,
antes bien, por medio de ustedes, Yo quiero hacerme conocer a muchos. Para que
muchos regresen a casa. Les digo, los ladrones, y varios de mis hijos que no se
imaginan, les están aventajando a muchos de mis hijos, que se dicen cristianos
católicos. No se avergüencen de Mí.
Derramo mi Sangre Preciosa en
todos ustedes, y derramo mi agua Preciosa en ustedes. El agua es purificación,
y mi sangre es vida.
Les amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario